Es un grupo de apenas algo más de una veintena de hombres y mujeres con un sentido de pertenencia tan arraigado que raya la suficiencia cuando repiten la frase que es como un eslogan: “Somos una empresa nacional porque prestamos servicios a todo el país, y también únicos”.
Y es que la Empresa Filial Panelec es la única en Cuba donde se diseñan, fabrican, montan, reparan y mantienen las pizarras eléctricas que se utilizan en las instalaciones hidráulicas del país.
“La misión de Panelec dentro del sistema de Recursos Hidráulicos es garantizar la puesta en marcha de los paneles eléctricos para las bombas de agua potable y de residuales. Atendemos todo el país, incluyendo las cayerías, con brigadas que desde aquí van por todo el país para trabajar, es en fin una Empresa Nacional que radica en Sancti Spíritus”, asegura Emilio Hernández Sánchez, su director.
La sui generis empresa, aunque como Filial Panelec surge en 2021, tiene historia desde la década de los 90 con protagonismo en proyectos tan importantes como el acueducto de Santiago de Cuba, los trasvases del oriente cubano, las producciones siderúrgicas en Antillana de Acero, la Zona Especial de Desarrollo Mariel y el fomento del turismo en la cayería norte.
APUESTA POR EL CAMBIO DE LA MATRIZ ENERGÉTICA
Expertos como Emilio Miguel Donato, el director técnico de Panelec, dan fe de que, desde sus inicios, cuando era solo Cuba Hidráulica, el centro ha entregado cerca de 20 000 pizarras con destino a sistemas de bombeo en acueductos y plantas potabilizadoras o de tratamiento de residuales, así como a dependencias del Turismo, la Agricultura, las Fuerzas Armadas Revolucionarias, entre otras instituciones y organismos
“Todo lo que tiene que ver con la parte eléctrica del proceso inversionista de Recursos Hidráulicos en el país lo hace nuestro personal. En estos momentos se están fabricando las pizarras o paneles eléctricos de la estación de bombeo ubicada en las calles Perla y Pastora, de Aguas de la Habana, y las pertenecientes a la inversión de los residuales y el abasto de agua de la ciudad de Cárdenas. Entre los trabajos de envergadura que hemos realizado, además de los de Sancti Spíritus, están los cambios de la matriz energética en Holguín, Cienfuegos, Villa Clara, Artemisa y Matanzas”, explicó el directivo.
La excelencia y la creatividad se suman al empeño de cambiar la matriz energética del todo el bombeo de agua, a partir de la entrada a Cuba de 722 equipos distribuidos por varias provincias.
“El colectivo ha participado en el montaje en otros territorios. De ese total de bombas que entraron, el montaje está a un 74 por ciento y, por ejemplo, Sancti Spíritus recibió 99 y ya tiene 54 dando servicio, es decir, el 60 por ciento de las que se deben instalar; quedan pendientes 43 en el territorio y 191 en la isla. Todas estas pizarras se utilizan para el bombeo a la población”, detalla el director técnico.
EL HOMBRE ES EL CENTRO
Con la cabeza dentro de una de las pizarras en mantenimiento, el especialista en montaje Jesús García hurga en cada pieza y ajusta tornillos.
“Tanta minuciosidad es porque hay que respetar el proyecto hecho a petición del cliente y a partir de eso se hacen los pedidos de los componentes eléctricos que se sitúan dentro del armario para el cableado de fuerzas”, apunta el especialista, al tiempo que comenta la importancia de las pizarras eléctricas. “Si los motores están directo a la corriente se quemarían, estos paneles son también una protección contra altos voltajes o cualquier otra irregularidad ya que, si hay un desperfecto, se dispara”.
En el interior del patio, el taller es un ajetreo. Allí se crea, se empalma, se revisan y reparan piezas y accesorios, todo en función de sustituir importaciones y darle un esquinazo a un bloqueo que impide la adquisición de lo que se requiere para mejorar la calidad en el abasto de agua a la población.
“Son únicamente 21 trabajadores, aunque con un sentido de pertenencia muy arraigado, quizás porque es un colectivo pequeño. El salario está por encima de la media ya que en un año cualquiera de ellos llega a los 150 000 pesos, a lo cual se suma que existe una atención al hombre que rompe barreras y estereotipos”.
Según los entendidos los equipos fabricados en el taller de Sancti Spíritus, como promedio, cuestan entre un 30 y un 50 por ciento menos que sus similares adquiridos en el mercado foráneo, un aporte que se revierte en el cumplimiento del plan del año del 2023 con más de 4 millones de pesos por encima de lo planificado.
“Para el año en curso la propuesta es llegar a 25 millones de pesos y al cierre de marzo ya se han ejecutado 7 millones y medio, con más de un millón de pesos de sobrecumplimiento”, acota Hernández Sánchez.
De retos está lleno el futuro de esta empresa, la cual desde inicios del 2024 está insertada en una plataforma que la convertirá en una mipyme estatal, cuyas propuestas incluyen una tienda con ofertas de todo tipo en materia de electricidad a precios minoristas, para más adelante abrirse a otros productos, además de romper barricadas a partir del beneficio de importar y exportar.
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