La historia de liberación de los pueblos espirituanos estuvo signada por el valor más homérico en muchos casos y antecedida por batallas políticas, desencuentros, ambiciones y reconfiguración de las distintas fuerzas que combatían al régimen de Fulgencio Batista.
Sancti Spíritus fue epicentro de una lucha titánica desde el propio 10 de marzo de 1952, cuando el golpe de Estado la sumió en una tierra donde lo común era el asesinato vil, el miedo atroz, la inseguridad inequívoca y la paz rota; por lo que la libertad era una necesidad.
Todo el territorio de la actual provincia de Sancti Spíritus fue protagonista de una inusitada ofensiva revolucionaria en diciembre de 1958, para darle el golpe final a la tambaleante dictadura.
Cuando ya la miel del triunfo se esparcía por Cuba después de la huida Batista, el pueblo espirituano pudo decir que era parte de una historia inmensa que todavía late en generaciones.
LA LUCHA
Olvidan los desmemoriados por qué muchas personas se jugaron la vida y derramaron su sangre en el combate por la libertad, sea en la clandestinidad más sórdida o en las lomas más inhóspitas; pero se acuerdan de manipular de forma burda cada hecho, o invalidar la verdad más incontestable, para imponer un discurso fatuo y vacío.
No es la historia de vejámenes o crímenes que todos los días se cometían en nuestra tierra sobre muchísima gente de lo que hablaré, pero sin dudas un botón de muestra me parece oportuno.
Iré solo a la memoria de una señora de 102 años, que no tiene que inventar nada porque nació en cuna de oro y siempre vivió del lado de los que miran cómo la mayoría desperdigan y mutilan sus vidas en la pobreza más espantosa.
Dice: “Yo vi desalojos, plan de machete: aquella vez el terrateniente Otilio B. botó de su finca a un matrimonio, que se resistía como es lógico, pero vino la pareja de la Guardia Rural y la sacaron a la fuerza, después de hacer un bulto con algunas cosas, que el marido echó arriba de una rastra que la movía una yegua renga, junto con dos taburetes; la mujer traía un niño cargado y su niña descalza iba sujetada a su saya; botados hasta el camino real sin chistar”.
Pintar a Cuba antes de 1959 llena de maravillas, mientras se olvida toda la miseria humana existente, más en los campos, donde prevaleció siempre la dictadura de los abusadores, no solo es inmoral, sino una descomunal pifia histórica.
PREMISAS DE LA LIBERACIÓN
La lucha en Sancti Spíritus en contra de la dictadura de Batista tiene su raíz en la idea de que el método de lucha de Fidel podría ser el más adecuado para las condiciones de Cuba.
Después del fracaso de las acciones del 13 de marzo de 1957 se desató una implacable ofensiva contra el Directorio Revolucionario (DR), que lo dañó mucho, por lo que tuvo que reconfigurarse pensando en la lucha guerrillera en el Escambray, que tomó forma por Enrique Villegas, quien a fines de 1957 había creado las condiciones para permanecer allí mientras llegaba Faure Chomón.
Fidel dispuso enviar todos los recursos del Movimiento 26 de Julio (M-26-7) para la Sierra Maestra, razón por la cual los grupos de esa organización que intentaron hacer guerrillas no tenían el apoyo imprescindible, e incluso fueron negados en su desarrollo.
No obstante, había destacamentos de diferentes organizaciones en las lomas espirituanas, como es el caso de las de Víctor Bordón (M-26-7), Regino Machado (Grupo Mixto), Félix Torres, del Partido Socialista Popular (PSP), Julito Chaviano y otros; pero eran fuerzas mal armadas, que no representaban ningún peligro para la dictadura.
En el caso del DR hubo un cisma, entre Faure Chomón y Eloy Gutiérrez Menoyo, provocado por el revanchismo de este último, al quedarse con armamento y tropas que no le pertenecían y fundar el Segundo Frente Nacional del Escambray, que acogía a guerrilleros del DR, a la gente de Carlos Prío Socarrás, entre otros.
