Cuando Karla Parapar Prado estuvo a punto de proponer su tema de investigación para graduarse como ingeniera industrial en la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas, pensó en una temática que aportara al mejoramiento de una de las empresas del territorio.
De esta forma, aprovechó las herramientas de la academia y trabajó en el diseño de un sistema de Análisis de Peligro y Puntos Críticos de Control en el matadero Simón Bolívar, perteneciente a la Empresa Agropecuaria Obdulio Morales, de Yaguajay. Con su investigación, Karla apostó por garantizar la inocuidad de los alimentos en ese sitio.
Gracias a los aportes de la indagación y no por obra del azar esta joven yaguajayense aterrizó en dicha entidad agropecuaria tras concretar su título de ingeniera industrial. Una vez en el centro, asumió su período de adiestramiento, el cual le ensanchó el camino del aprendizaje.
“Si en algo me ayudó la Empresa Agropecuaria Obdulio Morales fue en mostrarme el camino del mundo laboral. Al llegar como recién graduada enseguida me dieron diversas tareas. Nunca estuve sin hacer nada, y eso creó en mí el sentido de la responsabilidad y el compromiso de cumplir con lo que me tocaba.
“Durante ese período de adiestramiento roté por las áreas de Desarrollo y la Dirección. En cada una de ellas aprendí mucho, porque es muy importante vincular la teoría con la práctica. Uno no puede creerse que se lo sabe todo. Hay que apoyarse también en la experiencia de quienes llevan años al frente de una labor”, asegura.
Al terminar su adiestramiento, se desempeñó como especialista en Gestión de la Calidad, cargo en el que permaneció cerca de dos años. Luego, la tomó por sorpresa su nombramiento como directora adjunta de la empresa, función que asume desde hace seis meses y con solo 27 abriles.
El tiempo ha pasado y todavía no se lo cree. Mas, a pesar de los desafíos que le ha impuesto esta responsabilidad, Karla ha logrado encauzar el trabajo con la creatividad que impone la juventud y la voluntad de quien sabe que empujar el desarrollo de su entidad es también la mejor manera de alcanzar el progreso del municipio.
“Las funciones del director adjunto son las mismas que las del director general de la empresa. Claro, hay algunas propias que asumo particularmente. En esta misión el director me ha ayudado mucho, así como el resto de los trabajadores. Además, me gusta consultar siempre las decisiones que voy a adoptar para estar segura de que voy a hacer las cosas bien”, asegura Parapar Prado.
Unido a estas responsabilidades, Karla también se encarga de atender al universo juvenil de la entidad. Su rol como militante de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) y del Partido Comunista de Cuba (PCC) le permite adentrarse en el funcionamiento de ambas organizaciones. Quizás por ello cree en la necesidad de elevar el protagonismo juvenil.
“La vinculación con la base es esencial para acercarse a las inquietudes y preocupaciones de los jóvenes. La organización tiene que atemperarse a los tiempos actuales y mostrarles a los muchachos las cosas atractivas de cada esfera de la sociedad en la que nos desenvolvemos”, afirma Karla.
Con estas ideas bajo el brazo, esta joven impulsa el trabajo con las nuevas generaciones de la entidad. “En la empresa vinculamos a los jóvenes a las principales tareas. Les damos seguimiento, escuchamos sus preocupaciones y tratamos de que ellos se sientan atendidos y bien representados”, explica la ingeniera industrial.
Mas el estrecho vínculo de Karla con la UJC no se limita solo al trabajo con los jóvenes de su entidad. Su labor va más allá. Sin descuidar sus responsabilidades participa en todas las actividades que convoca la organización de la juventud cubana. No por gusto es una de las dos delegadas de Yaguajay que asistirá al XII Congreso de la UJC.
“Me tomó por sorpresa esta noticia. No te puedo negar que siento un gran orgullo por representar a mi municipio en este congreso. Es una oportunidad para dialogar sobre las problemáticas que mueven hoy el entorno juvenil y, sobre todo, para encontrar soluciones a las inquietudes de los jóvenes”, subraya la joven.
Y es que Karla tiene claro que en cada lugar donde sea necesario, tienen que estar los jóvenes porque les sobra empuje y entusiasmo. Por ello, desde ahora piensa en cómo aportar al debate que se generará en el cónclave. “Creo que es importante hablar sobre la vinculación de los jóvenes al campo, la atención que estos merecen, y sobre el papel determinante que juegan hoy para impulsar la economía del país”, destaca.
Apenas en unas horas Karla estará asistiendo a las sesiones del XII Congreso de la UJC. Hasta este espacio llega con la responsabilidad de representar a sus compañeros de base. Karla sabe que son tiempos de hacer y de crear con los pies puestos en la tierra.
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