Precios regulados; ¿productos perdidos?

La aplicación de la Resolución No. 225 del 2024 del Ministerio de Finanzas y Precios ha intentado regular la comercialización de productos de alta demanda, pero también ha chocado con obstáculos como la “desaparición” de algunos

Ilustración: Osval

El “vuelo” del pollo y la disminución del precio de algunos de los productos parecen marcar tendencias de la aplicación en Sancti Spíritus de la Resolución No. 225 del 2024 del Ministerio de Finanzas y Precios, que reguló el límite máximo de la comercialización a seis de los renglones de alta demanda vendidos por actores económicos no estatales, esencialmente mipymes.

Pero, tal como se esperaba, tras poco más de un mes de la entrada en vigor del cuerpo legal —el cual busca poner un coto a las tarifas que de un tiempo a esta parte subían casi de un segundo a otro—, algunos productos se escasearon y el primero en “volar” fue el pollo.

Días antes de la medida, ya se avizoraba y hoy cuesta trabajo encontrarlo donde habitualmente se descongelaba a la espera de los consumidores. En la feria dominical espirituana más reciente, donde antes se armaban montañas de cajas vacías tras su expendio, no se ofertó ni un muslo. No obstante, pesquisas cotidianas revelan que en lugares aislados como la zona espirituana de Colón, aunque en menos cantidades, se vende por el precio autorizado. También constatan que se comercializa en las más oscuras redes del mercado informal, donde sigue subiendo el precio mientras más manos lo toquen en la cadena de intermediarios y revendedores, que es mayor que el número de mipymes, si consideramos que de estas existen acá unas 384.

Otros como el aceite, que en algunos puntos estaba menos caro que lo aprobado por resolución, comenzó a resbalar hacia arriba a los cotos que la ley le permitió, por más que se insistió que tal movimiento no debía hacerse; pero luego, al parecer, la existencia en muchos puntos ha hecho que en varios lugares el litro haya descendido hasta 750 pesos. Algo similar le ha sucedido a la salchicha, cuyos paquetes se han comercializado hasta cerca de los 300 pesos, mientras antes se habían disparado por encima de los 500.

En cuanto al detergente, lo hace bajar su oferta abundante, so pena de estancarse ya que es producto “líder” en cuanto punto de venta privado o estatal existe. La leche en polvo ha sido siempre más escurridiza y algunos refieren que parece no haberse enterado de que ya la norma está en vigor y que es de obligatorio cumplimiento.

Justo tales distorsiones, sobre todo la de que desaparezcan las ofertas, son riesgos previstos. A sabiendas de ello, junto con la medida, comenzó también el enfrentamiento. Sin que sea todo cuanto se necesita por el tamaño del fenómeno, la labor conjunta del Grupo Provincial a cargo de ese proceso y sus homólogos municipales han detectado no pocas anomalías.

Como parte de un ejercicio simultáneo nacional, durante cuatro días (dos en julio y dos en agosto) en el territorio se contabilizaron 1 733 acciones de inspección, con violaciones detectadas en 866 establecimientos o puntos de venta y multas aplicadas en similar cantidad, la mayoría de ellas del Decreto No. 30 sobre violaciones de precios. Según datos de la Dirección Provincial de Finanzas y Precios, han primado alteraciones de precios —fundamentalmente en el pollo y la salchicha—, pizarras informativas desactualizadas y tarifas no visibles, ocultamiento de productos y retiro de la venta; ello no solo relacionado con los seis productos de la Resolución No. 225, sino también con el resto. Según esa propia fuente, en consecuencia, se aplicaron, además, 37 ventas forzosas, el cierre de algunos establecimientos y el retiro de la licencia de autorizo para ejercer la actividad a seis titulares de negocios.

Pero no todo ha salido a pedir de boca. En opinión de Miskel Acosta, director de Finanzas y Precios en la provincia, “la implementación ha transitado por altas y bajas. En los primeros días escasearon el pollo y la salchicha, el primero mantiene una menor presencia en el mercado, pero esto se ha ido transformando. No creemos que exista pasividad, mas, los ejercicios se deben potenciar en el ámbito local. Las acciones para contrarrestar esas violaciones son el enfrentamiento simultáneo y multifactorial con los más de 380 inspectores que se prepararon, a quienes se deben unir los factores de la comunidad en todos los consejos populares”.

