En términos naturales, un tsunami suele ser más impactante —y más destructivo— que un huracán.
Valga la comparación para ilustrar lo que puede vivirse desde esta tarde en el estadio Capitán San Luis, cuando a las dos de la tarde Sancti Spíritus y los anfitriones pinareños den inicio a la fiesta de los play off de la campaña 63 de la Serie Nacional.
Será un duelo entre dos equipos que llegaron por sendas totalmente distintas. Los Pativerdes (50-25) pasearon el campeonato y consiguieron el primer boleto, de la mano, sobre todo, de una batería indomable y, de hecho, fueron los únicos en completar 50 triunfos.
Los Gallos (40-35) tuvieron que sudar la camiseta y debieron esperar hasta el último out para montarse en el tren de los ocho, luego de protagonizar una remontada épica en los últimos 21 partidos, de los que ganaron 18. Esa reacción los obligó a jugar en modo play off todos los días, luego de estar casi a punto de hacer las maletas.
Justo esa combatividad y esa garra que debieron desplegar son ahora mismo las mejores armas para luchar ante un rival que luce y es superior. Nada tiene que perder la tropa de Lázaro Martínez y el play off lo borra todo para empezar de cero.
Pero antes de llegar a ese punto, la campaña escribió una historia que ahora le entregamos en números, que siempre ayudan a comparar y a atizar pronósticos.
Pinar superó a los Gallos en toda la línea. En el bateo fueron segundos, con 329, de la mano sobre todo de una ofensiva de largo alcance, al punto de imponer récord de jonrones para una temporada de 75 juegos, con un total de 87.
Once de sus hombres terminaron por encima de 300, con el veterano William Saavedra como líder de los bateadores (411).
Con el levantón del final, los Gallos superaron la barrera de los 300 a nivel colectivo (305), en el séptimo lugar y por encima de la media de lid. Ocho de sus hombres batearon más de 300. Rodolexis Moreno acumuló 368 (onceno entre todos los bateadores) y líder en hits de la justa (107); Yunier Mendoza fue quinto (385); Alexis Miguel Varona (348) resultó el que más carreras produjo (38 anotadas y 51 empujadas); Frederich Cepeda compiló 333, lideró los boletos con 98, fue segundo en OBP (557) y compiló 572 en slugging; Lázaro Fernández bateó 312 y fue el segundo que más carreras produjo (45 anotadas y 42 empujadas); Dunieski Barrosos registró 337 de average y constituyó el máximo empujador (52), Daniel de Jesús González promedió 307; y Miguel Martínez, 300.
En el pitcheo los pinareños fueron segundos con 4.33 PCL por 4.80 los Gallos, que ascendieron hasta el sexto. Una inyección positiva tuvo el box espirituano con Yohanny Diosmel Hernández Cruz, devenido abridor eficaz luego de varios años como relevista. El zurdo fue el décimo en PCL de la campaña (3.81) y fue el que más triunfos aportó al equipo (7). Inestimable fue el trabajo de Yankiel Mauris, líder en salvados de la serie con 12, además de cinco triunfos, y también Yanielquis Duardo, quien antes de lesionarse aportó ocho salvamentos. A ellos se unen los seis éxitos de Fernando Betanzos, los cinco de Isaías Grandales, Carlos Michel Benavides y Alex Guerra, y los cuatro de José Eduardo Santos.
La defensa de los vueltabajeros no fue tan eficaz, con 965 (décimos), en una campaña que fue discreta con promedio de 967, pero la de los Gallos fue peor (957). Hay que resaltar, no obstante, el trabajo de Yadiel Guerra Cabello, líder en cogidos robando entre los receptores (31).
Para este inicio de play off les faltarán a los espirituanos tres lanzadores: Alex Guerra, afectado por una virosis, José Isaías Grandales por lesión, y Yankiel Maris por trámites de visado para su contrato con la liga canadiense
En la historia de postemporadas los pinareños también llevan ventaja: En las seis subseries que han sostenido han ganado cuatro, con balance de 20 triunfos y 14 derrotas, una diferencia que, sin embargo, no luce abismal. Los espirituanos ganaron en la semifinal de la Serie 41 (4-2), cuando fueron a la postre subcampeones al caer en la final frente a Holguín, y en los cuartos de final de la 61 (4-3), cuando quedaron con bronce al ser derrotados por Matanzas en semifinales.
Este año, en choques casi todos cerrados, los occidentales se llevaron el pleito 3-2.
Los cuartos de final están pactados a siete juegos al mejor en cuatro.
Según el calendario, jueves y viernes se jugará en el Capitán San Luis a partir de las dos de la tarde; el sábado será de traslado y se jugará en el Huelga el domingo a partir de las cuatro de la tarde, y lunes y martes a partir de las seis y treinta. De no existir definición, las acciones se trasladan nuevamente al estadio vueltabajero.
Los pinareños son de los llamados cuatro grandes de la pelota cubana y los Gallos están por decimosexta vez en play off.
¿Se impondrá el poderío del tsumani pinareño o el huracán espirituano echará por tierra la lógica de la naturaleza? ¿Qué cree usted?
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