Su vida no tiene sentido sin los lazos y los caballos, quizás porque desde que abrió los ojos al mundo ha estado ligado a las actividades ecuestres, esas que identifican a los hombres de la ganadería en Sancti Spíritus, donde el rodeo y todo lo relacionado con el mismo, hermana a quienes aman este deporte, el mismo que para algunos llega a ser locura y para otros, es tradición, cultura e identidad.
Así sucede con Lázaro Alejandro Pérez Obregón, quien en las ediciones de Fiagrop, desarrolladas en 2023 y 2024 en la Feria de Rancho Boyeros, La Habana, formó parte del ranquin y del equipo Cuba, trayendo como recompensa a tanto esfuerzo, el título de campeón en la modalidad de enlace al ternero, entre otros reconocimientos por su actuación en varios números.
Hijo y nieto de hombres ilustres de la ganadería espirituana, Lazarito, habla con orgullo de su linaje. “Soy descendiente de dos familias que aman el rodeo y trabajan los animales todo el tiempo, mi abuelo paterno Domingo Pérez y el materno Pedro Obregón, gozan de una reconocida trayectoria como productores, pero a la vez, fueron destacados vaqueros del equipo provincial y compitieron en las principales pistas del país”, aclara el joven lacero
¿A qué edad te inicias en el rodeo?
Con siete años ya integraba el proyecto Relevo Ganadero que asistió la Asociación Cubana de Producción Animal en Sancti Spíritus y del cual salieron muchos vaqueros que hoy están activos. Luego, a los 16 integré el equipo provincial, siempre entre los cinco laceros que compiten, aunque en la medida que ha pasado el tiempo y he practicado, comencé a realizar otros números como: lazo doble, derribo de reses, coleo de novillo y ordeño e vacas.
¿Cuál ha sido el mejor tiempo realizado como lacero?
En una feria grande 8.18, lo que significa que en ocho segundos enlacé el ternero y le amarré las patas, eso fue aquí mismo en Sancti Spíritus durante la competencia semifinal de la región centro-oriental, realizada recientemente, claro que mi sueño es bajar aún más esos números, pero resulta difícil, porque unas veces las cosas salen bien, pero otras no.
¿Qué se hace primero la nómina del ranquin o la del equipo Cuba?
Lo primero es el ranquin, que se hace con los diez primeros del país por modalidad, luego se realza una eliminatoria y quedan los cinco de mejores tiempos, en el enlace al ternero quedamos dos espirituanos, el experimentado Omar Calero y yo.
¿Cómo te sientes cuando estas en una competencia de tanto nivel?
“Un poco tenso, pero en la medida que avanza la competencia uno gana en seguridad, en ello influyen las horas de entrenamiento, que te van formando poco a poco, entonces los nervios quedan atrás y en lo único que pienso es en hacer un buen papel, por eso salgo seguro y lo mejor es que en ese nivel nunca me he llevado la gatera, que significa que el animal salga antes de que suene el silbato, entonces penalizan al atleta”.
Sin pretenderlo Lazarito se remonta nuevamente al ejemplo de sus abuelos. Domingo Pérez, quien fue lacero e integró la Selección de Estrellas en sus años mozos ha sido el principal pilar que motiva el desempeño del joven vaquero, pues desde pequeño lo subía a un caballo y le daba un lazo para que se adiestrara detrás de los terneros, los chivos, los carneros…
En tanto, a Pedro le debe la forma en que le corrige su técnica, pues éste fue igualmente un atleta de renombre en el conjunto de Sancti Spíritus donde competía como lacero, además de derribar y trabajar en el ordeño de vacas. Lo cierto es que ambas familias disfrutan de los logros de Lazarito en el rodeo y apoyan a los demás nietos que vienen siguiendo los pasos de este joven vaquero.
¿Tus padres te siguen a todas partes en el rodeo?
“No hay una competencia en la que yo esté sin la presencia de mis padres, incluso la de mi hermanito David, que de seguro será mi relevo en el equipo, eso es gratificante, al punto que en la finca Las Caobas, que pertenece a mi familia, mi papá Delvis Pérez, construyó una pista de rodeo donde hacemos las prácticas utilizando nuestro propio ganado, allí no solo me entreno yo, sino muchos de los integrantes del equipo provincial, eso me da la posibilidad de mejorar los tiempos y la técnica para futuras competiciones. Por eso digo que todo lo que logré se lo debo a mis padres”.
¿Qué planes inmediatos tienen como atleta del rodeo?
“Estoy entrenando para hacer un buen papel en la gran final del Rodeo Cubano que se desarrollará próximamente en Manicaragua, y donde participan los tres equipos que más puntos acumularon en diversos eventos durante el año, ellos son: Sancti Spíritus, Villa Clara y Pinar del Río, de ahí saldrá el campeón nacional y los espirituanos estamos optando por recuperar ese título”.
Con 22 años a cuesta y una carrera universitaria por culminar en la especialidad de Cultura Física, Lazarito abraza hoy más que nunca el sueño de seguir siendo parte del rodeo espirituano, no importa que detrás del cansancio de las jornadas de prácticas vengan las horas de estudio para vencer un examen o que pase días ayudando a su papá en el acarreo de reses por los potreros que colindan con el río Zaza, en la zona del puente de hierro donde está radicada su finca. Para él solo existe un reto: ser lacero y vaquero, sin renunciar al legado de la familia y a su formación profesional.
Muchas felicidades para Lazarito , sigue cosechando exitos por tu dedicación a tu carrera como Lacero , bendiciones .
Me ha gustado mucho este comentario de la periodista Xiomara, porque considero que este deporte de la ganadería no siempre cuenta con la cobertura publicitaria que, como sucede en otros deportes, permite conocer su comportamiento en cada una de las contiendas y en este contexto, estimular y destacar a las figuras más descollantes en cada una de la modalidades que comprende el rodeo y aparte, es el medio más abarcador para dar a conocer a la afición espirituana de las figuras que tienen un mejor desempeño, objetivo este que, por si mismo, se convierte en un incentivo para muchos jóvenes que están vinculados a este deporte a nivel de municipios, bateyes, empresas estatales, cooperativas y campesinos ganaderos que, inspirados justamente en estos ejemplos como el de Lazarito, se esfuerzan para perfeccionar su formación como vaqueros y de alcanzar papeles destacados en las distintas competiciones que, aun insuficientes y sin contar con el necesario apoyo de los organismos, se realizan a las distintas instancias del país y particularmente en nuestra querida provincia de la que somos hijos y termino expresando que, además de conocer personalmente a Lazarito desde muy pequeño, conozco a su excelente familia y muy especialmente a sus abuelos Pedro Obregón y Domingo Pérez a los que estuve vinculado en sus respectivas vidas como vaqueros activos, durante un largo periodo que tuve el honor y el privilegio de dirigir las ferias espirituanas.
Felicidades Lazarito y no tengo ninguna duda de que tienes suficiente clase, para lograras alcanzar nuevos récord en el enlace de terneros y aprovecho este breve comentario, para hacer llegar a sus abuelos Pedro y Domingo, a sus padres y demás familiares, un fuerte abrazo de alguien que los quiere y los recuerda con inmenso cariño y les profesa el más profundo y sincero de los afectos.