Y si aún con la guerra avisada han sido capturados algunos soldados, ¿qué puede suceder cuando los violadores les cojan la medida a las inspecciones y cambien el modus operandi? Tal vez de manera preventiva, el gobernador provincial Alexis Lorente ha llamado a mantener un control diario, más allá de los ejercicios nacionales que se realicen. “Esto no es una fiebre ni un maratón; ni para cumplir una tarea o una meta. Hay que reevaluar todos los días lo que se hace, esto llegó de verdad para poder ayudar a la población y la verdadera preocupación es que sea efectivo lo que estamos haciendo para lograr satisfacer la mayor necesidad que tiene la población espirituana”, apuntó.

Con ese prisma y en busca, por ejemplo, del pollo que ha “desaparecido”, la prensa fue testigo de un control sorpresivo por parte del Gobierno en la provincia a algunos frigoríficos estatales donde, por cierto, no se encontró ni un trozo fuera de lo normal, razón de más para alimentar la suspicacia sobre a dónde han ido a parar las grandes cantidades del producto que de un día para otro comenzó a perderse y por eso se indicó profundizar en la práctica para encontrarlo. 

Actores económicos encuestados sostienen que con las nuevas medidas han disminuido las importaciones porque con los vaivenes del precio del dólar las cuentas no dan, aun con la eliminación del pago de aranceles y la consideración de la tasa de cambio en el mercado informal para la formación de los precios, una postura diferente a la que estos sostienen cuando participan en encuentros con las autoridades estatales. Hablan también de mercancías acumuladas por meses, adquiridas a una tarifa mayor para el USD si se le compara con la actual, lo que atenta contra el negocio.

El enfrentamiento es más difícil porque estos actores son los dueños de la venta de esos productos de alta demanda, pues el Estado no tiene cómo hacerles contrapeso y el poco pollo que expende en sus tiendas en MLC es más caro que el que se vende por dinero cubano en los puntos particulares.

La tarea es mayúscula ya que, si bien a la inspección no le ha sido posible ganar la batalla de los precios, le costará abarcar una medida nueva que, aunque no resuelve el dilema fundamental: que la mayoría de los salarios en Cuba no le lleguen ni por asomo a los precios regulados, sí trata de poner un techo a la tendencia que hace rato acaba con los bolsillos de los menos favorecidos y engorda el de los comerciantes legales e ilegales. Se complica por lo difícil de sumar a la población al control. De hecho, no se ha advertido una explosión de quejas por los teléfonos habilitados para las denuncias, propensión que al menos yo esperaba, ya que a lo largo de los años, no ha sido esta la matriz; unas veces por cansancio ante la inacción; otras por falta de credibilidad en la eficacia de las acciones, y otras porque cuando la gente necesita un producto que solo puede encontrar en una mipyme o un punto de un trabajador por cuenta propia termina protegiendo a su mercado habitual, no importa la vía por la cual lo adquiera, ni tampoco la legalidad de la procedencia. 

Lo real es que ni 300 ni 1 000 inspectores podrán solos enfrentar esta tarea que demanda millones de ojos sistemáticos para un mercado acostumbrado a evadir con impunidad los dictados de las leyes. Se trata de topar hasta un límite para intentar mitigar la pesadilla del aumento desmedido de estos precios, aunque ya algunos tratan de compensar lo que pierden por un lado subiendo el resto de los renglones que desbordan estantes por doquier. Es, viéndolo en buen cubano, una curita para una patología como la inflación galopante que necesita de terapias más integrales y radicales, incluidos el aumento de la producción y el abastecimiento a gran escala.

Pero mientras llega una de las llamadas curas de caballo, lo más perentorio parece ser controlar la comercialización para que, al menos, no se desvirtúen las disposiciones y la gente pueda respirar algo en medio de la asfixia por la escasez y los precios altos.

Elsa Ramos

Texto de Elsa Ramos
Premio Nacional de Periodismo Juan Gualberto Gómez por la obra del año (2014, 2018 y 2019). Máster en Ciencias de la Comunicación. Especializada en temas deportivos.

14 comentarios

  1. Buen artículo. La regulación de precios en un mercado de oferta y demanda jamás a solucionado cualquier anomalía de precios. En el comercio actual, como comercio capitalista que es, actúan las leyes de oferta y demanda y a ellas hay que adecuarse. En este tipo de mercado quien regula es la ley del valor y no existe otra alternativa.

