Unos- parece que los más- los quieren aplaudir y reconocer, otros abogan por juzgarlos con la misma vara de siempre. Ambos bandos tienen sus razones.
En cualquier caso, aunque Escambray pudiera hacer un remedo de comentarios anteriores cuando los Gallos han terminado de forma similar en postemporadas, opta por asirse a la objetividad, si es que tal categoría cabe si de pelota se trata. Así como ningún juego se parece a otro, con las series sucede lo mismo.
Y a esta, la 63SNB, hay que mirarla con sus colores propios. Vista a través del visor de lógico, lo que sucedió ante Pinar del Río en cuartos de final era lo más previsible, más allá de las teorías de que en el béisbol no hay enemigos pequeños, ni grandes.
Los pinareños han sido los mejores en toda la línea, no solo por el liderazgo durante la campaña, sino porque fueron los únicos en ganar todas las subseries, o sea que le ganaron al resto de los quince contendientes. Ese paso arrollador lo mantuvieron ahora e hicieron valer el favoritismo de la inmensa mayoría de los pronósticos pues en verdad se trataba del pareo más desproporcionado de los cuatro de esta fase.
Que los Gallos hayan ofrecido resistencia al punto de forzar un sexto juego dice que cayeron con honor ante un rival superior en todos los sentidos, sobre todo en el poderío de varios de sus hombres. Que le hayan propinado casi dos lechadas a esa batería, le otorga méritos a los muchachos de Lázaro Martínez. Que hayan ganado un quinto juego de la manera en que lo hicieron ante su público, calmó algunos ánimos y le agregó gramos a esa honra de que se precian los atletas.
Si quieren mi opinión personal les digo que desde mi punto de vista los espirituanos debieron gastar todas sus armas y reservas para poder clasificar en los últimos 21 juegos y ya en los play off llegó ese momento de desestrés después de varios partidos en los que, asechados por varios aspirantes a la postemporada, tuvieron que jugar al full, como dicen los deportistas. Y ese fue su play off, matizado por la tensión y la presión.
No es un arranque de conformismo, porque no suelo congeniar con esa postura. Pero hay que decir que llegar a la postemporada debe interpretarse como un logro, mucho más después de aquellas nueve derrotas consecutivas del inicio y también del paso irregular durante el segundo tercio cuando estuvieron casi siempre en lugares zagueros de la tabla de posiciones.
El octavo puesto es lo que más se le parece a ellos mismos, o sea, es un lugar decoroso que los ubica en la media del béisbol cubano donde están hoy.
Enfrentar a los pinareños fue, como dije en estas páginas, algo así como un encuentro entre un tsunami y un huracán, donde lógicamente, el primero es más fuerte, aun cuando no haya ganado de manera arrasante como algunos suponían.
Además de la inferioridad competitiva ante su rival, los Gallos llegaron a los play off con dos ausencias importantes en su staff, como José Isaias Grandales y Alex Guerra, aunque a fin de cuentas, los restantes lanzadores hicieron lo que pudieron ante una ofensiva feroz, sin contar que el zurdo Yohanny Hernández no pudo cumplir su cometido dos veces como abridor, tal como lo hizo en la fase regular cuando ganó siete juegos, vitales para que los Gallos clasificaran.
En verdad el lado más flaco de los espirituanos fue su poca oportunidad ofensiva, incluso en los partidos que ganaron. Apenas nueve carreras en seis partidos resultan insuficientes y no es porque no encontraron oportunidad para hacer más y los dos juegos finales resultaron una muestra.
En el quinto, pese a ganar, los discípulos de Lázaro Martínez, conectaron once indiscutibles y solo anotaron tres veces, las mismas que concretaron en el sexto y último, incluso con más incogibles: 13.
No fue tan desproporcionada la producción de hits respecto a sus rivales, solo que estos fueron más contundentes y productivos al conectar varios extrabases, incluidos cuadrangulares.
La improductividad con hombres en base fue generalizada aunque, por lógica todas las mirada se enfoquen en quienes se considera deben halar a los demás como lo casos de Yunier Mendoza y Frederich Cepeda, tanto por los turnos que ocupan en la alineación como por la experiencia en post temporadas.
Hablar de la defensa sería llover mojado pues, aunque no todos los errores costaron, los cinco del último partido, dicen que no se puede aspirar a ganar con un cuadro tan endeble a pesar de que en un momento mejoró con los cambios de posición introducidos por el manager.
No hay que olvidar que los Gallos, debieron inyectar sus filas de no pocos jóvenes, para llenar una nómina que, salvo las excepciones de Mendoza, Cepeda, Duniesky Barroso, Yohanny Hernández, es bien bisoña.
Pero esto último habla también de una cantera con la que hay que seguir trabajando de cara a otras series.
Hay que reconocer también el rol de Lázaro Martínez para nuclear al colectivo y encontrar las armas para poder clasificar cuando parecía una quimera y también por insuflarles la sed de triunfos, cuando las cosas se tornaron de los colores más grises.
