El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva permanece en cuidados intensivos en un hospital de Sao Paulo, pero está mejorando.
El líder de 79 años se sometió a una cirugía no planificada por una hemorragia cerebral en las primeras horas del martes, después de sufrir complicaciones resultantes de una caída en su casa en octubre. Los médicos informaron a los periodistas después de la operación que Lula permanecería en cuidados intensivos durante 48 horas.
Lula “progresó bien en el período postoperatorio inmediato, sin complicaciones”, según informaron este miércoles los médicos del hospital Sirio-Libanés. “Está lúcido, orientado, hablando y pasó bien la noche”, agregaron, señalando que Lula seguía conectado a un drenaje quirúrgico mientras espera más pruebas de rutina.
Este martes los médicos habían dicho que no habría secuelas de la cirugía y que se esperaba que Lula regresara a la capital, Brasilia, a principios de la próxima semana. Hasta entonces, dijeron, estaría incapacitado para trabajar.
Lula canceló un viaje a Rusia para una cumbre de los BRICS después del accidente, dijo su oficina en ese momento. El accidente le dejó un corte visible en la parte posterior de la cabeza, justo por encima del cuello.
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