Desde una mirada crítica, el Sistema de la Agricultura en Sancti Spíritus, más que pasar revista al trabajo del 2023, enfocó el análisis alrededor de los desafíos que depara el nuevo año para revertir incumplimientos en renglones vitales como la leche, encarrilar la producción de alimentos, el control y las contrataciones.
Tópicos valorados por Deivy Pérez Martín, secretaria del Partido en la provincia, cuando indicó concentrar los esfuerzos en producir de manera más organizada. “El plan es cuanto más seamos capaces de lograr, sobre la base de las potencialidades, eso lleva también control, vinculación y atención desde las empresas; para solucionar los precios necesitamos producción, orden y control”, señaló.
Asimismo, recabó que la contratación sea una realidad de lo que tenemos y de lo que podemos producir; pero cumplir con lo que se contrata, que eso tribute en el día, la semana y el mes según el balance realizado, resaltó.
“Tenemos que lograr que la contratación tenga un respaldo, se exprese en la comercialización de los alimentos, en el cumplimiento de lo que se acordó”, destacó Pérez Martín.
El balance anual del Sistema de la Agricultura en Sancti Spíritus no pasó por alto los resultados negativos de la provincia en indicadores de la ganadería como la mortalidad y los nacimientos, y el impacto en las producciones leche y carne. Igualmente, se enjuició el panorama de las empresas con pérdidas y la validez de atender las inversiones en aquellas bases productivas que tienen los recursos y el equipamiento.
Alrededor del ejercicio a iniciarse en el mes de marzo para el control, posición y uso de la tierra y del ganado, giró también buena parte del análisis. Juan José Nazco González, delegado de la Agricultura en la provincia, informó que se trata de un proceso inédito, previsto a llegar a cada usufructuario y propietario de tierra y ganado, con vistas a tener un control más preciso del suelo y que su explotación aporte más comida, acotó.
Trascendió, que será un trabajo a realizarse en todos los municipios, en tanto se insistió en la calidad y la transparencia de este proceso, que recaba organización y seguimiento.
“Si resolvemos el uso y explotación de la tierra vamos a tener más producción; si resolvemos el control de la masa vamos a tener mejor ganadería y, si hacemos un mejor proceso de contratación, que es otro problema que tenemos, vamos a acopiar más comida para los mercados”, subrayó Nazco González.
Con la presencia también de autoridades del Gobierno y de los principales representantes del sector en la provincia y los municipios, en el encuentro no faltó el justo reconocimiento a los productores, bases productivas y empresas que en medio de carencias de recursos fueron capaces de sacarle frutos a la tierra.
Saludos, el tema es difícil , pero los precios de los MAE, son tan altos, que hay poca diferencia entre los particures, el boniato a $ 35 , 120 la libra de cebolla, el platanano burro que nunca a valido nada $ 15 libra con tayo, el vianda subió de 15 a 20 la libra, los precios de acopio en ves de bajar suben, entoces de que estamos hablando,
en el balance del año anterior se hablo lo mismo,,,si los cuadros incumplidores siguen es mas de lo mismo
son reuniones esteriles segun la voz del pueblo,, ya un maso de cebollino esta en 50 pesos en la feria,, resultados y no reuniones es lo que hace falta
Saludos, me preguntó, todos los productos en los MAE , se venden de la misma categoría, según los vendedores no pueden perder, algunos productos subieron de un día para otro. ,el plátano burro de $ 10 a 15, el vianda que no es vianda de $ 15 a 20, y así sucesivamente, y quieren que los particulares vendan al mismo precio, cuando los vendedores de acopio, ganan un salario más la ganancia de la venta que no es poca
Seria bueno trabajar además, en garantizar la calidad de lo que compra acopio a los campesinos y posteriormente se vende a la población a través de las placitas; a menudo son productos que están extremadamente verde o tierno, como los casos de los plátanos, tomates, calabazas etc, les venden, o compra acopio, la cabeza de malanga y el chopo como malanga; que no hay que ser expertos para reconocer que esos productos aún no están listos para la venta o no es el producto como tal; lo cual genera malestar en la población, con razón, pues precio y calidad están totalmente divorciados. Mientras en las tarimas particulares los productos son de calidad y se los compran a los mismos campesinos, pero el particular sabe que de lo contrario se le seca, porque no se pudre, en la tarima y eso le genera pérdida.