Los acopios de miel en los primeros meses del año colocan a la Apicultura en Sancti Spíritus por mejor camino para aspirar a los incrementos productivos previstos en el 2024 y que el territorio pueda corresponder a los niveles de exportación planificados, una de las urgencias de la economía cubana.
De momento, los apicultores llevan a favor el buen resultado que deparó el primer trimestre, con casi 130 toneladas de miel —13 más de las concebidas— y tienen por delante un escenario de floraciones sobre el que se concentra buena parte del acopio de miel en el año, pero, al mismo tiempo, para que las abejas hagan su parte el sector está obligado a desplazar hacia ambas costas más de 6 000 colmenas.
El hecho de que sea una mudanza, en ida y vuelta, que se repite todos los años, no significa que la trashumancia sea asunto de subir apiarios en medios de transporte y bajarlos en otro lugar. Ese trasiego cíclico —siempre en horas nocturnas siguiendo protocolos de seguridad por las abejas— se vuelve más complejo debido a la logística que implica y las operaciones tecnológicas que requiere.
Amaury Santander Hernández, director de la Unidad Empresarial de Base Apícola Sancti Spíritus, precisó a Escambray que en los calendarios florales de la provincia el del mangle representa el 37 por ciento de los acopios de miel en el año; de manera que la trashumancia tiene alta incidencia sobre la producción del rubro exportable. Por otra parte, en los últimos tiempos este proceso ha estado afectado por limitaciones con el combustible.
Acercar las abejas al néctar del manglar es una práctica diseñada en el esquema de la actividad y también un manejo obligado para aprovechar el potencial productivo de estas floraciones, toda vez que en las zonas donde tradicionalmente están las colmenas en este período no existe un ecosistema que garantice las producciones.
Señaló Santander Hernández que la intención es ubicar alrededor de 3 800 apiarios desde Paso Banao hasta Casilda, en el sur de la provincia, y el resto en la zona norte del territorio. Al mismo tiempo, detalló que para buscar efectividad con este proceso los apicultores revisan los lugares donde se situarán, pues es necesario evaluar los riesgos de cara a la temporada lluviosa y concebir medidas de protección ante contingencias de ese tipo, destacó la fuente.
Sancti Spíritus reportó el pasado año una producción de 590 toneladas de miel, mientras en este periodo tiene prevista la recolección de 700 toneladas, nivel que de conseguirse acerca al territorio a los mejores resultados en el aporte del rubro exportable.
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