El canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, abogó este miércoles por la cooperación internacional como premisa para enfrentar el aumento del nivel del mar y su desproporcionado impacto en los pequeños estados insulares.
Durante una reunión de alto nivel, organizada por las Naciones Unidas para abordar este desafío, el titular llamó a priorizar la adaptación, la resiliencia y una respuesta oportuna a las pérdidas y daños asociados a los efectos del cambio climático.
Cuba ha desarrollado su propio plan de Estado para el enfrentamiento al cambio climático, la llamada Tarea Vida, que incluye acciones de mitigación y adaptación ante este fenómeno de particular impacto, recordó.
De acuerdo con cifras divulgadas por el ministro de Relaciones Exteriores, el progresivo ascenso del nivel del mar significará un traslado de 29,3 centímetros (cm) y 95 cm de la línea de costa en la mayor de las Antillas para los años 2050 y 2100, respectivamente.
“Este es el dilema que enfrenta un pequeño país insular, sometido además al más prolongado y criminal bloqueo impuesto a nación alguna”, remarcó Rodríguez en referencia al cerco económico que mantiene Estados Unidos contra la isla por más de seis décadas.
El representante cubano insistió en el riesgo que enfrentan los pequeños estados insulares como consecuencia del ascenso de los mares, lo que podría significar para muchos la pérdida de parte o la totalidad de sus territorios.
“Aquellos que menos hemos contribuido a la crisis actual somos los más perjudicados”, advirtió.
El máximo responsable de la diplomacia cubana puso de relieve la desigual relación entre la expansión de la industria de los combustibles fósiles por los países del norte desarrollado, mientras el planeta muestra señales alarmantes de su enfermedad.
Por su parte, las naciones poderosas incumplen sus compromisos con los países en desarrollo y se amplía la brecha en la acción efectiva contra el cambio climático, enfatizó.
La reunión de este martes fomenta el debate entre cientos de líderes mundiales que asisten a la Asamblea General en la búsqueda de un entendimiento común y la movilización del liderazgo político sobre las amenazas existenciales que plantea la subida del nivel del mar.
Según el organismo, el propósito es trabajar por “soluciones integrales y compromisos factibles para combatir la elevación del nivel del mar, así como garantizar un futuro resiliente y sostenible, incluso para los pequeños estados insulares en desarrollo y las zonas costeras bajas”.
Cuba pide reforma urgente ante ineficacia de arquitectura financiera
Cuba reclamó este miércoles una reforma urgente de la arquitectura financiera global al advertir su incapacidad durante siete décadas para apoyar a los países en desarrollo cuando más lo necesitan.
El ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, aseguró que, por el contrario, el sistema financiero ha sido eficiente únicamente en reproducir un esquema de colonialismo moderno a expensas de las reservas del Sur.
Durante una reunión ministerial abierta, convocada por la presidencia brasileña del G20 en coincidencia con el debate de la Asamblea General de la ONU, el titular demandó una reforma urgente, profunda e integral, con discusiones abiertas en escenarios de intercambios como la Organización de Naciones Unidas.
“El actual orden económico internacional es rehén de políticas y listados unilaterales, como el ilegal y criminal bloqueo de los Estados Unidos contra Cuba y la fraudulenta inclusión de nuestro país en la lista de Estados supuestamente patrocinadores del terrorismo”, denunció.
Rodríguez abogó por una reforma que aborde cuestiones de gobernanza y representación y acceso a la financiación, así como tomar debidamente en cuenta los legítimos intereses de los países en desarrollo.
En tanto, dijo, los programas del Fondo Monetario Internacional deben diseñarse para que sean anticíclicos y estén alineados con los objetivos climáticos y de desarrollo sostenible.
A la par, instó a fomentar un sistema de votación en estas instituciones, alejado del poder económico, lo que es profundamente discriminatorio y antidemocrático.
A juicio del jefe de la diplomacia en la nación caribeña, el actual contexto demanda de un urgente aumento de la base de capital real de los bancos multilaterales de desarrollo, y mayor foco en proveer financiamiento concesional.
“Debe racionalizarse el papel de las agencias de calificación crediticia, que hoy fungen como juez y parte en el mismo mercado que regulan”, alertó.
El canciller cubano insistió además en una agenda climática que respete el principio de equidad y de responsabilidades comunes, aunque diferenciadas y de capacidades respectivas.
Como parte de estos esfuerzos, remarcó la necesidad de cumplir con la Ayuda Oficial al Desarrollo, un compromiso de larga data de los países desarrollados.
Asimismo, pidió renovar y poner en práctica un Marco Común para el Tratamiento de la Deuda, que incluya el alivio y la cancelación con plazos fiables, así como cláusulas para proporcionar alivio y reestructuración ante catástrofes naturales o choques macroeconómicos.
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