De vuelta al sector del Turismo, luego de algún tiempo fuera, sobre todo en la etapa de la covid, cuando disminuyeron los viajes internacionales y la economía comenzó a declinar, Abdel Licor Cruz, cantinero del bar-piscina en el hotel Meliá Trinidad Península, confiesa su apego por esta actividad, que asume desde hace años y le ofreció la posibilidad de superarse.
Todavía recuerda el momento en que, muy joven aún, se vinculó al Turismo mientras estudiaba en la Escuela Formatur, de Trinidad, donde pudo capacitarse para varios oficios.
Con solo 39 años, el carismático cantinero cuenta en su haber con un amplio desempeño en distintos hoteles de la península, donde pudo desarrollarse y, a su vez, completar la experiencia que hoy lo distingue.
¿Qué opina de la potencialidad del polo turístico?
“Trinidad cuenta con lo que no existe en ningún otro sitio de la isla, es decir, playa, naturaleza e historia y tradición; eso, sin dudas, atrae a muchos turistas de distintas partes del mundo, además del clima tropical que siempre nos acompaña, aun en la etapa de invierno, lo que posibilita el disfrute de baños ya sea en el mar o en los ríos, que también forman parte de la geografía en este sureño territorio”.
¿Cómo impacta el éxodo de personal en estas instalaciones?
“La covid hizo retroceder el Turismo en Trinidad y, con ello, la fuerza de trabajo calificada, pero ahora se está recuperando no solo el servicio, sino el propio personal que se había formado y luego recaló en el sector no estatal. Hoteles como el Costasur, Memories Trinidad del Mar, Ancón, Las Cuevas, La Popa y hasta el Iberostar Trinidad se vieron afectados por este motivo, pero a raíz de la reapertura y la garantía en el arribo de los visitantes se nota un resurgir de los servicios, resurgir que necesita Trinidad para sustentar todas las propuestas turísticas que se derivan de la afluencia de extranjeros que llegan a esta tierra atraídos por sus playas, sus montañas, su artesanía y su cocina.
“Es cierto que los egresados de la Escuela de Formación Turística salen con una formación completa y una profesionalidad que los distingue. Tan así es que cuando visitas un restaurante o cafetería del sector no estatal, donde el personal trabajó primeramente en alguno de nuestros hoteles, te percatas del nivel de formación que tienen, si se compara con los que aprendieron sobre la marcha, aunque, repito, que muchos de los que se salieron del sector, lo hicieron motivados por salarios más tentadores, pero en realidad disfrutan servir en los hoteles del litoral o los de la ciudad”.
¿Y su regreso cómo ha sido?
“Ya llevo unos cuatro meses en este nuevo puesto dentro del hotel Meliá Trinidad Península, una majestuosa instalación con categoría cinco estrellas que promete estar entre las de mayor demanda, porque cuenta con muchas potencialidades. A mi regreso, después de haber estado vinculado al sector no estatal por un tiempo, transité por varias áreas hasta llegar a la cantina del bar-piscina, donde me encuentro muy a gusto, sobre todo porque me place socializar y aquí puedo hacerlo con personas de distintas partes, incluidos los nacionales que nos visitan”.
Entre las cálidas aguas del Mar Caribe, la vista a la majestuosa Sierra del Escambray y los encantos de la villa patrimonial donde reside, pasa los días Abdel, un apasionado de la creación de tragos y cocteles, conocedor y exigente cantinero que no pone reparos cuando se trata de servir con buen gusto.
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