En el Colectivo Laboral Soler, perteneciente a la Empresa Flora y Fauna Sancti Spíritus, los días resultan intensos. En sus más de 100 hectáreas de tierra los trabajadores impulsan la producción de cultivos varios y otros programas como el porcino, el vacuno-racial y el caprino.
Desde horas bien tempranas de la mañana comienza la faena. Cada persona sabe que solo con el trabajo constante se cumplirán los planes de producción y se alcanzará la eficiencia. No por gusto la mayoría de quienes laboran en este sitio poseen una trayectoria estable dentro de la empresa.
Quizás por ello, ante las lógicas limitaciones de recursos que enfrenta la Agricultura, estos trabajadores no se cruzan de brazos. Buscan alternativas para sembrar, incluso, más de lo establecido y para garantizar la alimentación de los animales con que cuentan.
CULTIVOS VARIOS EN LA MIRA
Cuando Rubén Padilla García llegó a Soler hace 19 años, lo primero que hizo fue estar al frente de una brigada que se dedicaba a la cosecha de frutales. Un poco más tarde se encargó de sembrar y de velar por el riego, funciones que asume hasta los días de hoy.
“En estos momentos estamos cultivando la yuca. Cuando tenemos un poco de combustible aprovechamos y preparamos la tierra para que después el buey haga el trabajo que le toca. Nunca hemos dejado de trabajar ante las limitaciones de recursos”, cuenta Padilla García.
En el Colectivo Laboral Soler la siembra de cultivos varios es el plato fuerte. Bien lo sabe Julio Antonio Galañena Téllez, jefe del colectivo laboral, quien asegura que aquí “se siembran viandas como yuca y boniato, y la parte de los granos, como maíz y sorgo se va a reforzar para alimento animal”.
En el empeño de mantener las producciones, el centro intenta ir más allá de los planes. Tanto es así que en el presente mes posee un plan de siembra de seis hectáreas de hortalizas, maíz y sorgo. Y, aunque en ocasiones se le dificulte la maquinaria para realizar las labores, las alternativas siempre están a la mano.
Unido a los cultivos varios, el Colectivo Laboral Soler incluye dentro de sus labores la cunicultura y los programas porcino, vacuno-racial y caprino.
“Este colectivo siembra alimento animal para autoabastecer esos propios programas. Es el colectivo encargado de producir también toda la vianda, los granos y hortalizas que deben ir a los centros turísticos nuestros. También aporta a la soberanía alimentaria, específicamente a la comunidad de Juan Francisco, donde se encuentra enclavada la UEB Área Protegida de Recursos Manejados Jobo Rosado”, destaca Yamirys Llanes Méndez, directora de la UEB.
En tanto, en Soler también se potencia el turismo agroecológico. “Hasta aquí llega el jeep Safari y los clientes permanecen una hora en el lugar. Durante este tiempo realizan diversas actividades como la monta de caballo, el ordeño de vaca, el trabajo con los bueyes y, si hay cosecha, participan con nosotros en la parte demostrativa. Además, se interesan por los animales. Esta opción es una fuente de ingreso para el colectivo”, apunta el jefe del Colectivo Laboral Soler.
PROGRAMAS QUE SUMAN
En el afán de diversificar las producciones, se incorporó la cría de conejos. Desde entonces, en este lugar se ha garantizado el bienestar de estos animales, con el propósito de elevar los rendimientos. Para ello, cuenta con un criador de experiencia que ha logrado mejorar el estado de los conejos.
“Aquí tenemos cinco variedades de animales: el California, Nueva Zelanda, Pardo Cubano, Mariposa, y el Chinchilla. La alimentación de ellos se garantiza a partir de dos o tres tipos de forrajes: el King Grass, la Tithonia y el bejuco de boniato. Además, se muele la caña y se les da forraje verde por la noche. Hasta el momento, tenemos 50 reproductoras y 111 animales en total”, subraya Evaristo Pérez Laurencio, al frente de la cunicultura.
Por su parte, el programa porcino también ha tenido que encontrar nuevos caminos ante la imposibilidad de obtener alimentos para los cerdos de capa blanca. Una verdad que corrobora Jorge Luis Lorenzo, quien se encarga de atender estos animales.
“Llegó el momento en que se acabó la comida del cerdo blanco y hubo que venderlos. Entonces, decidimos dejar el cerdo de la capa oscura, cerdo criollo tradicional, que es mucho más fuerte. No es que estos cerdos puedan vivir sin comer, pero se pueden alimentar a base de caña, palmiche, maíz, yuca, boniato…
“En estos momentos hay 66 animales. Por la mañana siempre los revisamos todos, limpiamos el corral y, después, voy pa´l campo de caña, la corto y se la echo, al igual que el yogurt de yuca o de boniato si hay”, refiere Luis Lorenzo.
“Los cerdos de capa oscura son más resistentes. Con ellos los resultados son más lentos, sobre todo, la conversión de las carnes, pero es un programa que puedes mantener y sostener sin muertes, y puedes tener producción.
“Hoy estamos asegurando la alimentación de estos animales con el yogurt de yuca, e hicimos una gestión de miel, se buscó desechos de pescado y estamos haciendo pienso líquido para incorporarlo en este programa. Además, tenemos la caña y las plantas proteicas. Así, hemos hecho un complemento nutricional para este programa”, resalta Yamirys, directora de la UEB Área Protegida de Recursos Manejados Jobo Rosado.
A la par del programa porcino y la cunicultura, en Soler se potencia el programa caprino, el cual recibe los beneficios del Proyecto de Conservación de la Biodiversidad y Manejo Agrícola Sostenible, que persigue preservar la cabra criolla.
NUEVOS HORIZONTES
Si a alguien le queda dudas de que el Colectivo Laboral Soler es una fortaleza para la Empresa Flora y Fauna Sancti Spíritus, basta con recorrer sus alrededores para apreciar cómo aporta a la producción de alimentos, y cómo en sus áreas está presente el programa vacuno genético y hasta el turismo de naturaleza.
Quizás por ello, dentro de las estrategias concebidas por la entidad para este 2024, Soler está dentro de las prioridades. Los trabajadores del sitio saben que sembrar el ciento por ciento de las áreas es su primer compromiso, en aras de responder al principal llamado del país. Con esta meta cumplida recibirán los nuevos desafíos, entre los que se encuentra cumplir con el encargo estatal de la entrega de leche y queso.
“En este colectivo vamos a hacer una vaquería destinada a la producción de leche. Ya se están recuperando los potreros que se van a dedicar a esta actividad con el propósito de cumplir este encargo estatal y seguir aportando a la economía del país.
“Además, vamos a recuperar el sistema de riego para garantizar la irrigación del ciento por ciento de las áreas; vamos a rescatar la siembra de frutales e incorporaremos una sala de ordeño dentro del programa caprino, con el cual debemos llegar a las 100 reproductoras. Eso sin contar que se mejorarán las condiciones del área donde se desarrolla la cunicultura”, detalla Llanes Méndez.
Con estas luces, el Colectivo Laboral Soler encaminará sus pasos a partir de ahora. Sabe de sobra que no puede bajar la guardia en el aprovechamiento de la jornada laboral y, mucho menos, en la atención al hombre. En la entrega de sus trabajadores reposa el prestigio de un lugar que decide en la Empresa Flora y Fauna Sancti Spíritus.
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