La zafra en Sancti Spíritus llegó este 14 de marzo a la fecha planificada para completar el plan de azúcar con notable deuda productiva; a partir de ahora la cosecha se va a extrainning, pero el atraso se torna peligroso porque prevalece la baja molida y la contienda casi tiene delante más obstáculos que caña a procesar. Aun así, cabe significar el favorable balance energético que logra el central Melanio Hernández, el único activo en la provincia.
La zafra demoró seis días su arrancada a finales de diciembre por falta de lubricantes para las cosechadoras; de ahí para acá el aprovechamiento de la capacidad de molida ha estado distante de lo previsto, de manera que, lejos de abrir posibilidades para recuperar niveles de fabricación de crudo y descontar atrasos, la deuda del plan se volvió inalcanzable en el calendario oficial; como se dice en el béisbol, ahora la cosecha pica y se extiende.
En medio de tal panorama, Antonio Viamontes Perdomo, director de la Empresa Agroindustrial Azucarera (EAA) Melanio Hernández, expresa que la campaña se ha caracterizado por desarrollarse en condiciones meteorológicas adversas, lo cual —asegura— ha incidido en los resultados y en el atraso de la producción.
En tal sentido, el directivo identifica dos incidencias principales: el mayor tiempo perdido reportado en la industria es por causa de las lluvias en varios momentos, que siempre pararon la cosecha, al menos por una jornada y la humedad que dejó otras huellas negativas: el brix —valor utilizado para indicar la madurez de la caña— y la pureza —porcentaje de sacarosa— exhiben parámetros inferiores a los normales para la etapa.
Tal anomalía trae consigo que la caña cosechada llegue al basculador con menos azúcar; en consecuencia, el rendimiento industrial se comporta un entero por debajo del plan, aun cuando los indicadores de eficiencia del central son favorables. “Eso influye en el atraso del plan”, declara Viamontes Perdomo.
Según la propia fuente, la deuda está asociada, además, a las condiciones objetivas alrededor de la zafra, la afectación, sobre todo en los lubricantes ha provocado muchas horas perdidas en el tándem por la falta de caña a partir de que se han parado las combinadas; otras de las razones apuntan al tiempo perdido por roturas industriales e interrupciones operativas.
“Se sobrepasan las 7 500 toneladas de azúcar, casi lo mismo que hay de deuda, de ahí en adelante sería seguir produciendo a partir de la caña que tenemos; hasta ahora el estimado respalda”, destacó.
“No es que estemos pensando en no cumplir —añadió—, pero hay que moler mejor en marzo, como no lo hemos hecho en los meses anteriores, algo que dependerá también del tiempo, de mejor estabilidad en los recursos, que la caña exprese más azúcar y de alcanzar mejor rendimiento industrial, de manera que al cierre de abril pudiéramos llegar al azúcar que se previó”.
Como algo positivo en la zafra, el director señala el trabajo energético del central, que se autoabastece con una entrega al Sistema Electroenergético Nacional de más de 1 300 megawatts/ hora, con un aporte promedio entre 30 y 40 megawatts por jornada.
Hay que dar un premio a la consagración de Viamontes al frente del MELANIO. Es un incansable Director. Hace falta que su Consejo de Dirección esté a su altura.
Década del 60. La clase obrera de pueblos y ciudades, junto con los hombres de las FAR eran los que prácticamente hacían las zafras azucareras. La caña se cortaba y se alzaba a mano, se trasladaba a los centrales en carretas tiradas por bueyes en su mayoría. Eran los años que la clase obrera jugaba un papel protagónico. El total de azúcar producida siempre por encima de los 5 millones de toneladas
podria explicar que quiere decir «aporte promedio entre 30 y 40 megawatts por jornada» no queda claro en realidad que significa esta cifra en relacion al consumo energetico de la provincia Gracias
Si cada central en molienda aportara aproximadamente los megawatts que aporta el melanio los molestos apagones serian menos, me parece que ese dato de generación no lo tiene la unión eléctrica.