Un duelo con las representaciones sociales más arraigadas del patriarcado protagoniza Yasiel Elizagaray Cárdenas cada vez que se enfrenta al lienzo en blanco. Cada trazo busca captar de forma cercana a las mujeres con huellas del paso del tiempo. Rompe con las perfecciones, las medidas exactas y todo lo que históricamente ha vendido como ideal, cánones…
“Me interesa descolonizar el pensamiento que existe en pleno siglo XXI sobre la belleza femenina”, expresa como carta de presentación de su muestra titulada Aura y que cuelga en la céntrica galería habanera Villa Manuela, perteneciente a la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac).
Es por ese concepto que este hijo de cuna de Yaguajay y adoptivo de Trinidad nos propone en una decena de pinturas sobre lienzo entre medianas y grandes dimensiones, un homenaje personal a las mujeres que han sabido sobreponerse de las muchas marcas visuales y psicológicas hechas a sus pasos por esta sociedad eminentemente machista.
“Aún es difícil entender que son cuerpos resultado de transformaciones al enfrentar disímiles situaciones, muchas de ellas muy abruptas, pero que no pierden sus bellezas. Todo lo contrario, lo son desde todos los puntos y enfoques con los que los miremos, analicemos”.
Confesó este joven miembro del Comité Provincial de la Uneac y quien tuvo un fructifico paso por la filial espirituana de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) que la cercanía con los cambios de los cuerpos de su esposa y madre le permitieron asumir esta perspectiva que hoy regala en esta serie.
“Resulta muy humano entender que existen procesos por los cuales pasamos y que son muy dignos de mostrar sus huellas. Así rompemos con esos prejuicios que siguen signando qué es lo bello en un cuerpo”.
Cada pieza de la exposición, con curaduría de Virginia Alverdy y Ana Beatriz Almeida, convoca a la reflexión no solo a los hombres porque tiene la firma de uno, sino a las propias mujeres, quienes —constructos sociales del patriarcado al fin— muchas veces se autoflagelan por no responder con los cánones impuestos históricamente de lo que significa lo bello.
“A pesar de ser una exposición cargada de metáforas visuales —con tratamientos pictóricos agresivos, desde cuestiones y formaciones técnicas— que aluden a situaciones recurrentes en las vidas de las mujeres resultados de grandes batallas que dejan huellas de todo tipo, Aura es bella, así la considero”.
Esta serie de Yasiel Elizagaray, que se muestra en la galería habanera, pretende darle paso a otra. Sabe que cada historia que descubre y que le permite adentrarse en sus interioridades se convierte en una nueva provocación y con ella surge la necesidad de hacer reflexionar a cada una de las personas que dialogan con su arte.
“Igual hay que hacer espacio a otros proyectos en que trabajo vinculados a ferias internacionales de arte en Estados Unidos y Europa. Por el momento, casi a la par estarán mis creaciones por Portugal y en Art Madrid, a donde llegarán por tercera ocasión”, declaró en exclusiva.
Muchas felicidades para Elizagaray que lo vimos nacer desde la escuela de instructores Vladislav Volkok de la que fuimos profesores mi esposa Mercedes González y yo