Con los ojos vendados puede llegar a cualquier libro de la colección que se resguarda en la biblioteca de la institución educativa Ignacio Agramonte, de la comunidad rural de Banao. Y es que a ese sitio María de los Ángeles Martín Miranda ha dedicado 39 años de su vida. Título a título ha crecido como profesional y como ser humano.
“Soy oriunda de ese poblado y, aunque pude estudiar otra carrera porque tenía buen promedio, no dudé en ser bibliotecaria, pues desde pequeña me ha interesa la lectura”.
Recuerda aquellos días en que su papá ayudó a germinar su colección personal. Fue justo el momento exacto en que descubrió a un autor del cual le ha sido imposible desprenderse.
“Me gradué en el año 1981 y comencé a trabajar en la entonces escuela pedagógica como profesora de biblioteca. Al cabo de los tres años, cuando terminé el servicio social, me incorporé a la biblioteca de mi actual centro escolar.
“Fundé su colección y, desde entonces, la clasificación 081, donde se agrupan todos los libros sobre nuestro Héroe Nacional, no ha dejado de moverse porque me gusta mucho, lo vivo, lo siento y, por supuesto, se lo transmito a mis estudiantes”.
La aclaración se confirma en la hoja de vida de María de los Ángeles Martín Miranda, quien ha tenido bajo su tutela 25 ganadores en el Concurso Nacional Leer a Martí. Récord aparte, denota un trabajo consciente en la promoción del ideario del autor de La Edad de Oro.
“Comenzamos el trabajo dirigido a ese concurso y a partir del 2003 tuvimos los primeros laureados hasta el 2022. Nuestra institución educativa es la única a nivel de país con ese resultado. Claro que el logro no es solo mío porque en eso están las manos de los maestros, los padres y la comunidad porque es una labor fuerte que lleva mucha dedicación.
“Nuestros estudiantes tienen que leer e interpretar la obra de Martí para después escribir. No esperamos la convocatoria del concurso, sino que resulta una labor sistemática. Como estrategia también tallereamos las obras ganadoras. Ya incluso contamos con una de teatro que responde al cuidado del entorno comunitario”.
En tiempos de tecnologías y soportes que para muchas personas resulta muy atractivo, ¿cómo se puede fomentar el hábito de la lectura?
“Ahora es cierto que resulta un poquito más difícil porque las redes sociales atrapan mucho a los estudiantes. Pero contamos en la biblioteca también con unos CD maravillosos, llegados a través del Programa Nacional por la Lectura. Igualmente, tenemos acceso de forma virtual a la Casa Museo de José Martí y algunos DVD relacionados con la obra martiana.
“Incentivamos las descargas de los textos en Internet y así intencionamos el uso del teléfono o la tableta, no solo para consultar los libros digitales que forman parte de nuestra colección”.
Habla María de los Ángeles Martín con pasión y dominio íntegro de cada título que les pone en las manos a los niños que por varios años ha logrado seducir con la palabra de José Martí.
“Mi mayor orgullo es que tengo muchos alumnos que, además de buenos en el plano académico, aman y aplican las enseñanzas del Apóstol. Puedo mencionarte de los primeros ganadores del concurso que hoy ya son hombres y mujeres y ejercen como ingenieros, médicos, especialistas en Economía. Pero todos son seres humanos de bien por llevar a Martí en el corazón.
“Y es que en lo particular sigo en el plano personal su legado, donde se destaca la grandeza de cuando somos humildes y sencillos. Ambas cualidades me caracterizan, al igual que ser una trabajadora responsable, y esas enseñanzas del Héroe Nacional no dejo de transmitirlas”.
Con esa misma humildad, María de los Ángeles Martín Miranda conoció por su esposo la noticia de que había merecido el premio Jorge Juan Lozano Ros. En este 2024, por primera vez se confiere a personalidades, bibliotecarios, maestros, instituciones y proyectos que realicen una amplia labor de promoción de la obra martiana.
“Él lo escuchó por el noticiero y enseguida me llamaron las muchachas de la Biblioteca Provincial Rubén Martínez Villena. Sabía que me habían nominado, pues debí entregar mi currículo y las evidencias de las obras ganadoras, pero entre tantas personas con un trabajo distinguido jamás imaginé que se acordarían de esta bibliotecaria de Banao”.
Es ella la misma hija de esa tierra hermosa que, aunque pasó los límites de las seis décadas y de ellos 42 de trabajo, asume la idea de la jubilación como un proceso que no incluye el total descanso.
“Lo he pensado, pero sería para reincorporarme. En la escuela no quieren dejarme ir. Somos tres bibliotecarias, trabajamos de conjunto, nos ayudamos y nos entendemos. Por ahora lo que ya tengo previsto es hacer la categorización.
“Siempre digo que no me iré del todo, en primer lugar por el amor que me tienen, por el compromiso que tengo con todos y porque amo mi escuela y mi colección”.
Admirable mujer! La recuerdo como María, pues la entrevisté en su escuela muchos años atrás, allá por los 90, creo, y ya con una obra reconocida. Bendecidos Sancti Spíritus, Banao y ese centro educacional por tenerla.
Felicidades, bibliotecaria!!! 🎈🥂🎉🎁🎂🎊🥳🍾
Conozco a esta compañera hace muchos años, fui vecino de ella mucho tiempo, porque soy de Banao, es una excelente educadora, ama su profesión por lo que tiene un trabajo meritorio en mi antigua escuela Ignacio Agramonte. Muchas felicidades y que continue brindando tanto amor en su trabajo
Fui su alumna.la recuerdo.en sus clases .dejo huellas muy bonitas en mi.su pasión por la lecturas, especialmente en las obras de José martí.
Hace varias décadas conozco el trabajo de María, a quien tuve la oportunidad de visitar en más de una ocasión, y hemos intercambiado profesionalmente en diferentes espacios. Los premios alcanzados en su fructífera carrera están más que justificados. Me alegra conocer del nuevo reconocimiento obtenido. Sigue al pie del cañón dando lo mejor de ti. Un abrazo, amiga.
María una excelente bibliotecaria donde a llevado su labor con mucho empeño por el amor que le ingendra muchos años en su comunidad. Muchas felicidades muy bien merecido su reconocimiento