La tensión en la frontera entre Líbano e Israel escaló hoy tras los intensos intercambios de golpes entre el movimiento Hizbulah y el Ejército, una situación que amenaza con desatar un conflicto regional.
Ambas partes reclamaron el éxito en sus ataques: mientras la milicia chiita afirmó que logró impactar numerosos sitios estratégicos en Israel, el primer ministro Benjamin Netanyahu anunció que una incursión preventiva logró destruir unos 40 sitios de lanzamientos de misiles del grupo libanés.
Según la versión de un funcionario israelí, citado por la Radio del Ejército, las Fuerzas Armadas (FDI) detectaron los preparativos de Hizbulah y poco antes de las 05:00, hora local, lanzaron un ataque en el que participaron 100 aviones.
En declaraciones al portal noticioso Ynet, otra fuente castrense amenazó con una invasión terrestre al vecino país al señalar que “tenemos otros planes de ataque (…) cualquier acción aprobada por el nivel político la llevaremos a cabo”.
Sin embargo, el movimiento libanés negó tales informaciones y calificó de éxito la operación tras disparar más de 320 cohetes y drones contra numerosos blancos, incluidos 11 bases militares.
La agrupación armada aseguró que en las próximas horas, su líder, Hassan Nasrallah, se dirigirá al país para explicar la situación y refutar las declaraciones israelíes.
Señaló que su ataque es el primer paso de la represalia por el reciente asesinato de los servicios de inteligencia israelíes en Beirut de la máxima figura militar de Hizbulah, Fouad Shukr.
Precisamente, Ynet reportó que uno de los objetivos del bombardeo del grupo era el cuartel general del Mossad (servicio de inteligencia exterior) y la base 8200, aunque indicó que no fueron alcanzados.
En medio de la escalada, el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, declaró una “situación especial” en las próximas 48 horas, un término jurídico utilizado en este país en tiempos de emergencia y que otorga a las autoridades poderes adicionales.
Desde el comienzo de la agresión israelí contra la Franja de Gaza, hace más de 10 meses, Hizbulah y las FDI intercambian golpes casi a diario a lo largo de la línea fronteriza entre ambas naciones.
La formación político-militar libanesa afirmó que sus operaciones tienen como objetivo respaldar la lucha del pueblo palestino y por tanto, advirtió que solo silenciará las armas tras el fin de la guerra en Gaza.
En los últimos meses, tanto Netanyahu como miembros de su gabinete amenazaron en varias oportunidades de invadir al Líbano.
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