Yoelvis Roberto Pereira Santander ha montado a Trinidad sobre patines. Y esa, además de todas las medallas de sus niños a nivel provincial y nacional, es la razón esencial de su reconocimiento como mejor entrenador de base de la provincia en el actual año.
Por si le faltaban argumentos a su rico aval, en el más reciente evento Havana Skate Marathon, desarrollado en la capital cubana con 300 patinadores de 16 países, sus muchachos, junto a los de Cabaiguán y Sancti Spíritus, se colgaron siete preseas, incluidas dos de oro.
Pero hace un buen rato el muchacho se ha hecho notar con Los Ángeles de Trinidad, un proyecto nacido en 2009 y que hoy anima el corazón de la villa que ha visto convertir su parque central en un patinódromo improvisado.
“Fue un reto, antes se hacía, pero no había un desarrollo masivo, mas hemos visto la transformación del parque Céspedes con sus formas y dinámicas estéticas, hoy suman de 30 a 40 niños que, con ingenuidad, le dan nombre y vida al proyecto.
“Ha sido difícil, se sabe que en el mundo entero el patinaje es caro por lo costoso del equipamiento y todos los accesorios. A pesar de la incorporación de muchos, es algo que no permite desarrollarnos al ritmo que queremos. La falta de un área también afecta; si bien tenemos un patinódromo en Sancti Spíritus, hoy no cuenta con las condiciones óptimas en su superficie para un mejor desempeño e integridad física de los patinadores y tampoco permite ir dando los pasos adecuados en la formación, por eso de lo que se trata es de sobreponernos, ponerle mucho amor y dedicación”.
En esto último hay una clave en la que insiste Yoelvis: “Tanto en Trinidad como en la provincia todo se ha logrado por el trinomio entrenador-familia-escuela, los padres nos dan un apoyo incondicional, sin ellos no hubiésemos logrado nada. Los niños están ahí desde muy pequeñitos, entran con cuatro años y llegan hasta los 12, los acompañan en todo el proceso, asumen los costos y son el motor impulsor junto con los pequeños”.
Con esos ejes y su empeño personal, la semilla de sus ángeles se irriga por todo Trinidad y más allá de sus fronteras. No hay opción recreativa en la ciudad en la que no estén presentes: actividades deportivas, actos y desfiles, caminatas, maratones. En el verano animaron las piernas con el segundo evento Verano sobre ruedas, que atrajo a patinadores de otras provincias.
Sus muchachos en la Copa Nacional Infantil de Patinaje de junio obtuvieron seis platas y un bronce; fueron campeones provinciales en la copa pioneril de las categorías 6-8, 9-10 y 11-12 años, además de evaluarse de muy bien en los objetivos pedagógicos. En el Varadero Internacional Marathon obtuvieron seis medallas (1-4-1). En la copa escolares nacional 13-15 su atleta Regla Montelier Placeres conquistó tres medallas de bronce y cada año al menos uno de los niños es promovido a la EIDE Lino Salabarría.
Trabajador ejemplar del Inder en Trinidad, fungió además como jefe de arbitraje en los Juegos Escolares Nacionales y fue premiado con la categoría de Relevante en el Fórum Municipal de Medios de Enseñanza; su ímpetu solidario llegó también a tierras venezolanas.
Para Yoelvis, el proyecto es como la concreción de sus sueños infantiles; con ocho años hacía patinaje callejero: “Me quedaba aquello de cuando empecé a patinar y luego integré el proyecto Patines, patineta en los primeros años de la década del 90. Soy graduado del primer curso de habilitados y gracias a la universalización hice la licenciatura. De los dos años como entrenador, llevo 13 en el patinaje, fui iniciador de este deporte en Sancti Spíritus con el profesor Pirri, ya fallecido”.
Aunque su aval le podría haber adelantado algo, la noticia de ser el mejor entrenador de base lo cogió por sorpresa. Así describe sus emociones a Escambray: “Mi mayor satisfacción no está en los diplomas o reconocimientos, sino en lo que hacemos día a día para el desarrollo de los niños, mi mayor felicidad no son las medallas que llevan en sus cuellos, sino las que llevan en el corazón, en el alma.
“Hoy muchos son profesionales ya graduados de la universidad y otros transitan por los estudios, logramos ver al trinitario Dayron Robles salir de aquí y llegar hasta el equipo Cuba. El reto es seguir trabajando con ese importante semillero que tiene la provincia de atletas y entrenadores”.
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