El embarazo continúa siendo la causa de muchos sueños truncos en no pocas adolescentes en Sancti Spíritus. En el 2023, por ejemplo, 420 muchachas, casi niñas, dieron a luz aquí; de ellas, 365 en la Maternidad provincial; “una por día en términos matemáticos y es una realidad preocupante”.
Así lo advirtió el doctor Manuel López Fuentes, especialista de primer grado en Neonatología y responsable del Comité de Morbilidad Continua en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales del Hospital Provincial General Camilo Cienfuegos.
A diario este especialista, junto a un equipo médico, enfrenta los contratiempos asociados a los partos pre-término, al bajo peso al nacer (menos de 2 500 gramos) y al Crecimiento Intrauterino Retardado (CIUR); grupos en los que las complicaciones suelen ser mayores.
De los más de 400 neonatos ingresados el pasado año en las unidades de Cuidados Intensivos con antecedentes de un CIUR, el mayor porcentaje de ellos lo aportaron madres entre 13 y 15 años de edad.
La literatura especializada lo revela: se trata de una edad extrema, en la que la calidad del embarazo puede verse afectada y, por tanto, aumentan la morbilidad, los ingresos y las atenciones médicas.
En el territorio ello lo corrobora otra cifra lamentable: algunas de las causas de los decesos de los ocho bebés fallecidos en el 2023 estuvieron relacionadas con complicaciones propias que un embarazo precoz trae aparejado para un niño.
En las adolescentes embarazadas, los daños para la salud son también evidentes: se incrementan los riesgos de aborto, sangrado, infecciones, enfermedades hipertensivas y anemias; sin descartar la posible muerte durante el parto.
Si bien para nadie es un secreto que el desabastecimiento de preservativos es un hecho en las farmacias comunitarias y que, debido a ello, aumentan en grado sumo las prácticas sexuales desprotegidas; también constituye una realidad la deficiente educación integral de la sexualidad. Y ahí, la casa y la escuela llevan la mayor cuota de responsabilidad.
Tal y como lo han reconocido autoridades sanitarias de la provincia, la maternidad temprana es hoy un serio problema social y de salud. Por ende, la mirada con lupa a este fenómeno debe reforzarse en los municipios de La Sierpe (23.7 por ciento), Jatibonico (21.8 por ciento) y Cabaiguán (20.6 por ciento); todos con índices de embarazo en la adolescencia que superan la media del territorio.
Ante el panorama descrito, la licenciada en Psicología Noemí Coello Pérez, al frente de la Cátedra de Sexología y Educación Integral de la Sexualidad, llamó a dialogar con este grupo etario sobre la importancia de asumir la sexualidad de manera responsable.
La adolescencia —dijo— no es una edad óptima para tener hijos. “Se interrumpen las oportunidades de continuar estudios; en la mayoría de los casos los muchachos no sostienen relaciones de pareja estables, y no poseen independencia económica”, añadió.
En el reciente XI Congreso de la Federación de Mujeres Cubanas, la doctora Miladys Orraca, presidenta de la Sociedad Científica Cubana para el Desarrollo de la Familia, alertó sobre los altos índices de embarazo adolescente en el país y la necesidad de fortalecer el trabajo preventivo en las comunidades.
Para evitar este preocupante panorama, “no basta con que digamos que es malo; es lograr revolucionar qué vamos a hacer con esos jóvenes”, enfatizó la experta.
Al respecto, fuentes oficiales refieren que Cuba cerró el 2023 con una tasa de embarazo en la adolescencia de 19.7 por ciento, con las cifras más elevadas en Granma, Isla de la Juventud, Holguín, Las Tunas y Sancti Spíritus; todos con valores por encima de la media nacional.
Las interrupciones tempranas, díganse regulaciones menstruales o aborto medicamentoso, también suman datos a este fenómeno, acerca del cual la Organización Mundial de la Salud ha llamado la atención debido, en lo fundamental, a que la mortalidad de mujeres gestantes entre 15 y 19 años en los países en desarrollo se duplica en comparación con la tasa de mortalidad materna del grupo de 20 a 34 años.
El número de nacimientos de hijos de madres adolescentes en el mundo —alertó este organismo internacional— asciende a 16 millones cada año a escala global.
Promover la planificación familiar, la maternidad y la paternidad conscientes, con el propósito de favorecer la salud sexual, y desarrollar una tendencia hacia la prevención constituyen asuntos pendientes. Lo serán mientras las estadísticas en Sancti Spíritus y en Cuba indiquen que el embarazo en la adolescencia es un problema social y de salud que estremece inocencias y marchita sueños.
Entre que alguien no está haciendo bien su trabajo, el facilisimo del bombardeo que les puede llegar a los celulares y otros medios distorsionando cabezas e incitando «quemar» etapas, la falta de medios anticonceptivos desde hace quien sabe cuándo por vías estatales, entre tantos etcéteras, pues una vez más nuestro Sancti Spiritus dando la nota.
Leo con gusto Escambray. El mejor de provincias, Felicito a sus periodistas.
Calienticas que estan las nenas, eso unido al desparpajo que hay en la calle y las escuelas