La renuncia de Joe Biden a su reelección ha iniciado una nueva campaña presidencial en Estados Unidos. La reacción del aparato demócrata ha sido unánime en el respaldo al mandatario por su difícil decisión y en el reconocimiento de su legado, aunque el consenso no es tan abrumador en cuanto a su apoyo a la vicepresidenta Kamala Harris como candidata. Es notable el silencio de Barack Obama, que durante la última semana presionó en privado para convencer a Biden, su exvicepresidente, de que diera un paso al lado. En su reacción a la noticia, no dio apoyo explícito a ningún candidato: “Navegaremos aguas desconocidas en los próximos días. Pero tengo una confianza extraordinaria en que los líderes de nuestro partido serán capaces de crear un proceso del que surja un candidato sobresaliente”, aseguró ayer en un comunicado.
El respaldo de Biden a Harris como su sucesora, expresado a través de las redes sociales tras el anuncio de su abandono, no implica que vaya a ser la candidata demócrata: los 3.904 delegados que se llevó el presidente durante el proceso de primarias, casi la totalidad, estaban obligados a votar por él, pero podrían decantarse por otra opción en el caso de que otro demócrata dé un paso al frente y presente su candidatura. Si se da ese proceso competitivo, se plasmará en una convención nacional abierta en Chicago del 19 al 22 de agosto.
De momento, Harris es la única candidata y la más viable: heredará el legado político de Biden y la recaudación de su campaña. Aunque en los últimos tres años y medio ha mantenido un perfil bajo, ha tenido más visibilidad que los otros posibles candidatos, y su perfil ilusiona más a los jóvenes, los latinos y los afroamericanos, con quienes Biden estaba sufriendo por conectar.
“Los logros de Joe Biden en los últimos tres años no tienen parangón en la historia moderna”
En su primer acto como candidata demócrata, Harris ha participado esta mañana en una recepción anual en la Casa Blanca con la asociación nacional de atletas universitarios (NCAA). “Los logros de Joe Biden en los últimos tres años no tienen parangón en la historia moderna. En un mandato, ya ha superado el legado de la mayoría de los presidentes que han cumplido dos mandatos”, ha asegurado en el primer discurso de su carrera electoral.
“Las cualidades que le he visto como padre son las que le he visto como presidente: su honestidad, su integridad, su fé y su amor hacia su familia y hacia nuestro país. He sido testigo de cómo ha luchado día a día por los americanos y estamos agradecidos por su trabajo”, ha dicho Harris, sonriente, en una breve declaración, antes de dar paso a los discursos de los atletas. Con sus primeras palabras como candidata, que solo han hecho referencia al presidente, Harris ha enviado el mensaje de que es la candidata de la continuidad de las políticas de Biden.
La vicepresidenta ha aglutinado importantes apoyos en las últimas horas, como el de la expresidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi: “Con inmenso orgullo e ilimitado optimismo por el futuro de nuestro país, apoyo a la Vicepresidenta Kamala Harris para Presidenta de los Estados Unidos. Confío plenamente en que nos llevará a la victoria en noviembre”, ha asegurado a través de sus redes sociales.
También la apoyan Bill y Hillary Clinton. “Conozco a Kamala Harris desde hace mucho tiempo. Esta brillante fiscal se presenta contra el delincuente convicto de Donald Trump y su agenda de Project 2025, que busca quitarnos nuestras libertades”, ha asegurado la excandidata en una publicación en X, refiriéndose al plan del centro conservador Heritage Foundation para los primeros cien días de un posible mandato de Trump, que, entre otras medidas, aboga por el recorte drástico de la Administración. “No puede hacerlo sola. Sea parte de esta campaña histórica hoy”, concluye la publicación de Clinton, con un enlace para contribuir económicamente a la campaña.
El multimillonario exalcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, ha rechazado respaldar a Harris en una publicación en X: “Los demócratas ahora tienen la oportunidad de un nuevo comienzo y, aunque algunos líderes electos y funcionarios del partido ya están dando sus respaldos, todavía faltan cuatro semanas antes de que los más de 4.000 delegados del partido se reúnan en Chicago”.
Los grandes donantes, algunos de los cuales habían congelado sus aportaciones, ya se están movilizando y en las primeras horas tras el anuncio recaudaron ayer 49,6 millones de dólares para la renombrada campaña “Harris for President”, que utilizará los 98 millones en reservas de efectivo, así como el personal y la infraestructura, de la del mandatario. Sin embargo, varios abogados especialistas en financiación de campañas y afines a los republicanos sostienen que la campaña no tiene autoridad legal para hacer ese traspaso, y aseguran que impugnarán la maniobra ante la Comisión de Elecciones Federales (FEC).
Charlie Spies, un destacado abogado del Partido Republicano, dijo que tanto Biden como Harris tendrían que haber sido nominados oficialmente por el Partido Demócrata en la convención antes de que pudiera producirse cualquier tipo de traspaso. Según afirma, la ley de financiación de campañas únicamente permite al candidato a la vicepresidencia asumir el control del depósito de la campaña si el candidato presidencial se retira.
Biden, que tiene previsto dirigirse a la nación a finales de esta semana para explicar su decisión, se dedicará a partir de ahora “exclusivamente” a desempeñar sus “funciones como presidente”. Entre ellas, tiene previsto recibir en la Casa Blanca al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que ya se dirige a Washington y acudirá el miércoles al Congreso, invitado por los líderes de ambas cámaras legislativas por iniciativa del republicano Mike Johnson, presidente de la Cámara de Representantes. El horario del encuentro con Biden no está todavía confirmado por la Administración, pero se prevé que se dé antes, posiblemente mañana.
Biden tiene previsto recibir a Netanyahu en la Casa Blanca y explicará su decisión durante la semana
Después de que Biden haya dado paso a su vicepresidenta, Harris tendrá que presentar un compañero de ticket electoral antes de los comicios. Como hizo Trump la semana pasada con J.D. Vance, es posible la candidata lo anuncie durante la convención nacional de Chicago, el próximo agosto. Según apuntan numerosos analistas, su elección deberá complementar el perfil progresista de Harris, una candidata capaz de movilizar al electorado demócrata, ilusionado con la posibilidad de elegir por primera vez a una presidenta mujer y afroamericana, pero que puede sufrir en estados del cinturón industrial, como Michigan, Wisconsin y Pensilvania, que se auguran decisivos en estas elecciones.
Si toma ese camino, puede que se decante por un hombre blanco que interpele a la clase trabajadora de esas comunidades en declive industrial, como hizo Biden cuando se convirtió en el primer presidente en acudir a un piquete, de la huelga del motor en Detriot (Michigan), en septiembre año pasado. Entre los nombres que han emergido en las últimas horas, y que encajan en el perfil, destacan gobernadores como Roy Cooper (Carolina del Sur), Andy Beshear (Kentucky), Josh Shapiro (Pensilvania) y Tim Walz (Minnesota).
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.