Los Proyectos de Desarrollo Local (PDL) constituyen una opción viable a favor del bienestar colectivo. De la mano de estas iniciativas puede transformarse un municipio como Trinidad, donde crecen el número de emprendedores y de posibilidades, según las demandas o prioridades desde la agenda gubernamental.
Por ello el 2024 debe marcar el despegue de este tipo de colaboración pública-privada, que hasta la fecha no ha tenido un beneficio notable en el territorio, según considera Maddiel González Rueda, jefe del departamento de Gestión del Desarrollo, de la Dirección de Desarrollo Municipal.
A poco más de dos años de la llegada del Decreto 33, para la gestión estratégica del desarrollo territorial, la cifra de proyectos aprobados con la aspiración de aportar soluciones a diversas problemáticas de la comunidad, suma apenas 21, seis de ellos todavía en periodo de inversión.
Y a pesar de que son varias las fuentes de financiamiento que respaldan la constitución de los PDL, González Rueda reconoce que es la contribución territorial la vía más factible de impulsar emprendimientos de esta naturaleza, los cuales no poseen un margen amplio de ganancias, pero sí un alcance social extraordinario; de modo que tendrán a partir de ahora un mayor incentivo monetario desde la instancia del Gobierno municipal.
“Tal es así que en el primer trimestre del año se pudo disponer de alrededor de tres millones de pesos, monto que debe incrementarse con el pago de los tributos y el propio aporte de los proyectos, lo que va a ampliar los fondos de esa cuenta. Un mecanismo en condiciones de funcionar bien engranado”, subraya el funcionario.
En la misma medida, resulta un estímulo importante a las iniciativas futuras y propicia un ambiente de progreso en coherencia con la Estrategia de Desarrollo Municipal. “Serán muchas más las personas con inteligencia, capacidad, niveles de gestión —y ahora con recursos financieros— para apostar por este modelo de negocio, participando de ventajas impositivas, crediticias y arancelarias”, sostiene.
En su opinión, tales iniciativas deberán brindar soluciones a no pocos desafíos que se presentan hoy en el escenario local, desde lo económico, lo productivo, hasta lo social; y en función de mejorar la calidad de vida de la ciudadanía de forma sostenible.
Sería bueno que en el trayecto los cajeros automáticos dispusieran de mayor estabilidad y financiamiento.