El Plan Banao, creado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en 1965, fue uno de los primeros programas especiales impulsados por la Revolución.
Tuvo sus años de ensueño en la década de los ochenta, sostenido por las facilidades de insumos, las tecnologías venidas del campo socialista y una fuerza de trabajo con altos niveles de permanencia.
Aquella estructura, basada en granjas estatales dedicadas a atender cultivos permanentes de viandas, hortalizas, frutales y vegetales, se transformó con el tiempo en una empresa con un único colectivo propio, a la que se vinculan también 18 usufructuarios con sus medios.
La Empresa Agropecuaria Banao sufre también las carencias del actual contexto, por lo que incorporó la prestación de servicios y la comercialización. Gradualmente sumaron renglones que no formaban parte de la tradición, como la leche, la carne, algunos tipos de granos, así como los medios biológicos para enfrentar plagas y mejorar los suelos.
La diversificación es una necesidad para poder atender con diferentes productos los siete mercados que tiene asignados en el territorio y satisfacer las necesidades básicas de sus trabajadores.
Banao se aferra a renacer como empresa estatal socialista con la ayuda de una fuerte tradición agrícola, las bondades de sus suelos y la alta disponibilidad de agua, tanto en superficie como subterránea, para introducir en las áreas nuevas tecnologías de riego, así como aplicar la ciencia y la técnica con el fin de sacarle el jugo a la tierra.
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