Cuando el 31 de octubre de 2019 se conoció, de forma oficial, que Trinidad se robaba —una vez más— las miradas internacionales con otro aval, no sorprendió a sus hijos. Ese día pasó a integrar la lista de la Red de Ciudades Creativas de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), específicamente en el apartado de Artesanía y Artes Populares.
¿Cómo asombrarse si basta con recorrer cualquier recodo de la añeja urbe para tropezar de frente con manos en constante intercambio con fibras naturales, instrumentos musicales que unidos dejan escapar los más auténticos acordes, trazos sobre lienzos inspirados en la propia Trinidad, la musa preferida de profesionales y autodidactas, metales domados a fuerza de talento…? En fin, la creatividad de todos en otros contextos, sin perder las más puras esencias de sus tradiciones.
“Somos la tercera urbe en Cuba con esa condición —explica Lisa Robaina Acosta, especialista de Cooperación Internacional de la Oficina del Conservador de la Ciudad de Trinidad y el Valle de los Ingenios, quien, además, conduce los programas de las dos categorías internacionales que ostenta desde hace poco tiempo el territorio—. Pero La Habana y Santiago de Cuba la tienen en el ámbito de la música. Tanto ser Ciudad Creativa como Ciudad Artesanal del Mundo —condición conferida por el Consejo Mundial de Artesanías hace seis años— nos otorgan dos avales muy importantes a nivel internacional. Similar sucedió en 1988, cuando se reconoció nuestro Centro Histórico junto al Valle de los Ingenios como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
“Todo ello nos exige un compromiso para mantener esas condiciones. Por tanto, nos centramos en realizar acciones que aviven mucho más las creaciones de los exponentes de la artesanía y las artes populares, así como incidir en que la industria creativa que mueve la ciudad sea cada vez más productiva y con mejores condiciones. En el actual contexto, todo se complejiza por la situación económica del país, pero son prioridades”.
Con esas máximas, la Oficina del Conservador de la Ciudad de Trinidad y el Valle de los Ingenios se propuso en este 2024 gestar un grupo de acciones que convocan a todas las artes para la especial celebración.
“Lo importante no es hacer una gran fiesta el día en que se registran las condiciones, sino mantener vivo lo que permitió merecerlas, porque se pueden perder. De ahí que intencionamos intercambios de los exponentes de las artes, manualidades y artes populares con la presencia de los decisores del municipio, a fin de que sus procesos de gestión encuentren menos tropiezos. También sirven para recopilar información actualizada de lo que se hace en la ciudad y, así trazar estrategias culturales”.
De ese constante hacer surgió la propuesta de programas de actividades para mostrar y reconocer a los mejores exponentes artísticos y artesanales del territorio.
“Trabajamos desde julio hasta octubre en el homenaje a las artesanías tradicionales, a las manifestaciones artísticas y religiosas que la hacen excepcional y a los hombres y mujeres que a través de los tiempos las han dignificado.
“Durante el primero de esos meses se concentraron las acciones en quienes laboran la madera y el metal, así como los que incursionan en la literatura, la música y la danza. En agosto, fue el trabajo con fibras, semillas y las artes plásticas. Por su parte, durante septiembre centramos los agasajos en los exponentes del hilo, la aguja y las tradiciones religiosas y ya cerramos, en octubre, con quienes hacen arte con el barro, la cerámica y la gastronomía”.
Exposiciones, peñas, conciertos y talleres nacidos en toda la red institucional del sector cultural han sido los escenarios perfectos para cada una de las iniciativas.
“A fin de involucrar al resto del pueblo, cada mes se ha hecho una exposición, donde se coloca un buzón para que los públicos mediante sus votos seleccionen la pieza más popular. De la dedicada a la madera y el metal escogieron a José Miguel Rodríguez Cadalzo, por su jaula decorativa, y a Rubén Peña Balmaseda, quien logró hacer brillar el rostro de un caballo realizado con acero inoxidable.
“En el caso de la exposición hecha en agosto, los públicos votaron por la colección titulada Dinosaurio, del artesano Alfredo Suárez. Confirmó que sus manos conocen muy bien cómo el yarey puede tomar vida. Además, se confirió mención al proyecto Entre hilos, alas y pinceles, liderado por Yudit Vidal Faife.
En espera de conocer el voto de la pieza más popular de la muestra del mes de septiembre, también se han convocado otras actividades.
“En coincidencia con el Día de la Resistencia Indígena, este sábado alrededor de 10 proyectos impulsados por familias que mantienen el legado del barro y la cerámica se darán cita, como actividad central, en el Museo de Arqueología, no solo para mostrar sus creaciones, sino las técnicas que utilizan. Ahí se pondrá el buzón para en el mes siguiente reconocer la obra más popular.
“Con respecto a la gastronomía, el día 13 de octubre seremos sede de la I Feria de las Artes y la Cocina Artística Creativa, donde nueve obras de artistas de la plástica inspirarán a profesionales de la cocina y la cantina. Paralelamente, tendrán lugar exposiciones de cocina artística y de platos hechos por personas que han aprendido las recetas de la cocina típica trinitaria por sus ancestros”.
Para Lisa Robaina Acosta resulta muy significativo que tanto esas dos actividades centrales como el resto de las que tienen lugar durante este mes cuenten con la implicación de instituciones y organismos.
“Remarcamos el respaldo de las nuevas formas de gestión económica ya que saben que todo lo que se hace tributa a mantener viva la ciudad y que sea así un punto de obligada visita”.
Para finales de octubre y como parte de todas las celebraciones, se prevé la realización de la I Bienal Trinidad Artesanal y Creativa, donde, con propuestas teóricas, personas de diferentes puntos de la geografía del país compartirán sus experiencias.
“Esto, además de promocionar, tiene como objetivo articular una red que vaya en función de una industria creativa. Hay mucho talento en Cuba. A pesar de las dificultades del contexto, en Trinidad contamos con artesanos maravillosos que no se van porque su musa es la ciudad y entienden que una vez que salgan de aquí ya sus vidas no serán las mismas”.
El propio 31 de octubre, en la majestuosa sede de la Oficina del Conservador de la Ciudad de Trinidad y el Valle de los Ingenios, artistas, artesanos, especialistas del patrimonio, autoridades e invitados levantarán copas de alegría y compromiso en homenaje a la única urbe cubana con la condición de Creativa.
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