  2. Amilkar Faildes López

    Es increible que lo que parece una realidad, se vea de otra manera, el concepto de socialismo incluye a una economía de mercado regulada por el estado, entonces la regulación no puede faltar, es un hecho que hay que mantenerla si se quiere mantener el socialismo. Entonces no queda más que aplicar el concepto y mantener el orden. Es verdad que los salarios son bajos y los beneficios hay que distribuirlos lo más equitativo posible. Se hace camino al andar y hay que hacerlo, no hay alternativa.

  3. No creo que los impertores resuelva el problema se nesecita de personas más firmes porque digo esto he sido testigo de denuncia y no se resolvió nada en la misma feria agropecuaria los códigos QR más del 80% no funciona y los impertores no actúan porque e visto negocios vendiendo con un cartón el número de su tarjeta bancaria ya con eso esta evadiendo el fico y lo pueden comprobar el domingo en la feria también es verdad que los vendedores si todo lo hacen por tarjeta no tienen efectivo para sus compras

  4. Estamos viendo el nacimiento de las mafias en Cuba, que no respetan nada ni a NADIE.

  5. Excelente artículo, ojalá sigan investigando y divulgando, que me dicen del huevo y ni hablar de los medicamentos, bajó el euro y el dólar pero los medicamentos se siguen comercializando y siempre subiendo precio de una semana a otra, los grupos no los controla nadie, pero sería bueno k un día los impectores tecnológicos entrarán y pararán

  6. Leo todo lo que escribes, Ojalá existieran muchas Periodistas con el valor que tienes tú, No puede un periodista escribir sobre lo bueno y lo malo a quien se lo dejamos, De verdad eh

  7. Excelente comentario. Pero cuando va a resolverse de una vez ésta situación. Es imposible para un trabajador o para un jubilado, pensar en adquirir estos productos. Sobre los inspectores, es cierto que no pueden resolver esta situación. Pero…. si se fuera más, para llamarlo de alguna manera, PROFESIONAL, por supuesto, que podía resolverse, o al menos mejorar. Para nadie es un secreto como, en bastantes oportunidades, funcionan los inspectores. Porque hay algunos que no se esconden para hacer las cosas, que todos conocen y resolver también sus problemas. Creo que ha esto hay que ponerle más.

  8. Lazaro el Profe

    El Ché escribió: ¨Y pensar que un país entero va a responder a estímulos superiores teniendo hambre, eso a mí me parece un sueño… este problema de las necesidades materiales es muy importante determinarlo… hay una cantidad de necesidades que son vitales y esas hay que satisfacerlas, si no las satisfacemos, en verdad difícilmente podremos avanzar. ¨
    Es natural que el Ministro Regueiro Alé se preocupe por su dominio de atención y que todos nos preocupemos por la desaparición de productos alimentarios con precios regulados, pero
    • ¿Quién se va a ocupar de que las medicinas cubanas que faltan en los Hospitales se promuevan en la red a precios exorbitantes y que nadie se ocupe de algo tan sensible?
    • ¿No sabemos que se ha generalizado que las candongas anexas ya a los Hospitales tengan una Sección de Medicinas perdidas del mercado farmacéutico convencional?
    • ¿No será mejor autorizar el ejercicio médico particular después de la jornada laboral normal a nuestros médicos que convivir con un Mercado de medicinas que ya goza de un Derecho consuetudinario y que el Estado cubano aprueba como una solución?
    • ¿Se imagina cuánto le cuesta a un habitante de un pueblo aledaño a Santi Espíritus que alquila un vehículo para tratamiento de cáncer a un precio inimaginable y que si le duele la cabeza tenga que comprar duralgina a 250 ó 300 pesos el blíster?
    • Los ultrasonidos se han vuelto una fuente de ingresos impensables pues uno solo, uno solo, fuera de lista cuesta 1000 cup.
    Ahora leo sobre la Viruela del Mono y creo que con ella no adoptemos la misma Filosofía que la inicial adoptada con el COVID que fue simplista y subordinada a un ¨Enfoque economicista¨.
    Cuba, por razones que no quiero explicarme, se ha vuelto una fábrica de paños tibios y hemos canonizado y adoptado como una Filosofía nefasta el ¨temor a la reacción popular¨ en lugar de ¨mostrar brazo y valor para incorporar al Pueblo ¨ a las decisiones que son evidentes tomar.

  9. Fabio Martinez Salas

    Es verdad que los productos Pollo, se escasea, pero en los remolinos y a la cara de todos, lo siguen vendiendo y con precios elevados y a esa gente quien le pone frenos

  10. saludos dos preguntas , que oferta el estado , quien le baja el precio a los productos estatales casi siempre mas alto que las mipimes ??.

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