Máximo sueña con el ferrocarril

Máximo Silverio Machado comenzó a trabajar en la estación de ferrocarriles de Zaza del Medio desde los 19 años, poco tiempo después de terminar el servicio militar. Ahora, con casi 70, es jubilado-recontratado, porque todavía se siente con ganas de trabajar

A Máximo también le preocupa un tanque de agua, de proporciones grandísimas, en avanzado deterioro, y que también es patrimonio de la localidad. (Foto: Naturaleza Secreta).

Máximo Silverio Machado es tan ferroviario como hijo de Zaza del Medio, en Taguasco, Sancti Spíritus. Es difícil saber si te habla desde su amor al ferrocarril o al pueblo que lo vio nacer, pero lo cierto es que cuando le preguntas por la terminal de trenes en la que trabajó durante 47 años, comienza a dar argumentos y no tiene cuando parar.

Máximo comenzó a trabajar en la estación de ferrocarriles de Zaza del Medio desde los 19 años, poco tiempo después de terminar el servicio militar. Ahora, con casi 70, es jubilado-recontratado hace 2, «todavía me siento con ganas de trabajar».

Desde 1974 le ha dedicado su vida, para bien, al ferrocarril. Comenzó como operario de mantenimiento, después estuvo 6 meses en La Habana pasando un curso en El Rincón, que terminó en Ayesterán. Regresó a su provincia para incorporarse como operador de movimiento, y ahí lo prepararon. Fue jefe de estación de Siguaney, Santa Clara, Placetas, Cabaiguán, Zaza del Medio, Sancti Spíritus.., también dirigió el Centro de Carga y Descarga, fue jefe de Tráfico del central Melanio Hernández en Tuinucú, subdirector de operaciones, subdirector de transporte… La vida de Máximo es un testimonio de casi todo lo que se mueve el ferrocarril.

Ahora se desempeña como jefe de distrito de la UEB Vías y Puentes, «atendiendo la reparación y el mantenimiento de las vías, con una brigada en Zaza, otra en Tuinucú, y otra en Cabaiguán».

La estación

«Yo viví 16 años en la casa que tenía esta terminal. Fui jefe de estación aquí, mi hijo varón nació aquí. En el año 95 nos cayó un falso techo de yeso arriba, a las 11 de la mañana, no olvido la hora», cuenta Máximo con la certeza del que vió, y sufrió, el deterioro de este importante lugar.

«Esta estación está activa desde 1907, aunque se fundó en 1909. Para Zaza del Medio es la vida, el corazón de este pueblo, a ella le debe su desarrollo. Tiene mucho seguimiento popular su recuperación».

«Antes tuvo mucha vida, hoy por hoy, ¿cuál es nuestra esperanza? La gente está planteando… van a arreglar la terminal, pero ¿retornarán los servicios que antiguamente tenía?… Este pueblo sueña y aspira, y así lo hemos planteado, que se puedan restablecer, después de la reparación, algunos servicios. Desde Zaza no hay salida para ninguna otra provincia, tienes que ir a Guayos o a Sancti Spíritus».

A Máximo también le preocupa un tanque de agua, de proporciones grandísimas, en avanzado deterioro, y que también es patrimonio, por el que caminan muy cerca, todos los días, gran cantidad de personas. Insiste en que vayamos a verlo con él. Sobre esta estructura y su destino aún no se toma una decisión.

Ser ferroviario

«¿Qué significa para mí ser ferroviario? Mi vida, yo mi vida la he echado aquí. Yo con el ferrocarril sueño. Estoy activo, y estaré activo mientras la salud me acompañe».

(Tomado del perfil de Facebook del Ministro del Transporte de Cuba)

Eduardo Rodríguez Dávila*

Texto de Eduardo Rodríguez Dávila*

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