Sancti Spíritus retoma el cultivo de arroz no especializado, una modalidad que en otros años demostró potencialidades agrícolas en el territorio, mientras en el actual contexto de limitaciones y bajo nivel productivo del cereal desde la técnica intensiva, se vuelve una alternativa para paliar la demanda del grano en función del autoabastecimiento local.
Luego de llegar a niveles apreciables de siembra y producción, el llamado arroz popular fue una buena práctica abandonada a finales de la década anterior, sobre todo cuando el cereal tuvo un periodo de cierta estabilidad en los mercados, a precios entonces razonables; nada que ver con el momento actual, en que la libra se cotiza en la calle, cuando aparece, a más de 200 pesos y nadie sabe hasta dónde puede subir.
Eduardo Jiménez Calzada, jefe del departamento agrícola en la Delegación Provincial de la Agricultura, explicó a Escambray que en tal escenario se aboga por acudir de nuevo a esta modalidad, asentada en el laboreo manual en pequeños espacios y menos dependiente de los insumos y la maquinaria.
Trascendió que el rescate del arroz popular parte de recuperar productores con experiencia en el cultivo, algunos vinculados directamente a la propia arrocera de La Sierpe que tributarían la producción al balance nacional del cereal, en tanto en los demás municipios esa distribución formará parte del autoabastecimiento territorial, destacó Jiménez Calzada.
Señaló el especialista que para ir al rescate de esta modalidad de cultivo se buscó como referencia el universo de productores que tenía Sancti Spíritus en el 2016, año en que se contabilizó la siembra de unas 15 000 hectáreas. “Son productores con experiencia en el manejo del cultivo y ya tenemos más de 1 000 en todos los municipios de la provincia involucrados en el programa con el compromiso de sembrar más de 2 000 hectáreas”, detalló Jiménez Calzada.
La forma de distribución y los precios del arroz que se produzca por esta vía serán según acuerde el Comité de Concertación de Precios del Gobierno en cada territorio, precisó la propia fuente.
La Empresa Agroindustrial de Granos Sur del Jíbaro —entidad especializada en la producción del cereal de forma extensiva— dirige el programa, un movimiento retomado en la provincia hace más de un semestre y que lleva a la par también el fomento de bancos de semillas y la capacitación de los productores.
Gerardo Alfonso Rubí, especialista del programa de arroz popular en Sancti Spíritus, precisó que no se trata de que este arroz no lleve insumos, “es que como se siembran pequeñas áreas, los productores lo pueden atender mejor, realizan un grupo de actividades que no puede hacer la arrocera en extensiones grandes, acuden a labores manuales, a la técnica del trasplante; es un cultivo para el autoabastecimiento de las familias y que ellas contribuyan a las ventas en los mercados y las ferias, que es lo que estamos pretendiendo en esta fase, al igual que retomar los bancos de semillas para darle continuidad a la plantación e incorporar más productores”.
Detalló Alfonso Rubí que la provincia aspira a una siembra en el año en el entorno de las 2 000 hectáreas, en tanto los rendimientos y niveles productivos en esta primera etapa no serán muy significativos; son resultados que pueden crecer en la medida que aumenten los productores y las áreas de plantación.
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