Tendrán que aprender los Gallos, ¡cómo no! a ganar play off hasta sus últimos alientos y eso no se enseña. Pero créanme que será para después. Para muy después.
Buen resultado para el equipo Sancti Spíritus, supo a puro coraje llegar para discutir la post temporada, le tocó jugar con el equipo más fuerte y aún así se enfrentó a este con las armas que tenía y demostró que nuestro equipo puede en el futuro lograr cosas mejores, aunque no debemos perder de vista que Cepeda y Mendoza ya deben estar tirando los últimos disparos. Saludos.
Excelente crónica, felicidades, ese es el puesto de los gallos, entre los primeros del país, realizaron una hombrada al ganar 18 de los 21 juegos para clasificar y lo lograron, quedó como una gran hazaña para la historia, se desgastaron y el desestrés vino en los playoffs ante el gran favorito los Vegueros y le dieron batalla, es el equipo más joven y de menos experiencia de cuantos elencos espirituano han clasificados a los playoffs, merecen todo el reconocimiento de su pueblo, MUCHAS FELICIDADES GALLOS ESPIRITUANOS
Muy completa la reseña deportiva de una de las mejores de Cuba. Me gustaría preguntar a la comisión provincial, al Inder y a las direcciones políticas de la provincia: Quieren destruir la pasión por el béisbol en Sancti Spíritus o van a trabajar como un todo para recuperar lugares perdidos?. Soy de los que abogó por cambiar la dirección pero no critiqué la actual, a Lázaro Martinez mis más sinceras felicitaciones por llegar hasta dónde llegó. Desde ya hay que sentarse con Eriel Sanchez y diseñar una excelente preparación desde la base. Las autoridades políticas apoyen a esos muchachos a realizar una excelente preparación, dígase desde apoyar en la nutrición del atleta, transportación y necesidades personales. Saludos y exhorto a todos los factores a unir fuerzas y criterios para luchar por el campeonato en la venidera serie nacional de béisbol
Primer artículo, incluyendo los q atañe a otras esferas de la sociedad espirituana, en el q discrepo con la periodista. Aunque ella no lo reconozca, subliminalmente existe un conformismo con esa octava plaza.
Excelente artículo de Elsa cómo nos tiene acostumbrado. Soñar que se le podía ganar al superfavorito Pinar del Río era una quimera, un sueño imposible. Se entregaron con las armas que tenían para tratar de ganar o brindar espectáculo. Del sexto juego hay cosas que no entiendo porque no poner de primer relevo a Carlos Michel Benavides y traer al joven de Cabaiguan con su picheo regado. Escuche una declaración de la dirección del equipo que Álex Guerra ya estaba recuperado y listo para lanzar y porque no se usó, si ellos no tenían mañana. No obstante estoy contento con la actuación de los gallos, ese joven equipo logró contra viento y marea colarse en la fiesta de los playoff.
Excelente crónica Felicidades, ese es el lugar de los gallos, en la media del beisbol en Cuba, como es logico por ahora no se puede decir que van a ganar el campeonato, lucharon con garra y batallaron hasta el final, lograron la hombrada de ganar 18 de 21 juegos que es para recordar siempre en la historia del beisbol espirituano, se desgastaron para lograrlo y después el desestrés en los playoffs antes el poderoso Pinar además es el equipo más joven y menos experimentado de todos los equipos espirituanos clasificados a los playoffs, no se le puede pedir más solo el reconocimiento del pueblo y sus seguidores a los atletas y el cuerpo de dirección por estar una vez más entre los 8 del pais. Muchas felicidades GALLOS.
Excelente crónica, felicidade, ese es el lugar de los gallos, en la media que es muy bueno por delante de equipos superiores y es lo que deben conocer el equipo y sus seguidores para no vivir ilusionados por ahora de que se puede ganar el campeonato, hicieron la hombrada para clasificar y lo lograron (18 de 21 es para recordar siempre este titánico resultado) cuando nadie lo esperaba, se desgastaron y después efectivamente el desestrés antes el muy superior en todos los aspectos del juego como los Vegueros de Pinar y a pesar de esto obligarlo a llegar a un sexto juego. Lamentablemente los playoffs no es la forma más justa de definir cualquier campeonato porque en esta etapa los equipos superiores tienen el favoritismo y la suficiente preparacion y experiencia para imponerse, por otra parte de todos los equipos espirituanos llegados a los playoffs éste ha sido el más joven y menos experimentado sin embargo demostró mucha garra y entrega principalmente cuando lograron clasificar. Hay
que reconocer una y otra vez el llegar hasta aquí que se logró en 75 juegos por sólo 6 que son bien pocos y antes un superequipo, por tal razón merecen tantos los atletas y el cuerpo de dirección del reconocimiento del pueblo y sus seguidores. Muchas Felicidades.