A Yunia, residente en la calle Onza, de la cabecera provincial, le es difícil entender que mientras el agua potable corre por la acera del frente de su casa, ubicada en altos, ella tenga que esperar hasta después de las nueve de la noche para servirse del preciado líquido; incluso, en ocasiones, a ninguna hora.
Es cierto que, en medio de tantas limitaciones de recursos, uno de los principales retos que tiene la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Sancti Spíritus es dar solución a la gran cantidad de salideros que pululan por varias zonas de la ciudad, pero en este caso se trata de un brote de agua potable que tiene más de cuatro años de vida.
El líquido sale desde el frente de la vivienda número 222 en la calle Buena Vista y corre como un arroyo hasta tomar Onza durante aproximadamente ocho horas diarias —tres por la mañana y cuatro por la tarde—, que es el tiempo de abasto en la zona y, por cierto, con un caudal nada despreciable, así que habría que ver cuántos litros por segundo han ido a dar a un tragante en estos cuatro años.
Gladys Cancio Gómez, vecina de la comunidad, reportó por primera vez dicho salidero a la Empresa de Acueducto Municipal en julio del 2020, donde se le registró con la Orden número 1091. Luego al ver que no se le daba solución, lo comunicó en ese propio año a las Oficinas de Atención a la Población del Gobierno Municipal y del Provincial y la situación hasta el pasado jueves permanecía igual.
Escambray dialogó con varios residentes cercanos al salidero y manifestaron que hace un buen tiempo llegó una brigada de Acueducto, perforó con una retroexcavadora pequeña y los trabajadores manifestaron que se necesitaba un compresor con martillo porque la rotura era en la conductora principal que abastece al Hospital General Provincial Camilo Cienfuegos y había que romper parte del pavimento de la calle, pero todo quedó en la necesidad y no en la solución.
Reiteramos que no podemos estar ajenos a la situación económica del país, pero la dejadez y falta de planificación parece que han estado presentes en este caso, si tenemos en cuenta que, por muy apretados que estemos, cuatro años son más que suficientes para dar solución al problema.
No olvidemos que el gobierno cubano realiza ingentes esfuerzos para adquirir sistemas de bombeo en aras de mejorar el abasto de agua a la población y, por supuesto, Sancti Spíritus es uno de los territorios beneficiados, entonces no deben echarse por la borda esas inversiones. Todo parece indicar que la Orden 1091 del 2020 fue engavetada o se dio por concluida, mientras el agua corre a riendas sueltas por esta parte de la ciudad.
Reiteramos que resulta complejo suprimir la cantidad de escapes de agua que están presentes en la ciudad cabecera, pero lo que no es concebible es que en más de cuatro años no haya aparecido el susodicho compresor y los recursos para resolver dicha avería.
Esperemos que la Empresa Municipal de Acueducto tome cartas en el asunto, esclarezca el porqué de la demora y que ponga fin a ese arroyuelo en plena ciudad. Recordemos que el agua es vital para la vida; por tanto, no debemos dejarla correr sin provecho alguno.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.