Sancti Spíritus en el camino de Fidel

A ocho años de su partida física, el líder histórico de la Revolución cubana sigue en la memoria de los espirituanos

El líder de la Revolución cubana dialoga con Manolo, el puentero mayor.

Iba en aquella pequeña urna de cedro. Increíble. Tan inmenso en vida. Iba cubierto por su bandera, de azul, blanco y, por supuesto, de rojo. Iba escoltado por las rosas que cultivó en versos José Martí; blancas, obviamente. Era el primero de diciembre de 2016; Fidel, de paso hacia Santiago de Cuba, y Sancti Spíritus, estremecido como nunca antes, volvía a acogerlo. Iba convertido en cenizas.

Aconteció hace ocho años. El 25 de noviembre, a las 10 y 29 de la noche, partió físicamente el líder histórico de la Revolución. Lo anunció al pueblo de Cuba y a los amigos de América y del mundo el entonces presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, General de Ejército Raúl Castro.

 Paradójicamente, Fidel se nos tornó más cercano, como hoy. Sancti Spíritus siempre abrazó al Comandante y viceversa. Lo revelan las fotografías. En esta, se le ve recostado en la baranda del paso superior sobre el río Yayabo, donde conversa con la octogenaria Antonia Carbonell, quien había salido al patio de su casa, al borde del río, al escuchar tanto alboroto de la gente.

Fidel y Antonia hablaron con la familiaridad de haberse conocido toda la vida. Era el 27 de julio de 1986, y el líder histórico de la Revolución recorría diversos puntos de la ciudad y dejaba inauguradas obras sociales, una jornada después de hablarles a los espirituanos en el acto nacional en ocasión del aniversario 33 del asalto al cuartel Moncada.

Otra fotografía confirma el diálogo que ese propio 27 de julio sostuvieron Manuel Pérez, el Puentero Mayor, y Fidel, apenas este bajó del elevado. Casi tres años posteriores, o sea, en mayo de 1985, se verían las caras nuevamente; en esa oportunidad  en la ejecución del puente sobre el río Zaza; allí el Comandante en Jefe le recomendó que no abusara de la edad.

—Ni me duelen los callos, le respondió Manolo.

¿Quién sabe con exacitud las veces en que el líder histórico de la Revolución pisó tierra espirituana? Al paso de los años, las cronologías continuarán enriqueciéndose con otras visitas, otras vivencias.

Mas, a la hora de las remembranzas, siempre habrá espacio para dos momentos imprescindibles. El primero: su arribo a la ciudad de Sancti Spíritus en la madrugada del 6 de enero de 1959. Iba camino a La Habana, al frente de cientos de rebeldes, por todo el espinazo de la isla. El segundo: su llegada a esta tierra el 1 de diciembre de 2016. Iba rumbo a Santiago de Cuba; en aquella pequeña urna de cedro, cubierto por su bandera y escoltado por las rosas que cultivó, en versos, José Martí.

Enrique Ojito

Texto de Enrique Ojito
Premio Nacional de Periodismo José Martí, por la obra de la vida (2020). Máster en Ciencias de la Comunicación. Ganador de los más importantes concursos periodísticos del país.

Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *