En Cabaiguán: Alegrías para la primera infancia (+fotos)

Sonrisas Traviesas, la más reciente fortuna de Santa Lucía, es la primera Casita Infantil en beneficio de los niños y las familias de esta comunidad cabaiguanense

La Casita Infantil quedó oficialmente inaugurada este 13 de agosto como regalo al 98 cumpleaños de Fidel. (Fotos: Ana Alicia Prieto y Facebook).

Las aspiraciones de muchas madres de Santa Lucía llevaban meses en una gaveta, a la espera de una plaza en cualquiera de los círculos infantiles del municipio de Cabaiguán, donde hasta a una aguja le cuesta encontrar sitio. Algunas con posibilidades de costear una cuidadora privada lo hicieron para tranquilidad de la familia.

Mas, en los últimos días la comunidad se detuvo con una noticia impactante: la primera Casita Infantil erigida en este consejo popular rural del municipio en semanas recibirá a los primeros pequeños.

La obra tiene un gran impacto social.

BIENESTAR PARA TODOS

Insistir en un deseo, aunque parezca imposible de materializar, atrae cualquier anhelo, por inalcanzable que parezca. Así lo consideran quienes nunca tiraron la toalla en bien de las familias de los alrededores y de la sociedad.  

Las Casitas Infantiles destinadas al cuidado, protección y formación integral de los niños y las niñas debutaron en Cuba a partir de 1993, al estimarse como alternativas de atención a los hijos de madres trabajadoras, siempre que los centros laborales y cooperativas dispongan de condiciones básicas elementales para apadrinar el proyecto.

Transcurridas más de dos décadas, Cabaiguán experimenta semejante satisfacción. La Casita Infantil Sonrisas Traviesas, radicada en Santa Lucía, devino certeza para Gabriel Alejandro López Pérez y su mamá Lianny Pérez González, residentes en la Cooperativa de Producción Agropecuaria (CPA) Aramís Pérez.

“A las madres trabajadoras nos permite continuar nuestras labores. Es una tranquilidad inmensa saber que dejas a tu hijo bien cuidado en un lugar con las condiciones e higiene óptimas. Ha quedado preciosa para que los niños jueguen, se desarrollen y aprendan a relacionarse con otros de su edad. Con la Casita Infantil ganamos todos”, apuntó Lianny.

Confiesa la gestora de redes sociales del periódico Escambray que cargará menos peso sobre sus hombros. Por ahora, actualiza los perfiles digitales mientras le sigue el rastro a la nueva fechoría de Gabrielito, con un promedio de travesuras diarias que rebasa sus dos años de vida.

La iniciativa, al amparo del sector educacional en el municipio, que asegura su mantenimiento y sostenibilidad, responde a las exigencias de la dinámica demográfica para incentivar los índices de natalidad ante la limitación de capacidades en los círculos infantiles y es una de las conquistas del Programa Nacional para el Adelanto de la Mujer.  

Según Daileny Jiménez Miranda, jefa del Departamento de Primera Infancia en la Dirección General de Educación en Cabaiguán, esta modalidad institucional garantiza los mismos beneficios de atención educativa que los ofrecidos en los círculos.

“A diferencia de estos, en las Casitas Infantiles se trabaja por multiaños, de acuerdo con la cantidad de niños matriculados y sus edades. Se agrupan, de manera organizada, en dependencia del año de vida que tengan y las educadoras les impartirán las actividades programadas, que incluyen gimnasia matutina, horario de juego y tareas independientes”, especificó.

Explicó que el cobro de la cuota mensual a la madre trabajadora no difiere de la implementada en el círculo infantil, de acuerdo con las tarifas establecidas por el Ministerio de Finanzas y Precios.

“De haber matriculado un único hijo en la Casita Infantil, la madre aporta hasta 40 pesos; en el caso de dos, solo eroga 30 pesos y por el tercero queda exonerada de pago”, concluyó la especialista.

La Resolución Ministerial No. 58 de 2021, emitida por el Ministerio de Educación, esclarece que, al no brindarse el servicio de alimentación, estrategia aplicada por el momento en Sonrisas Traviesas, dichas cuantías deben ajustarse al 50 por ciento de lo aprobado.

Esta modalidad institucional garantiza los mismos beneficios de atención educativa que los ofrecidos en los círculos.

