Espirituanidad, cubanía y compromiso, claves de una gala cultural para la historia (+fotos)

Volvió Fidel a Sancti Spíritus, esta vez desde el homenaje artístico: música, danza, versos y audiovisuales lo hicieron regresar a su pueblo.

Rompió el hielo, a semejanza de enero de 1959 y en el mismo sitio, a los pies de la actual Biblioteca Provincial Rubén Martínez Villena, la advertencia, la misma del entonces recién llegado con olor a Sierra Maestra que confirmó que estaba en una ciudad con “una fe, entusiasmo y ardor incomparable”.

Desde un balcón de la otrora Sociedad El Progreso, sus grados de Comandante en Jefe se robaron las ovaciones como hace 65 años. Un fragmento de su primer discurso aquí en aquella madrugada de llovizna fría puso fin al openning de la gala cultural por el Día de la Rebeldía Nacional.

Y es que todo el espectáculo tuvo como hilo conductor materiales audiovisuales con fragmentos de sus discursos, principalmente, en esta tierra. Fue ese el sello indiscutible de Por siempre, Fidel, el homenaje cultural por la efeméride del 26 de Julio desde el parque Serafín Sánchez Valdivia, de Sancti Spíritus, Cuba y el resto del mundo.

Estructurado con coherencia y preciosismo, desde las luces que convirtieron a la fachada de la Biblioteca Provincial en elemento esencial de la propuesta, hasta cada uno de los números de los cuatro bloques artísticos, se reveló el arte moderno sostenido en acordes autóctonos.

Sedujeron las melodías de todos los tiempos: Te espero en Sancti Spíritus, por la Charanga XL; Verso amigo, por Eduardo Sosa; Siempre es 26, por Yania Pérez; Y en eso llegó Fidel, por Son del Yayabo…

Al escenario subieron también las décimas dedicadas a las dos villas que conviven en esta provincia y otros versos, gracias al histrionismo de actores espirituanos e invitados.

El zapateo cubano y movimientos corporales más contemporáneos, al estilo de la Compañía Verdarte, se fundieron, igualmente, en un bloque, donde Pensamiento se disfrutó como nunca se había hecho aquí en un espectáculo, por William Roblejo; los Pasacalles espirituanos, por la Orquesta de cuerdas Roberto Jiménez; Guacanayara, por el trío Cuerdas Los Lamas, y las Tonadas campesinas, por la Parranda de Manacanabo.

Inmensos, sin pecar de excesos, estuvieron en una esquina del escenario —el mayor construido en esa área del parque central de Sancti Spíritus— los muchachos del quinteto Cuerdas del alma con la versión de El Necio, de Silvio Rodríguez; antesala perfecta para que la voz del trovador Nelson Valdés se alzara al ritmo De vuelta, un canto de compromiso del hoy con el ayer y el mañana.

A ritmo de Espirituanos, siempre es 26, interpretada por varias voces se despidió la gala por el Día de la Rebeldía Nacional, que tuvo entre los públicos a Miguel Díaz-Canel Bermúdez, primer secretario del Comité Central del Partido y presidente de la República, Manuel Marrero Cruz, miembro del Buró Político del Partido y Primer Ministro de Cuba, Salvador Valdés Mesa, miembro del Buró Político del Comité Central del Partido y vicepresidente de la República, el Comandante de la Revolución y asaltante al Moncada, Ramiro Valdés y José Ramón Machado Ventura, Comandante del Ejército Rebelde.

Bajo la dirección de José Ángel Meneses y el guion y asesoría artística de Carlos Sotolongo, la velada duró alrededor de 50 minutos y fue transmitida en vivo por Cubavisión.