Ryan Wesley Routh, el sospechoso del aparente intento de asesinato del candidato republicano en 2024, el expresidente de Estados Unidos Donald Trump, comparecerá ante un tribunal federal en Florida.
Los fiscales federales aún no han anunciado qué cargos enfrentará Routh, quien al momento de su detención ayer tras el suceso estaba tan tranquilo que fue “desconcertante”, recordó William Snyder, sheriff del condado de Martin, Florida.
“Su expresión facial era tan plana. Su comportamiento era relajado”, dijo Snyder a CNN la mañana de este lunes. “Sinceramente, pensé que parecía alguien que acababa de salir del picnic de la iglesia y se dirigía a casa”, subrayó.
A pesar de la conmoción que rodeó su detención (la zona estaba “llena de agentes de la ley… equipo SWAT (que) había sacado sus rifles, helicóptero, la I-95 cerrada, un perro detector de bombas”), el hombre nunca preguntó por qué lo detuvieron, acotó Snyder.
“Estaba tranquilo, realmente, como si fuera a cenar”, añadió el sheriff en su relato a la cadena de noticias.
El sheriff comentó que la principal preocupación ahora es determinar si hubo alguien más detrás de este hecho.
De acuerdo con los reportes Routh lleva un uniforme oscuro de prisión y tiene esposas de pies y manos. Fue escoltado a un área de detención para esperar el momento de su comparecencia.
Supuestamente Routh, de 58 años, trató de apuntar a Trump mientras este jugaba ayer en su club de golf en Palm Beach.
El pistolero, que se encontraba entre 300 y 500 metros de Trump, logró huir en una camioneta SUV, dejando atrás el arma de fuego junto con dos mochilas, una mira telescópica utilizada para apuntar y una cámara GoPro, señalaron las autoridades.
En una conferencia de prensa posterior, el Buró Federal de Investigaciones (FBI) afirmó que trabajaban en lo que “parece ser un intento de asesinato”.
La vicepresidenta y candidata demócrata, Kamala Harris, expresó que está «profundamente perturbada por el posible intento de asesinato del expresidente Trump» y enfatizó que condena la violencia política.
«Todos debemos hacer nuestra parte para garantizar que este incidente no conduzca a más violencia», advirtió Harris en un comunicado publicado por la Casa Blanca anoche.
El suceso ocurrió apenas nueve semanas después de que el candidato presidencial republicano sobreviviera a otro atentado contra su vida en un mitin en Butler, Pensilvania.
Un joven de 20 años abrió fuego el 13 de julio desde un tejado con un fusil AR 15 contra el sitio donde estaba Trump. El incidente provocó la muerte de una persona y tres heridos, uno de ellos el expresidente, quien fue rozado en una de sus orejas por una bala, lesión de la que se recuperó increíblemente, notaron medios de prensa.
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