Aunque ya empiezan a verse los primeros aguaceros de una incipiente primavera, la intensa sequía que azota a la provincia mantiene la aridez de sus fuentes de abasto y hace que en estos momentos cerca de 40 000 pobladores reciban el servicio a través de carros-cisternas, mientras que en otros sitios se aplazan los ciclos de la llegada del líquido, situación que se agrava por la contingencia energética que vive el país.
De acuerdo con Roberto Nápoles Darias, director de la Empresa Provincial de Acueducto y Alcantarillado, la situación del municipio de Sancti Spíritus continúa crítica en algunos lugares, al punto de que actualmente alrededor de 13 700 yayaberos dependen del tiro de agua en camiones.
El directivo explicó que ese territorio recibe el agua de dos plantas potabilizadoras: Yayabo y Macaguabo, esta última abastece al 62 por ciento de la población de la propia ciudad cabecera y también a la totalidad de Cabaiguán.
“En estos momentos se ejecuta una inversión respaldada por un esfuerzo que está haciendo el país en aras de suplir la obsolescencia tecnológica, con el montaje de nuevos equipos de bombeo para reponer algunos que llevan más de dos décadas de explotación. De esos motores ya se han montado cuatro, y tres ya están en puesta en marcha, de manera que hoy la planta potabilizadora de Sancti Spíritus incrementó su bombeo de 670 litros por segundo a 860, lo cual mejora la situación de ambos municipios”, detalló Nápoles.
De igual modo, explicó Roberto, que hoy las mayores afectaciones las tienen quienes reciben el agua de la planta potabilizadora Yayabo, que enfrenta una gran sequía, ya que bombea 286 litros por segundo que es su capacidad máxima; en estos momentos solo aporta 100 litros por segundo, situación que afecta principalmente a la zona centro: parque, bulevar, calles Agramonte, Martí, Máximo Gómez y también la parte sur de la ciudad, específicamente el reparto 23 de Diciembre. La situación debe mejorar cuando se incremente el nivel de lluvias sobre el territorio.
En aras de paliar esa situación se han activado las pipas en el municipio espirituano, con prioridad para los centros asistenciales y las escuelas, en tanto en horas de la tarde-noche se distribuye a la población en las zonas más afectadas.
Una situación extrema presenta también Trinidad con su principal fuente de abasto, San Juan de Letrán, en sus niveles más bajos, ya que solo bombea 20 litros por segundo de una capacidad de 95 litros por segundo, por lo que no llega el líquido a muchas zonas de la ciudad, fundamentalmente su Centro Histórico, algunos consejos populares y los lugares altos, con el agravante de que, aun cuando también existe un ciclo de entrega a través de los carros-cisternas, la falta de fluido eléctrico afecta el suministro de agua desde la batería de pozos con que cuenta la ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Considero q todo lo que hacen es justificar el mal trabajo q hacen los cuadros de éste país, nadie prevee nada, todo el mundo se cae de la mata cuando tienen el problema delante, cómo podremos avanzar si nadie tiene visión futura de los acontecimientos?eñ estamos muy mal y estaremos peor mientras aceptemos las justificaciones de personas sin escrúpulos q solo están en sus cargos para aprovechar los beneficios q éste les proporciona
No acabo de entender quién es el que hace el ESFUERZO entre el Gobierno y el Pueblo.El Gobierno no hace el esfuerzo, lo que no hizo fue prever que esto ocurriera y esperó 20 años para descubrir obsolescencia tecnológica.Descubren el agua tibia cuando está hirviendo.
En Trinidad es muy costoso el agua en piñas cuesta 5000 la pipa
Si todos trabajásemos unidos, Cuba🇨🇺 estuviese muchísimo mejor en todos los sectores de la sociedad. Incluido los sectores alimentario, energético, transporte, financiero, inflacionario, los precios, salarios, en fin, en absolutamente todos los ámbitos de la sociedad cubana.
Me refiero al trabajo de todas las categorías de trabajadores: campesinos, obreros, empleados, especialistas, maestros, profesores, científicos, artistas, intelectuales, periodistas, deportistas, funcionarios, dirigentes, y otros.
En todas las entidades del país, de todos los sectores, a todos los niveles, desde las unidades más pequeñas hasta los ministerios.
Se requiere de la asistencia y puntualidad diaria, del aprovechamiento de toda la jornada laboral para trabajar con alta intensidad, productividad y calidad.
Solo entonces lograremos producir los alimentos, bienes, servicios y recursos necesarios para el sustento y desarrollo de nuestro país.
Mi llamado a trabajar, asistir y ser puntual diariamente, aprovechar toda la jornada laboral para trabajar con alta intensidad, productividad y calidad, se fundamenta en la práctica, estudios, observaciones, investigaciones en cientos de entidades, de decenas de municipios, de 12 provincias de Cuba.
He llegado a constatar en entidades con excelentes condiciones de trabajo, altos salarios, comida, medios de transporte, viviendas a 2 km de la entidad, etc, que registan :
+10% ausentismo.
+35% impuntualidad.
+70% desaprovechamiento de la jornada laboral.
En entidades, cuyas inversiones costosísimas jamás cumplieron su función social.
Incluso en la época cuando el bloqueo no nos hacía daño alguno, pues la URSS nos garantizaba una relación basada en los principios del internacionalismo proletario.
Y los propios trabajadores soviéticos, que tanto nos querían y ayudaban, aun sin dominar nuestra lengua, observandonos laborar nos llamaman con la frase: «Mañana, mañana, mañana».
Para tener hay que producir. Y para producir hay que trabajar. Y precisamente esto último es lo que no hacemos.
Ahora la situación es muchísimo peor con el ausentismo, la impuntualidad, el desaprovechamiento de la jornada, la intensidad del trabajo que da risa, la bajisima productividad y calidad del trabajo.
Albergo la total seguridad de que la jornada laboral real promedio de un trabajador en Cuba no llega a las 2 horas.
Yo he llegado a medir trabajadores que laboran 30 minutos al día.
Primero hay que trabajar y producir.
Y después estimular solo a aquellos que trabajan y producen.
Estimulando sin producir, como mismo elevaron los salarios 10 veces de la noche al día, y los continúan elevando sin respaldo productivo alguno, solo conllevan a la grave inflación que sufre Cuba hoy en día.
Mi llamado va dirigido al partido, gobierno, administraciones, sindicatos, trabajadores, en todas las entidades, sectores y niveles, con el objetivo de que asumamos esta grave y real problemática que corroe nuestra sociedad por más de 40 años, la enfrentemos y aniquilemos, y entonces pasemos a producir los alimentos, bienes, servicios y recursos necesarios para el sostén y desarrollo de nuestro país.
Nuestra alternativa es una, trabajar.