Tan solo 23 años de vida cuentan para el joven Yoel Alejandro García González, maestro de alma y de profesión del municipio espirituano de Fomento. Inspirado en sus profesores de la primaria, decidió continuar el ejemplo de aquellos que lo formaron y educaron.
“Por eso para mí ser maestro es algo incomparable porque tengo en mis manos lo fundamental de esta sociedad, que son los niños. Siempre trato de cuidarlos, de protegerlos, los trato como a mis hijos, como mis hijos que son, así siempre les digo”, manifiesta con una dulzura desbordante.
Tal vez, la edad de Yoel pueda revelar inexperiencia; pero lo cierto es que está muy seguro de su firme decisión de enseñar, más allá de los libros de texto y los cuadernos de trabajo. Sabe, con certeza, que enseñar es una obra de infinito amor, pasión, paciencia.
Desde la escuela primaria Miguel Ruiz Rodríguez, lleva de la mano un grupo de niños de tercer grado, a los que ha conducido desde primero, con la satisfacción de mostrarles la magia de las palabras y la exactitud de los números.
No vaciló ante el llamado de Escambray para compartir con sus lectores un poco de ese afecto inmenso que le profesa el arte del magisterio.
¿Por qué eligió ser maestro?
“Me decidí a ser maestro porque desde pequeño me inspiraban las enseñanzas de mis maestros del nivel educativo de primaria, etapa que más me marcó en mi vida estudiantil. Los tuve muy consagrados, que por muy difícil que fueran los tiempos nos acompañaban en cada uno de los procesos para ayudarnos y gracias a ellos, que hoy son mis compañeros de trabajo, elegí formar parte de ese gran ejército”.
Con tan solo cuatro años de labor en el sector educacional en tierras fomentenses, el nombre del profe Yoel resuena, incluso, en las redes sociales, las cuales también incorpora a su estrategia pedagógica, y sube fotos de sus estudiantes en las actividades extracurriculares que, a propósito, no son pocas.
Un proyecto de vinculación con la historia igualmente desvela al joven muchacho. Mantener vivos a los próceres y ese sabor tan bueno que deja viajar al pasado de los hombres y mujeres del terruño, hace que florezca la creatividad.
¿Cómo surge la idea del proyecto educativo y cuáles son sus principales pretensiones?
“Llevamos a cabo un proyecto educativo de grupo que se llama Conociendo sobre nuestra patria. Está basado en llevar adelante diferentes actividades que nos permiten cumplir con el fin de la educación primaria, y que guarden relación con la historia de nuestra patria. Realizamos muchísimas actividades en correspondencia con las efemérides más importantes y acordes al grado en que ellos se encuentran. Siempre tratamos de hacerlas fuera del marco del aula, para que estén en contacto con la historia. Les traemos personas protagonistas de los hechos para que les cuenten cómo se desarrollaron.
“Además, coordino visitas al museo, tarjas, encuentros con alfabetizadores; siempre intento que vivan la historia. Ellos son muy pequeños, pero todos esos conocimientos de los cuales logran apropiarse a través del proyecto educativo, les va a servir para adquirir saberes y prepararlos para la vida”.
El proyecto educativo surge por la necesidad que existe de que nuestros niños, desde pequeños, conozcan sobre la historia de Cuba y sepan el porqué de lo que somos y hasta dónde hemos llegado. No fue creado solamente por decisión del maestro, sino que tuvo un proceso de socialización con la familia para escuchar sus criterios y opiniones.
“Los resultados del proyecto son muy buenos. Logramos vincular a la familia, que participa de manera activa con nosotros y se muestra satisfecha”, apunta.
Yoel Alejandro García González encuentra siempre motivos para mantener a sus alumnos a la expectativa.
¿Cómo incorpora la motivación por el cuidado del medio ambiente a sus clases?
Realizamos excursiones, visitas al área protegida, y a la Reserva Florística Lomas de Fomento. Dentro de las asignaturas del currículo, por ejemplo, El mundo en que vivimos, siempre tratamos, como es una asignatura eminentemente práctica, que las clases sean fuera del aula. Es importante que estén en contacto directo con la naturaleza y, así, aprendan a cuidarla.
¿Qué sentido tiene para Yoel ser maestro?
Yo diría que ser maestro es mucho más que enseñar. Hay que inspirar, hay que formar valores. Siempre pienso que lo que yo sea capaz de instaurar y de conquistar hoy en mis estudiantes va a garantizar los hombres y mujeres de bien del futuro. Entonces, como tengo esa misión, los llevo más allá, no solamente en conocimiento; trato de que sean personas responsables, personas con muchos valores para que sean ellos quienes, en el mañana, me sustituyan, y puedan suceder a todas las personas que laboran en los diferentes sectores de la sociedad.
Buenos días, en el marco de éste escrito quiero felicitar al maestro Yoel por su entrega, dedicación y paciencia para con los alumnos, mi niño está bajo su manto de enseñanza desde el 1er. grado y les puedo decir qué no tengo ninguna insatisfacción con su trabajo, todo lo contrario, me gusta cómo educa, cómo desarrolla sus clases dentro y fuera de la institución, cómo toma su tiempo libre para preparar las actividades y sorprender a esos niños para qué no pierdan el interés en el estudio principalmente en éstos días difíciles qué están viviendo, cuándo el niño llega a la casa y te dice lo bien que lo pasaron en tal actividad qué realizaron en el campo o cómo aprendió en el museo o lo qué vivió y luchó X combatiente y no solo éso qué además sabe cómo sumar, restar, dividir, multiplicar, leer con precisión, elaborar sus propias respuestas, es seña qué lo qué está haciendo lo está haciendo bien, se ha ganado el cariño y el respeto de todos los niños y de los padres, por lo qué lo felicito en nombre de todos los padres y ojalá que siga con ellos hasta 6to. grado para qué siga brindándole ésa sabiduría, saludos ✌️