Las presas espirituanas, que ya hace algunos años no reciben una crecida como Dios manda, actualmente mantienen un favorable estado técnico, principal garantía contra alguna rotura que pudieran ocasionar las abundantes precipitaciones asociadas a un evento meteorológico extremo, como la tormenta tropical Rafael.
Al respecto, Yusliadys Lorenzo Coca, subdelegada de Recursos Hidráulicos en el territorio comentó: “Luego de la revisión realizada por la Empresa de Aprovechamiento Hidráulico a cada uno de los embalses que administra, estos no presentan problemas técnicos que puedan producir averías en las obras”.
Agregó, además, que si fuera necesario realizar evacuaciones de las personas que viven aguas abajo de los aliviaderos de los acuatorios sería para ponerlas a salvo de las posibles zonas de inundación que se producen normalmente con el proceso de evacuación de las aguas.
“La Delegación provincial de Recursos Hidráulicos también puntualizó la víspera con el Minagri y Azcuba la situación de las 52 micropresas que actualmente existen en la provincia y estos organismos informaron que las mismas tienen las condiciones para transitar las avenidas que puedan surgir a partir de las precipitaciones que ocurran con este evento”, detalló la ejecutiva.
Igualmente, agregó que desde que comienza el período lluvioso el sistema de Recursos Hidráulicos mantiene una observación y revisión constante del estado técnico de las obras hidráulicas, pero cuando se presenta una posible afectación hidrometeorológica lo puntualizan más al detalle.
Asimismo, aseguró Lorenzo Coca, se crean diferentes grupos de trabajo y se designan cuadros y especialistas con vasta experiencia y facultades para tomar decisiones, con el fin de apoyar en cada una de las obras hidráulicas, fundamentalmente aquellas presas que operan con compuertas.
“En estos casos se precisan los medios de comunicación y transporte que se asignan a estos embalses. También se verifica el completamiento del combustible y los lubricantes para los grupos electrógenos de reserva con que cuentan en estos lugares, así como para aquellos que dan servicio de abasto a la población y para el que suministra a la propia Delegación de Recursos Hidráulicos, con el fin de viabilizar la información a las autoridades de la provincia y del Instituto”, pormenorizó.
En estos momentos, los embalses de la provincia almacenan alrededor de 635 millones de metros cúbicos de agua, cifra que representa menos del 55 por ciento de su potencial. Solo se encuentran vertiendo Siguaney y Banao, mientras que Tuinucú llegó al tope y está lista para evacuar. Otros acuatorios también se mantienen con porcientos favorables de llenado, como La Felicidad, Higuanojo y Aridanes, que superan el 90 por ciento.
En el resto de los embalses la situación es diferente porque se mantienen con bajos volúmenes: Zaza y Dignorah, con alrededor del 45 por ciento; y Lebrije, con menos del 70 por ciento.
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