La rueda de casino gigante organizada por Cuba rompió los récord nacional y mundial en ese baile, y ahora va rumbo a los Récords Guinnes en el mes de noviembre.
El desafío en esta ocasión consistió en participar en dos modalidades: Récord de mayor cantidad de personas en todo el país bailando en Ruedas de Casino Simultáneamente y Récord de mayor cantidad de Ruedas de Casino, también al unísono.
Dicho proyecto, liderado por el fundador Luis Llamo Castillo, a quien se le considera el Embajador del Son en Cuba, se celebró en la jornada en saludo al Día Nacional de ese género, puntal y vanguardia de la música en la nación.
La marca Récord Mundial de Bailes Populares y Deportivos Cubanos fue aplaudida por un amplio público en la plaza La Piragua, ubicada en El Malecón de La Habana.
Participaron más de dos mil 900 bailadores a la misma vez en toda Cuba y 142 ruedas, y ahora se prepara para ir en la búsqueda del Récord Guinnes.
El Proyecto Internacional “Retomando el Son Bailando Casino” realza de esta forma la cultura de este archipiélago que a lo largo de la historia musical-danzaria evidencia el arraigo de los bailes populares como símbolo de los valores más auténticos.
Dentro de este universo artístico, el baile del casino ocupa un lugar privilegiado, siendo uno de las variantes más nobles y con mayor nivel de convocatoria en los diferentes estratos sociales.
Auspiciaron el evento el Ministerio de Cultura, el Consejo Nacional de Casas de Cultura, Artex y el Instituto Nacional de Deporte, Cultura y Recreación.
La mayor connotación y trascendencia de este singular proyecto artístico radica en retomar, rescatar y defender no solo la autenticidad de nuestra cultura, sino también y por sobre todo, los valores humanos.
El baile, en particular la Rueda de Casino, aúna voluntades, engendra solidaridad, empatía, disciplina, sentido de pertenencia, a la vez que alegrías y optimismo.
Según Llamo Castillo, el bailador de casino vislumbra soluciones más allá de adversidades, contagiando a todos con su mágico ritmo, desafiando al destino siempre al compás del Son.
Me satisface mucho haber participado, fue una verdadera fiesta de hermandad.