El Papa Francisco pidió orar “por los numerosos pueblos desgarrados por la guerra”

El papa Francisco se refirió hoy al segundo aniversario del inicio del conflicto en Ucrania que, según dijo, “no solo está devastando esa región de Europa, sino que está desatando una ola global de miedo y odio”.

En sus palabras luego del rezo del Ángelus que realizó en el mediodía de este domingo ante los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, desde la ventana de su estudio del Palacio Apostólico Vaticano, Francisco lamentó las víctimas, heridas, destrucciones y angustias en ese enfrentamiento entre Kiev y Moscú “cuyo final aún no se vislumbra”.

Rezo por todos, manifestó el sumo pontífice, en particular por las numerosas víctimas inocentes «e imploro que se encuentre ese pedacito de humanidad que nos permita crear las condiciones para una solución diplomática en busca de una solución justa y paz duradera”.

A continuación, el obispo de Roma pidió orar “por los numerosos pueblos desgarrados por la guerra”, con particular referencia al enfrentamiento entre Israel y Palestina, donde debido a los bombardeos de Tel Aviv contra la Franja de Gaza ya murieron más de 29 mil personas, y exhortó a “pensar en los niños heridos, inocentes”.

El papa señaló además que sigue con preocupación el aumento de la violencia en la parte oriental de la República Democrática del Congo, y apuntó que se une “a la invitación de los obispos a rezar por la paz, esperando el cese de los enfrentamientos y la búsqueda de un diálogo sincero y constructivo”.

También hizo alusión a los secuestros cada vez más frecuentes que se producen en Nigeria, los cuales son motivo de preocupación, y expresó su “cercanía al pueblo nigeriano en la oración, esperando que trabaje para contener en la medida de lo posible la propagación de estos episodios”.

Por último, se solidarizó con la población de Mongolia, afectada por una intensa ola de frío que está provocando graves consecuencias humanitarias, resultado del cambio climático, el cual genera graves crisis sociales globales, «con profundo impacto en la vida de muchos hermanos y hermanas, especialmente los más vulnerables”.