Con los días contados para el cierre de la fase regular, a la versión 63 de la Serie Nacional le quedan sus días más trepidantes y con los juegos contados; a los Gallos, también.
Con varios boletos repartidos hacia la postemporada y a falta de cinco partidos para que concluya el tramo clasificatorio de la campaña, la pugna por la puerta 8 para acceder a la fase de cuartos de final se torna bestial, mucho más después que los Cachorros de Holguín paralizaran en seis la racha de victorias sucesivas de los Gallos espirituanos.
Así puso al rojo vivo la tabla de posiciones y son aún cuatro los elencos que les pisan los talones a los ahijados de Lázaro Martínez, lo que augura un final que puede ser de foto finish, pues hasta dobles y triples empates pueden producirse en lo que se vislumbra como la manzana de la discordia: el puesto ocho.
Explico. Los yayaberos amanecieron este sábado en zona de clasificación y eso cuenta, aunque nada tienen seguro ya que cuatro equipos le sienten la respiración: Guantánamo, Villa Clara, Mayabeque y Artemisa, todos con opciones de pasar desde las matemáticas y la realidad del terreno.
Hablemos de los posibles empates y cómo están los Gallos en relación con sus “acechadores”: con los Naranjas sufrió cuatro costosas victorias allá en los inicios de temporada, pero con los del Indios del Guaso se la desquitaron con idéntico saldo al revés: 4-1. A los Cazadores les ganó 3-2 y ante los Huracanes cayó con idéntico marcador.
Y se sabe que en caso de abrazo decide el duelo particular y clasifica el ganador del duelo. ¿Si el empate es triple? Bueno, entonces habría que apelar a otras fórmulas, pero es mejor ni hablar de esa mescolanza y esperar a que el calendario camine, pues quizás haga falta celebrar los partidos pendientes.
Como sucede con cada uno de los seguidores de esos equipos, los de Sancti Spíritus andan con las antenas dirigidas hacia varios parques pendientes de las decisiones de los enemigos y sacando cuentas de las ventajas y desventajas que tiene cada uno para los tres juegos finales, pues parece que habrá que esperar hasta el último out para saber el desenlace.
Mientras los Gallos terminan con el sotanero Cienfuegos, Artemisa se las verá con el líder y clasificado Pinar del Río; Mayabeque se cruzará con Matanzas, que busca aún concretar su boleto, y Villa Clara jugará en casa con Holguín… Ahí le dejó para que saque cuentas… y especulaciones, que aumentarán este fin de semana cuando los nuestros concluyan sus presentaciones en la llamada Ciudad de los Parques. Le aclaro que las subseries de la semana entrante serán solo de tres juegos.
O sea, que mientras los de arriba de la tabla luchan por afianzarse en sus puestos o concretar su presencia en los play off, los de abajo protagonizan capítulos intensos, quizás hasta para darle vida a una novela a la que, de nuevo, le han faltado drama, atractivos, expectativa.
Lo cierto es que para quien vio a los espirituanos hasta hace unos días casi haciendo maletas o cuando los sufrió en aquellas nueve derrotas sucesivas de inicios de campaña, mirarlos ahora en este ajiaco clasificatorio y con reales opciones de pasar a la postemporada es, de todas maneras, un aliciente.
Porque si están ahí es por la remontada espectacular que coronaron con una barrida arrasante de 5-0 ante Camagüey, por cierto, la única que realizaron en la actual contienda y ya les hablé de los seis éxitos sucesivos antes de caer el miércoles ante los holguineros y poner a arder la tabla de posiciones.
Con esa escoba sumaron tres las subseries ganadas de manera sucesiva ya que antes habían triunfado vs. Artemisa e Industriales, ambos 3-2 en resultados que han sido claves para saltar de lugares sotaneros hasta el límite de la zona clasificatoria, en lo que ayudó, también, el descalabro de varios de sus rivales más cercanos en esta parte final.
Una ventaja sí les acompaña y es que ahora dependen de lo que puedan hacer ellos mismos en el terreno sin esperar, como sucedió hasta hace poco, que otros pierdan, sin perder de vista que enfrentar a elencos sotaneros, sin opciones clasificatorias, puede ser un arma de doble filo para los nuestros y para todos; agréguele el viejo axioma beisbolero de que en la pelota no hay enemigo pequeño.
Lo positivo es que los yayaberos están en estado de gracia y que buena parte de la reacción llega de sus bateadores, sobre todo de los que tienen la mayor responsabilidad ofensiva a la hora de producir carreras y de halar al equipo desde lo anímico, un factor que, por encima de las estadísticas, resulta decisivo en cada una de las salidas que les resta a los Gallos en este todo o nada por llegar otra vez a la postemporada, aunque sea por la puerta 8.
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