Enrique Oltuski, dirigente del M-26-7, cometió el error táctico de subordinar sus fuerzas en el Escambray a Gutiérrez Menoyo, Víctor Bordón firmó un documento que así lo atestiguaba y después se enredó más, ante lo cual había sido preso y casi asesinado.
Cuando Camilo llegó a Las Villas, tuvo éxito al forjar la unidad, pues logró acuerdos con los demás grupos existentes en el norte, cuando demostró la capacidad combativa de los guerrilleros invasores.
La situación de Che después de arribar con su columna fue diferente: recibió el apoyo directo de la dirigencia del M-26-7 en Las Villas e igual de Faure Chomón, presto hasta para integrar las dos fuerzas con un mando único en poder del Che.
Con Gutiérrez Menoyo la situación fue muy compleja, y solo la labor paciente, brillante, de defensa de principios insoslayables e igualmente muy firme del Che pudo zanjar todos los primarios obstáculos, que estuvieron a punto en un momento de desatar una verdadera batalla campal entre todos los grupos rebeldes.
Se alcanzaron con estos grupos guerrilleros importantes acuerdos, como el Pacto del Pedrero firmado por el Che en nombre del M-26-7 y Rolando Cubela por el DR el primero de diciembre de 1958, demostrativo de un gran acercamiento político y militar, que en la práctica determinó que el DR actuara como una columna del Ejército Rebelde, dirigido en lo estratégico por el Che.
El Guerrillero Heroico necesitaba concentrarse en la ofensiva contra Batista, sin dejar cabos sueltos que pusieran en peligro su plan, así que también se reunió finalmente con Eloy Gutiérrez Menoyo y firmó un pacto con mucho menos alcance que el anterior, pero que determinaba arreglos puntuales y útiles. Con estos acuerdos, alcanzó una estatura política inmensa.
LA OFENSIVA
La táctica del Che, coordinada con Camilo y Faure, era repeler rápido la ofensiva del ejército de Batista, lo que logró obligando a los soldados de la dictadura a regresar de nuevo a los cuarteles.
A continuación, la idea era desarrollar una ofensiva con escalas para dominar los pueblos más pequeños, avanzar hasta los medianos, para finalmente llegar a la capital, Santa Clara.
Hay dicotomías con respecto a la fecha de la liberación de pueblos de Sancti Spíritus, pero no en cuanto a la táctica anterior, que se cumplió en general: Banao, Tunas de Zaza, el Jíbaro, Iguará, Guasimal, Taguasco y el 18 se liberó el primer municipio de Las Villas, Fomento, lo que tuvo un efecto psicológico muy importante.
A seguidas, Mapos, Natividad, Tuinucú, Zaza del Medio, Guayos; hasta dar el golpe más demoledor en Cabaiguán el 22, en una batalla trepidante; lo que permitió una operación envolvente que tenía por objetivo a Sancti Spíritus, que fue liberado sin muchas dificultades el 23, éxito importante por el efecto dominó que generó.
Quedaban Trinidad por el sur y Yaguajay por el norte, y en las dos ciudades se dio muestras de una heroicidad tremenda para lograr la victoria cerrando el año, listo todo para concentrarse en Santa Clara, liberada el día 1 de enero de 1959, al igual que Jatibonico.
Las últimas andanadas de la Revolución significaban el final de una guerra necesaria igual que todas las anteriores realizadas para lograr que la justicia, la libertad y los derechos de todas las personas dejaran de ser estigmas, dogmas e ideales insatisfechos.
Como en cada artículo histórico, ya Escambray nos va acostumbrando a la mirada más escrutadora y equilibrada. Gracias. Dos preguntas: 1-Es verdad que Armando Acosta liberó a su amigo Isidro Pérez el mismo día de la liberación de Sancti Spíritus? y 2-Es verdad que comparativamente hablando las batallas más duras no se dieron en la ciudad de Sancti Spíritus, sino en otros pueblos de esta provincia?