Justo el miércoles 17 de diciembre de 2014, Cuba y el mundo vencían una gigantesca batalla. Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Antonio Guerrero regresaron a su patria tras 15 años de injusta prisión en los Estados Unidos. Tras su llegada, ya los Cinco estaban aquí, con el pueblo que tanto abogó por su liberación. El “¡Volverán!” de Fidel se cumplió.
Bien lo sabe Olania Rodríguez Peña, integrante de la Cátedra Universitaria del Adulto Mayor de la Universidad de Sancti Spíritus José Martí Pérez, que mantuvo correspondencia con los héroes y apenas podía creer las noticias que circulaban aquel día en la radio y la televisión cubanas. “Llamé a René para estar segura y sí, era cierto el regreso de los tres”, confiesa.
En esta cátedra se creó, el 8 de marzo de 2011, un Comité de Madres por la Liberación de los Cinco, liderado por Norma de la Caridad García Machado, que agrupaba a más de 150 personas.
Matutinos, trabajo con niños y jóvenes, exposiciones y otras actividades se realizaban para pedir la libertad de los héroes. Olania y Norma coinciden en que el trabajo en las escuelas espirituanas fue fundamental. “Allí los estudiantes conocían sobre ellos, escribían cartas y hacían dibujos. Todo eso era enviado a la Red de Universidades Cubanas en Solidaridad con los Cinco, que tenía su casa en la Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echevarría”, expresa Rodríguez Peña.
“La peña El Cinco por los Cinco, que realizábamos cada día 5 en la Casa de la Guayabera, fue el corazón del comité porque cada miembro llevaba iniciativas. Nidia Labrada, por ejemplo, siempre escribía una poesía que luego se enviaba para la red. También recibíamos visitas de funcionarios del Partido y del Gobierno de la provincia, del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, y a integrantes de Comités de Solidaridad de varios países, entre otros”, reseña Norma García.
Las integrantes del Comité de Madres intercambiaron en varios momentos con familiares de los héroes. Olania recuerda con mucho cariño el encuentro con la mamá de Antonio en la universidad espirituana y que, al finalizar, por idea de María del Rosario Basso Ibarra, fueron liberadas cinco palomas.
“Olga Pérez Madrigal, una de nuestras integrantes más activas —comenta Norma— tejió banderitas de muchos países y fueron colocadas en una tela bien grande, encabezadas por las palabras solidaridad, paz y soberanía”.
Rodríguez Peña conserva fotos de cada actividad; ese es su tesoro más preciado. Confeccionó, en su condición de divulgadora, un álbum de manera cronológica desde que se creó el comité hasta la liberación de los Cinco y el nacimiento de Gema, la hija de Gerardo. Guarda, además, cartas de niños, poesías, boletines, recortes de periódico y todo lo que pueda estar relacionado con la vida de estos hombres.
“Una poesía que escribió María del Rosario fue musicalizada por Alfredo Jiménez e incorporada en el repertorio de Vicente Feliú”, destaca García Machado.
El trabajo realizado durante estos años por el Comité de Madres por la Liberación de los Cinco de esta cátedra espirituana fue reconocido en varias ocasiones por la Central de Trabajadores de Cuba, el ICAP y la Red de Universidades Cubanas.
Hoy, a una década del regreso de los Héroes, cada integrante guarda en su memoria aquellos tiempos en que una causa de fuerza mayor las unió para siempre.
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