Maquillado como hacía rato no se veía, el Polideportivo Yayabo parece de otro mundo, entre la vivacidad de los colores de su escenografía y la concepción del diseño general, incluido túnel de entrada entre las fanfarrias del humo, las luces, la música.
Luce raro en medio de las circunstancias actuales, pero la ocasión lo justifica. Por eso, aunque lo hace casi siempre, Nelson Fernández Gómez, metodólogo provincial de actos masivos, puso su esmero y creatividad a la altura del evento que por estos días le da vida a la sala espirituana: el Torneo Nacional de Boxeo Playa Girón en su edición 60.
Para complementar el espectáculo que intenta romper con la rutina de las presentaciones de eventos deportivos en Cuba, el plato fuerte ha correspondido con creces: pleitos “de verdad” sobre un ring que señorea en medio de la sala por su prestancia y la excelente vestimenta de los protagonistas, de quienes, quizás, se extraña en algunos casos la falta de identificación con el nombre de sus provincias, ya que se trata de un evento nacional.
Pero eso no ensombrece un certamen que sabe compensar muy bien ese detalle con una lucidez mayor: el haber traído hasta aquí, como suele hacer el boxeo en torneos de este tipo, a sus estrellas más relucientes, como hombres de la talla de los bicampeones olímpicos y varias veces mundiales Julio Cesar La Cruz y Arlen López, capaces de bajar desde sus celajes y aterrizar en los cuadriláteros terrenales, por una simple cuestión de respeto, tal como lo expresó López: “Siempre es importante este evento, por la posibilidad de aportarle la mayor cantidad de puntos posibles a la provincia y contribuir a mostrar el nivel de nuestro deporte”.
También eleva el Torneo que sangre joven, muy joven, se enfrente sin complejos a los encumbrados y les peleen de tú a tú y hasta les ganen y que los más de 100 púgiles que representan a sus provincias aquí se “fajen” de verdad por la puja colectiva entre territorios que tienen su propia guerra, incluido los locales, que trajeron a su mejor armada para no hacer como el herrero con cuchillo de palo y subir al ring a campeones mundiales como el veterano Yosvani Veitía y a medallistas a ese nivel como Alejandro Claro Fiss y a escala centroamericana como Jorge Cuéllar.
“Ha habido algunas sorpresas —comenta a Escambray Alberto Puig, presidente de la Federación Cubana de Boxeo—, atletas que no los teníamos previstos en los análisis precompetencia han demostrado tener un alto nivel de preparación y técnico, por eso el evento permite hacer una evaluación de la renovación del elenco, de aquí quizás algunos de los que están en el equipo nacional regresen para sus provincias y nos vamos a nutrir de algunos atletas que han demostrado su preparación y nivel para ingresar a la preselección nacional”.
Y eso le añade adrenalina al Girón, que además de sus seis décadas tiene un valor agregado: ser la vitrina para París 2024, que ya está a pocos “asaltos” de distancia, con la aspiración de que este deporte preserve su epíteto de buque insignia, condición que puso en entredicho en 2023, cuando no ganó todas las medallas que históricamente ha aportado en eventos internacionales.
“Podemos decirle a la familia boxística que el futuro está garantizado, tuvimos que hacer una renovación muy grande en el primer evento del 2023, que fue el campeonato mundial: de 13 hombres, para siete. Era la primera vez que participaban en un torneo internacional y de ellos, tres lograron plata y uno logró bronce. Muy pocos países tuvieron ese saldo con atletas de 19, 20 y 21 años; quedamos en tercer lugar y estamos acostumbrados a que el boxeo cubano sea el primer lugar en todos los eventos del mundo”.
Y aclara: “Cuba puede contar con su buque insignia y en las próximas Olimpiadas lo demostrará, ya el buque está engrasando su maquinaria y prueba de ello es este evento, es el buque con una tripulación joven, pero con un compromiso muy grande. Todos nuestros atletas, el colectivo de entrenadores y la Federación tienen un compromiso muy grande con París 2024 y el futro del boxeo cubano”.
Este sábado la fiesta en que se ha convertido el Playa Girón tendrá su jornada de semifinales y el domingo repartirá definitivamente sus medallas; más de una irá a pechos no justamente de favoritos en un evento que, para el nivel mostrado y la propuesta de espectáculo deportivo, pudo tener mayor apoyo de público en el graderío.
Hasta el gong final parece que mantendrá el suspenso como colofón del espectáculo que ha sido, pues además de los títulos individuales por división, despejará una expectativa que ha rondado desde el primer piñazo: si Camagüey será capaz de preservar su liderazgo histórico.
Sin llegar ese momento, ya la sede ganó su medalla de oro, al decir de Alberto Puig, presidente de la Federación Cubana de Boxeo: “Sancti Spíritus se ha preparado muy bien, ha organizado un evento de alto nivel en medio de todas las dificultades, se ha recibido un apoyo muy importante de todas las autoridades del territorio y esta fiesta en su 60 aniversario ha sido de lujo”.
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