Las pandillas apostadas en dos aeropuertos y un visible cambio en la política del gobierno de Estados Unidos mantienen en jaque al primer ministro de Haití, Ariel Henry.
Medios haitianos se hicieron eco de un mensaje enviado por el Departamento de Estado norteamericano en el que le pedía a Henry aceptar un nuevo gobierno de transición.
Un funcionario del Consejo de Seguridad Nacional aseguró que la Casa Blanca «no estaba proporcionando ningún tipo de asistencia para ayudar al primer ministro a regresar a Haití».
«Nuestro apoyo se centra en ayudar a la Policía Nacional de Haití a restablecer la seguridad, acelerar el despliegue de la misión de Mantenimiento de Seguridad y acelerar una transición pacífica del poder a través de elecciones libres y justas», dijo esa autoridad sin que se mencionara nombre.
La embajadora estadounidense ante la Organización de Naciones Unidas, Linda Thomas Greefield confirmó a la CNN que Estados Unidos está pidiendo a Ariel Henry que avance urgentemente en un proceso político para crear un consejo presidencial de transición que conduzca a la celebración de elecciones.
Eric Stromayer, encargado de negocios de Estados Unidos en Haití, expresó hace apenas unas semanas que su gobierno mantenía su respaldo inquebrantable a Henry.
Stromayer invitó a los actores políticos a dialogar con el jefe de Gobierno, repitiendo que “Ariel Henry se irá después de las elecciones”, única manera posible de poner fin a esta transición, que ha durado demasiado tiempo.
El 21 de diciembre de 2022 fue firmado un acuerdo en el que se subraya que Henry permanecería 14 meses en su cargo, el cual entregaría el 7 de febrero del año en curso.
Este debía formar un nuevo gobierno, establecer un Consejo Electoral Provisional y asumir la organización de los próximos comicios.
Días atrás fue anunciado que las elecciones generales podrían celebrarse en agosto de 2025, noticia que no fue del agrado de sus opositores.
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