A Lietis Nieve Arcia Martínez la alegría le desborda su diminuta pero regia figura. Se lo cree porque lo ha vivido con intensidad, mas no es del todo consciente aún del tamaño de su hazaña: la muchacha de Alunao, en Mayajigua, Yaguajay, es por segunda vez campeona mundial de béisbol 5.
Su equipo, hay que decirlo, es el único cubano de la disciplina capaz no solo de liderar un podio universal por dos veces sucesivas, sino, incluso, por única ocasión desde hace rato, pero aún no logra todo el reconocimiento que merece.
Sin embargo, el oro conquistado en Hong Kong le reserva un lugar sagrado en la historia del deporte cubano, tanto a ella como al resto de los siete integrantes del equipo que repitió la presea de hace dos años en México.
En el caso de nuestro territorio, después de entrar en los anales como la primera campeona universal del deporte, ahora Lietis puso la varilla más alta con su segundo título. Ello lo han conseguido muy contados atletas del patio, incluidos deportes individuales y colectivos; hombres y mujeres.
Entre los primeros figuran peloteros como Frederich Cepeda, Eriel Sánchez, Yulieski y Lurdes Gurriel. En las segundas, solo la mítica voleibolista Taimaris Agüero consiguió titularse como juvenil y tres veces como parte de las Morenas del Caribe (un campeonato mundial y dos copas).
El suceso en sí mismo, el de ser bicampeona universal, la convierte de plano en un referente del béisbol 5.
Por eso a la muchachita, residente hoy en la barriada de Camino de La Habana, en la ciudad de Sancti Spíritus, le tiene que regocijar el título en este deporte que, llamado también de esquina, pelota a la mano, callejera y hasta de barrio por los lugares y la forma en que se practica, ya no es tan emergente por la popularidad que va alcanzando, al punto de organizar su segundo mundial con la presencia de potencias universales del deporte general, como Japón, Francia, China y Australia, además de incluirse como oficial en los Juegos Olímpicos de la Juventud en Senegal 2026.
A Hong Kong llegaron ella y su grupo en calidad de favoritos, por el título del 2022 en la primera versión mundial del deporte. Y validaron con categoría y carácter esa condición, ganando de nuevo invictos y con solo un set perdido, esta vez ante Japón en la fase preliminar.
Por eso festejaron a lo grande lo que les costó más de un año de preparación, en el cual Lietis reafirmó sus dotes defensivas, argumento que la convirtió en repitente en mundiales.
Pocas como ella salen a defender el campo después de que sus compañeros garantizan ventaja ofensiva en la pizarra. A eso le ha dedicado cuerpo y alma desde que el Cuba le abrió las puertas, muy poco después de dejar la indumentaria del softbol, que practicó por años, para vestir las franelas de este deporte apenas unos dos meses antes del Mundial del 2022.
Ha dicho ella misma que la tercera base es «bien difícil, las conexiones salen fuertes y la pelota rebota mucho». Pero la pequeña se las ha ingeniado para defender con todo el campo cubano y evitar que sea perforado.
Dio, como todos, lo mejor, tal como lo prometió antes de salir hacia tierra asiática, donde Cuba defendió con creces su condición de pionera, tal como lo reconoce la Confederación Internacional de Béisbol y Softbol (WSBC, por sus siglas en inglés), después de que hace siete años, en noviembre de 2017, exactamente, naciera el béisbol 5 (baseball five) a la manera en que hoy se practica.
Su éxito, eso sí, se festeja en Sancti Spiritus que la espera. Para su gente, adelantó desde Hong Kong, ya a punto de partir: «Me siento muy contenta con el título alcanzado, mi segunda Copa Mundial, veníamos preparándonos desde que terminamos el primer mundial hace dos años en El Zócalo de México, trabajamos duro para volvernos a llevar el título. Ahora a prepararnos para poder conseguir muchos más, gracias a quienes nos han seguido».
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