Desde que Yenlis Ruiz Acosta llegó al Hogar Materno Municipal de Yaguajay se sintió como en casa. Y es que en este lugar ha encontrado todo lo que necesita para llevar a feliz término su embarazo: medicamentos a su hora, alimentación balanceada a pesar de las estrecheces de estos tiempos, el amor de los profesionales y el seguimiento oportuno.
Allí, en un extremo de la cabecera municipal, esta instalación reconforta. Desde la primera mirada se aprecia tranquilidad, armonía y confort. Quienes pasan parte del embarazo en este sitio agradecen las buenas prácticas asistenciales y los desvelos por su salud.
ATENCIÓN DE LUJO
En uno de los departamentos del Hogar Materno permanece desde horas bien tempranas Eloísa María Reyes Cabrera, especialista en Medicina General Integral (MGI), con certificación para el manejo de las embarazadas en esas instituciones. Al pie de la cama de cada paciente o detrás de las historias clínicas, esta mujer les sigue el rastro a las diferentes patologías que pueden poner en peligro la vida de las madres o de sus infantes.
“Aquí las embarazadas reciben todas las atenciones, tanto por los factores de riesgo que traen como los servicios de Estomatología, Ultrasonido y Psicoprofilaxis, entre otros. Además, se realizan los pases de visita con los obstetras, miércoles y sábados”, apunta la doctora, mientras analiza la historia clínica de una de las gestantes hospitalizadas.
Que los ultrasonidos y los exámenes clínicos se realicen al pie de la letra, que el reposo no falte y que las prescripciones médicas no dejen de materializarse son empeños cotidianos de la instalación de salud. Por esta vigilancia extrema, los profesionales que laboran en el centro saben de sobra que la edad materna avanzada, el riesgo socioambiental, las enfermedades crónicas no transmisibles, entre otros, resultan los principales factores de riesgo que provocan muchos de los ingresos.
“Toda embarazada cercana al parto que esté lejos de un centro de Salud tiene que estar ingresada. Por tanto, los ingresos provienen de Venegas, Meneses, Mayajigua y la parte rural de Yaguajay.
“También están las pacientes con anemia y bajo peso. Hoy es importante decir que adolescentes en edad extrema no tenemos”, destaca la doctora Eloísa y apunta que, a la par de la atención médica, desarrollan una labor educativa en pos de preparar a las gestantes para el parto.
Un curso sobre el programa del parto respetuoso ha llegado como anillo al dedo. Dicha alternativa persigue dotar de habilidades a las gestantes desde el comienzo del embarazo hasta el parto y los cuidados en el puerperio. En las seis clases previstas se insertan las embarazadas y los familiares que ellas elijan.
“En la primera clase les vamos enseñando los principales cambios que ocurren en la mujer durante su embarazo y cómo cuidarse para evitar las molestias de este proceso; se hacen ejercicios respiratorios, circulatorios y todas las mañanas se realiza una gimnasia matutina donde, acabadas de levantar, realizan ejercicios de estiramiento y relajación”, refiere Lisbet Aquino Martín, psicóloga del centro.
Con estos conocimientos, las 15 embarazadas que permanecen hoy en el Hogar Materno Municipal de Yaguajay recibirán en mejores condiciones el momento del parto. Lo corroboran Yenlis Ruiz Acosta y Lisbeily Venegas Benavides.
“Todos los días nos toman la presión, la temperatura, nos miden la barriga, y siempre están atentos a cómo nos sentimos. Yo, que soy primeriza, atiendo los encuentros con la psicóloga y estos ejercicios me han aportado mucho”, cuenta Ruiz Acosta, mientras Lisbeily, casi próxima a la fecha de dar a luz, sentencia que “la preparación sobre el parto respetuoso ayudará a enfrentar ese momento”.
Y es que este programa también aporta desde el punto de vista psicológico. “Se preparan para que no vean el momento del parto como algo negativo, doloroso, sino que conozcan cada una de sus fases, lo que van a sentir, lo que van a pasar, porque este programa del parto respetuoso pone en primer lugar el respeto hacia la embarazada”, señala Aquino Martín.
