Más allá de la incertidumbre de la fundación y pese a lo engorrosa que resulta la indagación histórica sobre el nacimiento de las siete primeras villas, lo que sí puede ser una gran verdad es que el nacimiento de un asentamiento como la villa del Espíritu Santo no se produjera de golpe y porrazo, como si los españoles hubieran hincado la cruz en el lugar escogido sin más previsiones.
Valores culturales, históricos y patrimoniales le sobran a Sancti Spíritus para generar el compromiso de muchos de sus hijos en torno al programa por el aniversario 510 de la fundación de la villa.
Vincular a todos los actores políticos, económicos y sociales para lograr una sinergia en torno a la celebración no es tarea de un día.
En medio de un escenario complicado, muy lejos de los recursos y coyunturas de celebraciones de hace más de una década, y más allá de las grandes festividades de aniversarios con mayor fastuosidad, durante las jornadas de cumpleaños los espirituanos tendrán espacios para disfrutar de lo que ofrecen la villa y sus instituciones, como tardes de poesía, propuestas dedicadas al público infantil y otras actividades en el portal de la Casa de Cultura Osvaldo Mursulí. En la Casa de la Trova Miguel Companioni se fusionarán poesía y trova tradicional, mientras que el bulevar acogerá las propuestas de artes escénicas. De igual modo tendrá lugar la celebración de la XXXVIII edición del Coloquio de la Cultura Espirituana
Bárbara Mínguez Amézaga, presidenta del órgano local de Gobierno, destaca que los festejos del nuevo aniversario resultan el pretexto perfecto para homenajear los 110 años del Coro de Clave de Sancti Spíritus, único exponente de su tipo en Cuba, surgido como resultado de una longeva tradición coral popular que proliferó en la villa, y que además floreció en La Habana y Matanzas durante las primeras décadas del siglo XX.
Asimismo, se convierte en el mejor escenario para honrar los 80 años del Trío Miraflores y los 30 del Trío de Gómez, agrupaciones musicales emblemáticas de la tierra del Yayabo.
La añoranza por lo autóctono y la buena música espirituana tendrán respuesta durante una Gala Cultural durante la noche del 3 de junio, con la participación de valiosos artistas del patio que harán público lo mejor de la cultura espirituana.
En esta ocasión, se trata de que interactúen todos los públicos y en cada demarcación de los Consejos Populares de la ciudad. Por eso sobran razones para efectuar, no por casualidad, la tradicional Sesión Solemne de la Asamblea Municipal del Poder Popular en pleno Centro Histórico de la ciudad, en el Parque Serafín Sánchez, sino porque su historia se remonta al siglo XVII, al erigirse en el área la ermita de la Veracruz en el año 1690 y fundarse a su lado, en 1716, el Convento de San Francisco, regido por la orden monástica más numerosa de América de entonces y todavía hoy permanece rodeado de imponentes e históricos edificios del Siglo XIX y sigue siendo el centro recreativo, cultural y comercial de la ciudad de Sancti Spíritus por excelencia.
En fin, que sobran los pretextos para la alabanza a una de las ciudades coloniales mejor conservadas de Cuba y la única en el país con nombre en latín; cuna de trovadores, escritores, pintores e ilustres, patriotas y a personajes populares que han trascendido en el tiempo y un pueblo que, como la añeja villa, ha demostrado su capacidad para resistir el paso del tiempo y que cantará por estos días el nuevo himno de los yayaberos, salido de la autoría del músico espirituano Juan Kemel Barrera: Santilé 510.
En espera de la fecha también hubo maquillaje para quitar arrugas con acciones constructivas, de mantenimiento, reparación y pintura, que, si bien no llevan el rótulo de grandes obras, tienen un impacto de beneficio social y ayudan a conservar un patrimonio inigualable ya que, como ha afirmado la doctora Alicia García, experta en patrimonio arquitectónico, en Sancti Spíritus es habitual construir lo nuevo sobre lo viejo, lo que ofrece un rico perfil de edades superpuestas que la convierte en la más medieval de nuestras poblaciones primitivas.
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