En medio de condiciones excepcionales marcadas por una contingencia energética sin precedentes y varios fenómenos meteorológicos con fuertes afectaciones en buena parte del país, el pueblo espirituano demostró su protagonismo en cada una de las 3 371 reuniones de rendición de cuenta realizadas en la provincia en el proceso que concluye.
De acuerdo con Aida Díaz Fernández, jefa del Departamento Independiente de Relaciones con los Órganos Locales del Poder Popular en la provincia, no obstante a las adversidades, se impone en esta ocasión destacar la participación de los electores, quienes, a tono con la situación que hoy vive la nación, hicieron referencia a sus principales preocupaciones en los más de 8 400 planteamientos emanados de esos encuentros.
Primaron, sobre todo, el diálogo y el compromiso de lo que se puede lograr con la participación popular en comunidades y barrios, destacó Díaz Fernández; de ahí que una buena parte de los planteamientos sean de participación popular y 2 567 de ellos fueran solucionados durante los días del proceso.
El resto, agregó, son problemas administrativos que dependen de recursos e inversiones y también del quehacer de entidades y organismos; dentro de ellos ellos se reiteran el abasto del agua, los altos precios, la recogida de desechos sólidos y el arreglo de calles.
La participación del pueblo también estuvo manifiesta en la creación de 4 000 comisiones de vecinos encargadas de controlar y fiscalizar, entre otros asuntos, dificultades con la calidad del pan; discutir e investigar irregularidades en centros de trabajo e investigar y realizar estudios de situaciones que atañen a la comunidad.
Hubo intercambios donde no faltó el estímulo a quienes se destacan con sus acciones, ni a aquellas organizaciones que en muchos lugares garantizan alimentos a los más vulnerables, pero también, como muestra del protagonismo de los electores, hubo críticas y enfrentamiento a quienes protagonizan manifestaciones de indisciplina, violencia social y algún tipo de vandalismo que atente contra la tranquilidad ciudadana, esa que defiende la mayoría de los ciudadanos.
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