ESCENARIO DOCENTE
Al tiempo que la doctora Eloísa realiza los pases de visita de conjunto con los obstetras y sigue la evolución de cada paciente, mantiene especial atención sobre la formación docente. La presencia de estudiantes de cuarto año de Medicina confirma la vocación del centro por la preparación de los futuros galenos.
“Toda esa atención que se le da a la embarazada en el consultorio tiene continuidad aquí y es un medio de enseñanza grande porque casi todos los que hoy estamos formando se gradúan como médicos generales. Tienen que poseer un conocimiento general, sobre todo, del Programa de Atención Materno Infantil (PAMI).
“Con ellos realizamos pases de visita, impartimos la docencia según el programa, más la práctica que hemos aprendido a diario en el Hogar Materno. Ese manejo se lo enseñamos, saber cuándo se capta una embarazada, cómo se sigue una embarazada, cómo se valora, cuáles son los principales factores de riesgo a los que ellos se van a enfrentar cuando sean médicos”, precisa la doctora.
De esta oportunidad puede nacer el amor por la Ginecobstetricia. Bien lo sabe la doctora Eloísa, quien suma 10 años de labor en el Hogar Materno y ha visto a muchos de los educandos inclinarse por esta especialidad.
“Muchos cuando llegan aquí dicen que van a ser obstetras. La Ginecobstetricia en sí es muy linda. Es muy gratificante ver a una embarazada desde que comienza hasta que felizmente llega al término, y que tenga un bebé saludable. Desde que entramos aquí somos conscientes de la gran responsabilidad que nos ocupa y así se lo hacemos saber a cada uno de los estudiantes que entran a este centro”, puntualiza.
Quizás por ello, Keilyn Dalila Chinea Hernández no desaprovecha esta rotación. Desde que pone los pies en el Materno no hace otra cosa que sumar conocimientos sobre la atención a las gestantes. “En las mañanas hacemos los pases de visita y siempre nos dan explicaciones. Esta rotación no solo me va a aportar para si en un futuro escojo la especialidad de Ginecobstetricia, sino también para mi vida personal”, confiesa la joven de cuarto año de Medicina.
Así lo corrobora también Samuel Pineda Salas, quien todos los días se traslada de Venegas a Yaguajay para aprender sobre dicha especialidad. “Ya me estoy enfrentando, siendo alumno, a pacientes que están embarazadas. Por tanto, aprenderé todas las maniobras y procederes que se hacen en la atención de una gestante y de sus familiares”, subraya.
Sin dudas, el Hogar Materno Municipal de Yaguajay más que un sitio para sanar dolencias, se ha convertido en una especie de cofradía entre madres, galenos y un personal que hace cuanto sea posible por el bienestar de sus pacientes.
Muchas felicidades a ese gran colectivo de trabajo, tanto personal médico y de enfermería así como los de servicios,cocina y personal administrativo con los cuales e compartido casi toda mi vida profesional durante casi 25 años como médico de esa institución a la cual tengo como mi segunda casa. Dónde siempre se le a brindado a todas las pacientes una atención integral,especializada por parte de todos los trabajadores del centro, haciendo que las pacientes se sientan como en sus casa. Muchas felicidades a ese gran mi gran colectivo de trabajo a la DMS al partido al gobierno del territorio y demás empresas que siempre están apoyando a nuestra institución para lograr los resultados y el prestigio ganado durante estos años, considerandose como uno de los mejores Hogares Maternos de la provincia y del país.
Gracias a los compañeros del periódico Escambray por ese artículo tan lindo sobre el trabajo que se realiza en el Hogar Materno de Yaguajay el cual estoy seguro se realiza en todas las instituciones de salud de nuestro municipio y de la provincia y los exhorto a qué sigan realizando y publicando trabajos como este en otras instituciones de salud para que se reconozca el trabajo y esfuerzo de sus trabajadores y personas como yo que nos encontramos hoy lejos de nuestro país, cumpliendo misión médica en varios países, nos sintamos orgullosos de ser parte de esos resultados alcanzados. Muchas gracias a todos.