Muchas personas e instituciones se acercan a la casona del Paseo Norte de Sancti Spíritus. Algunos donan juguetes, confituras o prendas de vestir; otros, llegan para derrochar su arte. Allí habitan niños y adolescentes que no tienen cuidadores parentales, pero que sí reciben mucho amor.
Desde hace cinco años Jorge Santiago Toyos Martínez, dueño del restaurante El Asturiano, colabora con la llamada casa de niños sin amparo familiar. Este año los pequeños llegaron hasta su negocio para disfrutar de una experiencia diferente.
María del Rosario Muñoz Guevara y Alexander Quintana Torres (el payaso Picolino), actores del grupo de teatro Guiñol Paquelé, dibujaron sonrisas en los rostros de los infantes. Canciones, juegos de participación y cuentos amenizaron la mañana en el céntrico restaurante. Y, al finalizar, degustaron de comida italiana.
Ania Medinilla Nápoles, directora del hogar, reconoce el gesto de este restaurante espirituano. “Todos los años le brindan sus servicios, estamos muy agradecidos por este gesto tan lindo, humano y solidario. Nuestros niños sienten que hay personas que los quieren, que son parte de la sociedad. Ellos guardan en su corazón esos detalles”, expresa.
“El emprendimiento es familiar y siempre ayudamos a los niños que conviven en la casona —declara Toyos Martínez—. Este año decidimos traerlos hasta nuestro inmueble para cambiarlos de ambiente. Las relaciones con la dirección de la institución son maravillosas, ya somos de la familia”.
Aunque algunos negocios contribuyen con el bienestar de estos infantes, Jorge piensa que se puede hacer mucho más.
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