PROMESA CUMPLIDA

En poco más de un ciclo académico, la escuela primaria 26 de Julio de Santa Lucía ha visto levantar paredes, cambiar puertas y ventanas, recuperar colores…

La reparación capital del plantel recordó el año 1968, cuando el centro cultural más importante de la comunidad irradiaba entre vegas y cultivos. Para 1986 creció hacia arriba y el entonces ministro de Educación José Ramón Fernández Álvarez inauguró la segunda planta del recinto docente al merecer por vez primera la provincia de Sancti Spíritus la sede de las actividades centrales por el Día de la Rebeldía Nacional. 

Unos meses después de echar andar el 2024, la institución percibió un cuarto concierto de martillazos, el chillido del andamio arrastrado y la prisa de los albañiles.

En uno de los salones de clases del centro, donde por años permaneció activa un aula del grado preescolar, otros niños llevarán más alegrías.

La Casita Infantil fue diseñada para acoger a una veintena de pequeños. “Todavía no se ha hecho la matrícula oficial. Pretendemos comenzar en septiembre y hasta ahora solo tenemos un estimado de 15 posibles educandos a partir de las solicitudes realizadas por los padres”, señaló Ana Alicia Prieto Pérez, directora del plantel.

La preferencia para las plazas asignadas recayó en trabajadores de los sectores de Educación, Salud Pública y otras esferas representativas de la zona.

Las vacaciones del claustro de maestros, del personal restante y de una extensa lista de imprescindibles en este equipo las donaron para acelerar el proceso constructivo, con una inversión ascendente a 794 489 pesos.

Fuerzas de la Empresa de Abastecimiento y Servicios a la Educación en el municipio sudaron de sol a sol para entregar la obra. Lo saben los vecinos de la demarcación sumados al huracán de la reanimación.

“Las acciones realizadas para poder adaptar el local a las necesidades de los infantes incluyeron la ejecución de las redes hidráulica y sanitaria, sobre todo el baño apto para los niños de esa edad”, puntualizó Dailín Estrada Tamayo, directora general de Educación en Cabaiguán. 

Al encontrarse la instalación dentro de un centro educacional, los cambios contemplaron delimitar el área de juego con totales exigencias de seguridad e independiente de los demás alumnos de la escuela. Para el proceso de la alimentación se acondicionó un pantry que responde a las modalidades de elaboración.

“Esta Casita Infantil se acoge a la variante dos. Los padres asumen la responsabilidad de garantizar las meriendas y el almuerzo de los niños. Aquí disponen de un refrigerador para conservar las comidas; y de un microwave para calentar los alimentos”, añadió Estrada Tamayo.

Para septiembre se prevé la apertura de la institución, adjunta a la escuela primaria 26 de Julio.

GRACIAS, FIDEL

Alistados el mobiliario y demás detalles para darles la bienvenida a los pequeños en el inmediato curso escolar, un protagonista que tanto hizo por la infancia merece el pensamiento de todos.

Para evocar al líder eterno de la Revolución se laboró sin descanso. “Este es nuestro homenaje a él, un compromiso a la altura del legado de Fidel, impulsor de cada conquista de Cuba. En materia educacional, la isla fue otra desde que el invicto Comandante en Jefe trazó los destinos del país”, precisó Ana Julia Prieto.

Demasiadas razones para atesorar una jornada única en la memoria de Santa Lucía. “Nunca imaginamos que algo de tanto beneficio llegara para facilitar la vida de nuestras madres trabajadores. Es un sueño hecho realidad”, reconoce Eridania Pérez Rodríguez, presidenta del Consejo Popular.

Al consumarse la idea de la Casita Infantil, nadie tuvo reparos en ayudar. “En nuestro Consejo se vuelven costumbre las muestras de colaboración. Agradecemos a las trabajadoras del restaurante, al resto de titulares cuentapropistas, a entidades, organismos y de manera muy especial a los actores económicos no estatales de la cafetería Santa Delicia y las mipymes del pueblo”, agregó. 

La Cooperativa de Producción Agropecuaria Juan González no fue con las manos vacías. El microwave para facilitar el proceso de almuerzo a los educandos resultó un donativo de esta base, puntera en los rendimientos y que sabe labrar desde los afectos.  

Sentada en su portal, Ada Amelia González Díaz, quien en varias ocasiones ahogó el calor a los albañiles con jugo de mango, disfrutará en breve el paso de los niños camino a la Casita Infantil.

Ella, que tantas sonrisas traviesas ha visto del otro lado de la calle en 56 años de historia de la 26 de Julio, plantel que estrenó en su niñez, aguarda por este renacer de la comunidad que hace valer los derechos de los pequeños y sus familias.    

Alexey Mompeller Lorenzo

Texto de Alexey Mompeller Lorenzo

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