El boxeador espirituano Jorge Cuéllar asume desde este viernes y hasta el domingo el más duro desafío de su joven carrera: intentar un boleto para los Juegos Olímpicos de París.
La posibilidad la tendrá cuando defienda la opción de Cuba en los 71 kilogramos en el preolímpico de Bangkok, Tailandia, que repartirá los últimos cupos de este deporte a la cita francesa.
Para montarse en el tren al que su coterráneo Alejandro Claro ya subió, Cuéllar tendrá que hacer el torneo de su vida ya que, de los tres hombres que tienen ese propósito en el mencionado evento, él es el de menos carretera competitiva e internacionalmente lo que más ha logrado es bronce en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador, 2023.
Este propio año en la versión 60 del torneo Nacional Playa Girón, con sede en Sancti Spíritus, además de titularse en la división de los 71, integró el cuadro de honor como el más técnico.
Un poco después no pudo lograr su cupo cuando cayó en la fase eliminatoria en el preolímpico de Busto Arsizio, en Italia.
Los otros dos púgiles que pelearán junto a Cuéllar son Erislandy Álvarez, en los 63.5 kilogramos y Fernando Arzola, en más de 92, mientras entre las mujeres la única que queda con posibilidades es Yakelín Stornell, en los 65.
Previo al preolímpico, los boxeadores cumplieron una base de entrenamiento para encarar la dura prueba.
Ya Cuba tiene a cuatro hombres clasificados a París 2024: los bicampeones olímpicos Julio César La Cruz, en 92 kilogramos, y Arlen López, en los 80; y los menos experimentados Saidel Horta, en los 57, y Alejandro Claro, en los 52.
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