Ingenio, talento y compromiso, ingredientes de la Empresa Cárnica Sancti Spíritus

Esta entidad se apoya en los conceptos de economía circular para mejorar tecnologías, aumentar producciones y abaratar los precios

En la planta de perros calientes las innovaciones a su maquinaria y la unión del colectivo impulsan sus producciones. (Foto: Alien Fernández/ Escambray)

Del sueño de crear con sus manos en el laboratorio disfruta, desde hace años, la satisfacción de hacer lo que quiere con deseo. Mirialys Guevara Trujillo, ingeniera química, ha logrado con saberes y talento como ingredientes principales aportar nuevos productos que se elaboran y comercializan en la empresa cárnica de esta provincia.

«La más reciente fórmula es del año pasado: una masa de hamburguesa que ha tenido muy buena aceptación entre los consumidores. Por tanto, le ha generado significativas sumas de dinero en utilidades netas a nuestra entidad».

Y más allá de ser disfrutable en las mesas espirituanas y otras partes del país, el producto con sello yayabero ha arrasado en el fórum de base, empresarial y espera por asistir al nacional del Ministerio de la Industria Alimentaria (Minal).

«Siempre es un reto. Por lo general, surgen esos aportes de una necesidad. Nuestra máxima es trabajar y generar comida para el pueblo. Y ahí chocamos con las ausencias de materia prima o sus altos precios. Entonces, innovamos para hacer formulaciones, por ejemplo, con harinas alternativas de yuca, arroz, maíz. Así, además, reducimos gastos y se pueden disminuir los precios de las ventas del producto final. Pensamos siempre cómo no afectar el último eslabón de la cadena: nuestro pueblo».

Cuando se le escucha, los 31 años de Mirialys Guevara se disipan. Ella confirma que no ha perdido tiempo tras su egreso de la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas (UCLV). Primero, laboró en una Unidad Empresarial de Base (UEB) y sus resultados fueron el pasaporte perfecto para ser transferida a la Empresa Cárnica Sancti Spíritus, donde se aprietan los cinturones durante todo el año para cumplir con los compromisos de entregas de alimentos destinados a la canasta básica, la merienda escolar, el consumo social, así como las ventas al sector del turismo y a otras provincias.

«Una llega para aprender y así ha sido. A pesar de mi juventud, el respeto que hoy siente el resto del colectivo es porque me he esforzado mucho».

Lianet González Castellano todavía respira profundo cuando en los consejos de dirección se sienta a la derecha del director general. La rodea la experiencia, con una trayectoria que alarma cuando se cuenta: primero especialista en tecnología, luego jefa de la planta de perro caliente ―una de sus fundadoras―, un impasse por la licencia de maternidad, otra vez tecnóloga, hoy se viste de directora adjunta. Solo tiene 31 años.

«Laborar en esa planta ―única de su tipo en el país― me aportó no solo conocimientos en la rama de la dirección, sino en la creación de productos con lo que tenemos a la mano. Uno de ellos es la jamonada espirituana y con respecto al perro caliente ―receta foránea― se han modificado algunos ingredientes como la harina de trigo. Luego de la covid adquirir materias primas se ha complejizado y encarecido mucho más», acota esta ingeniera industrial.

Huber Ulises Macías Neira sabe bien cuánto significa para el colectivo que lidera y en jornadas de producción vivir a plenitud la madrugada y descansar cuando el día está más intenso. En la planta de perros calientes de Sancti Spíritus a las máquinas modernas no se les permiten largos descansos.

«Somos una entidad joven y con muchos jóvenes. Los más expertos han sido decisivos para mantener en pie las piezas. Por ejemplo, cuando se rompió la ducha de enfriamiento con un alto costo en el mercado internacional sabíamos que no podíamos detenernos a esperar que pudiera adquirirse y llegar a nosotros. Entonces, en el consejo de dirección, tras varias pruebas se decidió enfriar con hielo. Y eso no ha afectado la calidad de las producciones», explica quien, con solo 25 años, conoce de memoria cada etapa de producción e iniciará sus estudios como Ingeniero Industrial.

Yunierky Llanes Hernández, también testigo de los poco más de cinco años de existencia de la planta de perro caliente de Sancti Spíritus habla cómo han adoptado decisiones para continuar con el aporte a la comida del pueblo.

«Cuando se han hecho labores integrales de mantenimiento, nos hemos sumado a la elaboración de picadillo de res y extendido. Así, además, evitamos que nuestros trabajadores estén sin devengar salario. Y algo que hemos logrado es la estabilidad en el recurso humano y la clave ha estado en la dirección con experiencia, en la unidad entre todos y los salarios».

Laboratorio Económico

Insatisfechos con los resultados porque ni tan siquiera rozan la alta demanda que hoy tiene adquirir comida en Sancti Spíritus y el resto del país, el colectivo de la empresa cárnica explora opciones para generar ingresos que permitan mejorar tecnologías y abaratar las compras de materias primas, siempre con un precio superior por la vía de terceros. 

«Incursionamos desde 2023 en las ventas online con plataformas como Tuambia y Alimentos Cuba, esta última perteneciente a una agencia canadiense. Fuimos los primeros de nuestro Ministerio en entrar en esta opción viable y ventajosa para la empresa estatal que permite la captación de moneda dura», añade González Castellano.

En el consejo de dirección se decide el destino final de los ingresos de dichas ventas que se han convertido en verdaderas bocanadas de oxígeno para la entidad.

«Muchas de nuestras producciones responden a la economía circular. Tenemos una UEB agroindustrial con una granja porcina para la ceba de cerdos que servirán como materia prima de carnes y conservas. Se alimentan con lo que se obtiene en la planta de pienso líquido, donde se procesan todos los desperdicios de mataderos de res y de las otras industrias que elaboran los conformados. Abaratamos los costos de los productos, salen a la calle con menor precio y todas las ganancias quedan en casa. Por tanto, podemos seguir invirtiendo en nuestras necesidades y aspiraciones.

«Trabajamos también en dos proyectos de asociación económica internacional. Uno es con alcance para la planta de perros calientes. Hoy financiamos una línea de obtención de la carne que manualmente no se puede obtener del deshuese del ganado vacuno. Se puede usar esta en la elaboración de carnes en conserva, embutidos y croquetas», concluyó la joven directiva.

En esta empresa hay ingredientes de ingenio, talento y compromiso, a fin de eliminar muchos de los obstáculos que se atraviesan en el hacer diario para cumplir con el objeto social de una entidad reconocida por sus resultados a nivel de país.

Lisandra Gómez Guerra

Texto de Lisandra Gómez Guerra
Doctora en Ciencias de la Comunicación. Reportera de Radio Sancti Spíritus y corresponsal del periódico Juventud Rebelde. Especializada en temas culturales.

2 comentarios

  1. Todos los trabajadores que pertenecen a esta empresa, somos testigos de los esfuerzos que realizan para brindar estos productos a la población y la preocupación de la dirección de la empresa por generar ingresos a sus trabajadores.

  2. Y por supuesto, algo que está lastrando la economía cubana. Erradicar el delito, la malversación y el robo de las producciones que deben ir hacia los sectores más vulnerables y no ha manos de los que más tienen que son los receptores de esos hechos delictivos . Y les digo una cosa, es fácil terminar con esos delitos, solo hay que tomar la decisión y hacerlas cumplir.

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