Programa de reanimación de comunidades en Trinidad: un año complejo, pero se avanza

Poco más de 22 millones de pesos respaldan la ejecución de diferentes labores que ofrecen soluciones a problemáticas relacionadas con el deterioro del fondo habitacional y los caminos, el estado constructivo de inmuebles, la recreación y el saneamiento ambiental

El parque infantil es una de las obras que se concluye para la recreación de los niños del asentamiento. (Fotos: Facebook).

En el municipio de Trinidad varios asentamientos se han beneficiado con el programa de reanimación de comunidades y barrios en situación de vulnerabilidad, el cual responde a la política del Estado cubano de transformar el modo de vivir y de actuar en beneficio del bienestar colectivo.

A partir de un diagnóstico previo, cada año la Asamblea Municipal del Poder Popular aprueba el Plan de la Economía y prevé los presupuestos para estas labores, que contribuyen al embellecimiento del entorno y a la rehabilitación de servicios básicos, asegura Yulieski Cristo Débora, vicepresidenta del órgano de gobierno local.

Tres demarcaciones rurales y un barrio urbano reciben en este 2024 los aires de cambio. Son ellas las comunidades Piti Fajardo, perteneciente al Consejo Popular Purísima, Alberto Delgado, en San Pedro y Manuel Ascunce, enclavada en la zona montañosa del Algarrobo. En el Reparto Plaza, en la cabecera municipal, también se ejecutarán diversas acciones constructivas.

La comunidad Manuel Ascunce se beneficia con este programa de reanimación impulsado por el Gobierno local.

En medio de un escenario económico adverso, Trinidad destina más de 22 millones de pesos a este programa, cuyo avance se ve frenado además por la baja disponibilidad de combustible y de recursos, en particular el cemento, así como la tensa situación energética.

Sin embargo, no se renuncia a ninguna de estas labores que ofrecen soluciones a reiteradas problemáticas relacionadas con el deterioro del fondo habitacional y los caminos, el estado constructivo de inmuebles, la recreación y el saneamiento ambiental, subrayó Cristo Débora.

“Además de mejorar la infraestructura de escuelas, consultorios médicos, bodegas, los viales, el alumbrado público, reanimar fachadas y parques, la idea esencial es que el pueblo se incorpore y sea protagonista de esa transformación”.

La vicepresidenta de la Asamblea Municipal resaltó a su vez la disposición y apoyo de los nuevos actores económicos para construir entre todos entornos comunitarios más agradables y mejorar servicios básicos.

Asimismo, valoró de muy positiva la participación del Ministerio del Trabajo y Seguridad Social en la atención a familias en situación de vulnerabilidad, como ancianos que viven solos, discapacitados y madres con tres hijos o más. “Se han identificado sus necesidades y en la medida de lo posible se han entregado recursos y ayudas monetarias, pero lo más importante es lograr reincorporarlos a la vida social”, recalcó.

Aunque ya se trabaja en varios objetivos, el compromiso en saludo al 26 de Julio es concluir la intervención en la comunidad Manuel Ascunce y el Reparto Plaza; todo cuanto se haga allí debe tener ante todo el sello de la participación popular como recurso infalible para embellecer, disfrutar y cuidar.  

Ana Martha Panadés

Texto de Ana Martha Panadés
Reportera de Escambray. Máster en Ciencias de la Comunicación. Especializada en temas sociales.

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