Sin consecuencias fatales: ese es el saldo del escape de gas ocurrido en la mañana de este miércoles en la escuela primaria Federico Engels de la capital espirituana.
De acuerdo con la información suministrada por el teniente coronel Alexander Ávalos Jorge, jefe del Cuerpo de Bomberos de la provincia, el escape se produjo en la bala de 2 500 litros de gas licuado que servicia la cocina de dicho centro.
“Desde que recibimos la llamada de la dirección de la escuela enviamos la técnica M1 del comando provincial y al realizar la exploración se determinó que se trataba de un escape de gas de la válvula principal. Se realizaron las acciones previas para minimizar el riesgo con medidas primarias con agua, colchas y trapos húmedos para que ese gas saliera al espacio menos concentrado.
“Aunque no había posibilidades de explosión, por medidas preventivas, se decidió la evacuación a discreción de todos los alumnos y en unos 20 minutos se realizó la operación”, explicó Ávalos Jorge.
Damaisi Bernal, directora del centro en el que estudian 916 alumnos y laboran 142 trabajadores docentes y no docentes, añadió: “Desde que detectamos el escape de gas, inmediatamente nos comunicamos con las familias para que vinieran a buscar a los niños y evacuarlos en áreas lejanas al lugar donde estaba la bala; los pocos que quedaron, porque los padres no pudieron venir tan rápido, fueron ubicados en un lugar lejano y una medida importante fue bajar el catao de la escuela para evitar cualquier chispa de electricidad. Fue un proceso muy organizado”.
Yoslaine Lago Francisco, directora general de Educación en el municipio espirituano, ratificó que se adoptaron todas las medidas preventivas, tal como está estipulado en el plan de prevención para evitar consecuencias.
Aunque el escape de gas persiste, según los expertos no hay peligro de explosión: “Hasta ahora no existe riesgo alguno de explosión —asegura el teniente coronel Alexander Ávalos Jorge—, hemos adoptado medidas con los vecinos del lugar que han sido disciplinados y apoyaron, y con los medios de transporte de combustión que puedan pasar por la zona.
“Nos encontramos con los compañeros de CUPET, que realizaron acciones para minimizar la fuga que persiste; el tiempo ha sido favorable, porque hay un buen aire que evita que el efecto del gas esté mas concentrado en la superficie y así se esparce más fácil en el espacio. Además, la bala cumple con las indicaciones de estar lejos de la estructura de la escuela”.
El jefe de la brigada de gas licuado de la Refinería de Cabaiguán, Wilfredo Araujo, llama a la tranquilidad, aunque hay que mantener las medidas: “Encendimos todos los fogones para que la presión vaya bajando, por la noche baja más rápido, pues por el día el sol incide, en realidad no hay acumulación de gas, pero para poder trabajar en el salidero la bala no puede tener gas. Lo que lleva es cambiar la multiválvula, no hay peligro si se siguen las medidas, porque incluso se puede cocinar”.
Hasta el lugar de los hechos llegaron las principales autoridades de la provincia y el municipio, encabezadas por Deivy Pérez Martin, miembro del Comité Central y primera secretaria del Partido en la provincia, e Isbel Reina Abreu, secretario de esa organización en el municipio cabecera.
Y las medidas de seguridad que deben tener las instalaciones de este tipo? Y las organizaciones encargadas de velar por el cumplimiento de estas medidas? Los periodistas están obligados a indagar, profundizar. Las instalaciones de gas tienen requerimientos muy estrictos para que esto no ocurra. Ya ha pasado mucho tiempo del accidente del Saratoga y no se ha hecho público el resultado de la investigación.
Sugiero sino lo hacen que cumplan con la norma cubana con relación a las balas de gas licuado , que establece la periodicidad de las revisiones y certificaciones establecidas al efecto y máxime que se trata de un lugar donde conviven muchos niños. Felicitaciones por la pronta respuesta de profesores, alumnos, vecinos, especialistas y dirigentes.