La Universidad de Sancti Spíritus (UNISS) José Martí Pérez inauguró oficialmente en el pasado mes de julio el Área de Fabricación Digital —FabLab, por sus siglas en inglés—, aunque desde enero desarrollan prototipos que beneficiarán a la Agricultura y otros sectores, además de potenciar el desarrollo científico de los jóvenes.
El doctor en Ciencias Luis Alberto Quintero Domínguez, jefe del Departamento de Informática y líder del área, refirió a Escambray que en el tiempo de la pandemia de covid tres profesores comenzaron a interesarse por aspectos relacionados con el internet de las cosas y la inteligencia artificial, y cómo podría ser útil para la universidad y la provincia.
“Desde entonces un grupo de profesores del departamento comenzamos a trabajar en estas temáticas. Nuestro primer prototipo fue hecho de cartón, con algunos sensores y componentes electrónicos que teníamos a mano. Ni siquiera sabíamos qué era un FabLab”.
Lo que hace algunos años fue un sueño, hoy es realidad. Los jóvenes de la UNISS cuentan con un local para la fabricación digital y muchos se han sumado con la motivación de investigar. Actualmente, más de 15 profesores y 20 estudiantes contribuyen al desarrollo del área.
“El prototipo en el que hemos estado trabajando es el de la idea inicial. Es una red de sensores que permiten monitorear las variables climáticas en los cultivos. Es el más acabado que tenemos, aunque todavía queremos realizar varios experimentos. Ya lo probamos y realiza la función inicial que deseamos, que es el monitoreo y recolección de datos.
Ahora comenzaremos a trabajar, en una segunda etapa, con los actuadores para lograr que no solo se midan datos, sino que cuando el agricultor determine que sea necesario regar el cultivo lo pueda indicar desde su teléfono celular”, señaló Quintero Domínguez.
Próximamente, comenzarán a trabajar en un proyecto para monitorear las condiciones en las que se produce biogás en el Centro de Estudios de Energía y Procesos Industriales de la casa de altos estudios espirituana.
Gracias a la colaboración con una universidad alemana, lograron adquirir una impresora 3D, donde han estado imprimiendo las protecciones, la carcasa de sensores y otros diseños de prototipos. Sortean las dificultades para acceder a las materias primas y, hasta el momento, utilizan filamentos de PETG y de PLA.
“La idea del FabLab es no quedarse en la universidad, sino vincularse con las entidades del territorio y del país. Varios agricultores están interesados en nuestros proyectos y desde que surgió el primer prototipo hemos estado colaborando con la empresa La Quinta”, acotó el doctor en Ciencias.
El Área de Fabricación Digital tiene a su disposición un taller de eléctrica y otro de mecánica. Además, cuentan con un aula para socializar y hacer tormentas de ideas, realizar sus sesiones científicas e impartir clases a estudiantes de Ingeniería Informática.
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