Golpe bajo para Cuba: Boxeo no estará en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles

Aun cuando la cosecha más reciente del boxeo antillano en París 2024 fue una de las más bajas de la historia, este ha sido el deporte que más medallas y oros le ha aportado a Cuba en los anales de las 30 citas olímpicas

El Comité Olímpico Internacional aplicó la ley del más fuerte y sacó al boxeo de su lista de competencias de Los Ángeles.

La exclusión definitiva del boxeo del calendario olímpico de Los Ángeles es de los golpes más bajos que ha recibido el deporte cubano en general en toda la historia.

No peco del absolutismo que tanto rechazo. La confirmación del Comité Olímpico Internacional (COI) hecha hace unos días a cada uno de los Comités Olímpicos Nacionales, es literalmente, un jarro de agua fría que le llega al movimiento deportivo de la isla, más que a cualquier otro en el planeta, es como un gancho fuerte por debajo de la faja.

De sobra se sabe que, aun cuando la cosecha más reciente del boxeo antillano en la cita de París 2024 fue una de las más bajas de la historia de esa disciplina con solo un título y una medalla de bronce, este ha sido el deporte que más medallas y oros le ha aportado a Cuba en los anales de las 30 citas olímpicas nacidas en 1896. 

El título de Erislandy Álvarez, en los 63.5 kilogramos fue el número 42 logrado por la armada cubana en la historia olímpica y la presea 80 en total, un palmarés que solo supera Estados Unidos.

Aun con esa baja cosecha, la menor desde México 1968 y con una nómina incompleta (cinco de siete), el boxeo se confirmó como el buque insignia de Cuba en esas lides al conseguir lo que ningún otro deporte. Mientras los títulos representan cerca del 49 por ciento de los conseguidos por esta nación en citas estivales, en la cosecha total es el 32 por ciento.

El deporte que más se le acerca está bien lejos. La lucha ha conquistado 12 títulos y 32 medallas; el atletismo, 11 y 45; y el judo, 6 y 37.  Digo más, de todas las disciplinas asistentes, solo 15 han aportado medallas, de ellos 11 con títulos.  

Previo a París, el boxeo cubano ganó en los Juegos de Tokio y aportó cuatro de las siete coronas olímpicas de la isla en esa cita, y a lo largo de las ediciones olímpicas esta disciplina ha logrado imponerse desde que en Munich 1972 lo hizo por primera vez.

En lo adelante, excepto en Londres 2012 y ahora en París, siempre asistimos con equipos completos, de ahí la alta cosecha y solo en Beijing 2008 se fue sin oro.

Pero Cuba, aunque grande, es un átomo en una guerra que ya había avisado esta derrota del boxeo mundial que hacía rato estaba recibiendo cuentas de protección, amenazado de ser excluido de los programas de varias citas olímpicas hasta que ahora el desacuerdo ni siquiera llegó a la mesa de negociaciones, plagada de demasiadas controversias entre los tanques decisores.

El todopoderoso Comité Olímpico Internacional le aplicó la ley del más fuerte y sacó al boxeo de su lista de competencias de Los Ángeles y con ese golpe de autoridad o de poder más bien, terminó por derribar a Cuba en la lona.

Algo asomó en París cuando se azuzó la polémica y el desacuerdo entre este organismo y la Federación Internacional y la disyuntiva se centró en la argelina Imane Khelif, a quien la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) la descalificó de los Mundiales de Nueva Delhi 2023, tras poner en duda su condición de mujer debido a sus rasgos masculinos —según los expertos—; luego el COI la reivindicó al permitirle boxear en Francia, donde se convirtió en campeona olímpica de los 66 kilogramos.

Mas, a pesar de la polémica, aguas precedentes trajeron el lodo de la exclusión. Los argumentos del COI esgrimen, en más o menos términos, que el boxeo perdió crédito como disciplina y su organización rectora en el mundo amateur (IBA) fue acusada de irregularidades de todo tipo: financieras, técnicas y de estatutos, al punto de que el Comité Olímpico tomó el mando en las clasificaciones para la cita parisina.

La decisión adoptada ha encontrado rechazo en el mundo boxístico, pero nada ha cambiado ni parece pueda cambiar, aunque medien casi cuatro años para la cita estadounidense; también porque no pocas federaciones internacionales, desde hace rato, entraron en controversia con la IBA y buscaron alianzas con otras asociacionescomo la World Boxing.

¿Pudiera ser reversible la determinación? Habría que ver cómo se mueven los intereses, las alianzas, los dineros…

De momento, Cuba siente el perjuicio muy de cerca, aunque ello no implique una renuncia a la práctica del deporte, que compite hoy en el Campeonato Mundial Juvenil, anuncia la final de su Serie Nacional para diciembre y aplaude la inserción de sus mejores exponentes en los circuitos profesionales, como muestra de continuidad.

Mas, el anuncio de la salida del cartel olímpico del deporte que le ha dado más que medallas, reconocimiento y prestigio mundial, sí le suena el gong al movimiento deportivo de la isla y le impone replanteos tempranos de cara a Los Ángeles 2028.

Elsa Ramos

Texto de Elsa Ramos
Premio Nacional de Periodismo Juan Gualberto Gómez por la obra del año (2014, 2018 y 2019). Máster en Ciencias de la Comunicación. Especializada en temas deportivos.

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